Se armó el belén
El título de aquella película del gran Paco Martínez Soria serviría para contar la última, seguramente penúltima, barbaridad de nuestro gobierno. Pero estamos en tiempo de Adviento y tengo el firme propósito de no aburriros con más de lo mismo. Hay que descansar de quien nos agota.
Prefiero recordar aquel título para enmarcar una tarde de familia, caótica pero singular. Comprendo las ganas de calle de muchos y la ilusión por disfrutar de estas fechas, pero viendo las imágenes de las principales ciudades de España, absolutamente colapsadas en estos días, soy de los que prefiere el refugio del hogar.
Hoy amanecemos en casa con la ilusión de un nuevo Belén. No porque lo estrenemos, que ya va cumpliendo años, sino por encontrarnos de nuevo con el rito y la tradición que cada uno se otorga. La víspera de la Inmaculada siempre ha sido, al menos para mí, la primera tarde de Navidad. Tardes como estas son eslabones de una cadena que cada familia va construyendo.
La vorágine de los días, donde parece que vamos sacando semanas en vez de vivirlas, nos hace disfrutar, aún más, cuando somos capaces de quitarnos el reloj y dedicar el tiempo a las cosas importantes. Estos raros días de “puente”, donde la falta de colegio lo pone todo bocabajo, sirven, en cambio, para disfrutar con los niños y enseñarles que la Navidad es mucho más que días de vacaciones y horarios descuadrados.
Vivimos en una tierra donde las vísperas se viven con la misma intensidad que los días esperados. Esa tarde de desorden, de cajas por el suelo, luces, bolas y niños convertidos en diseñadores de una ciudad que existió hace más de dos mil años, da el pistoletazo de salida a este tiempo de espera.
Por fin, se armó el Belén. Debajo del Niño depositamos nuestros compromisos, de los que nos examinaremos en la mañana del 25 con la confianza de saber que Dios es Amor y siempre nos da otra oportunidad. Intentemos no tener que abusar de su indulgencia.
POR DERECHO
Abogado, socio-director Bufete Rodríguez Díaz. Profesor en la Universidad de Sevilla (US), Universidad Pablo de Olavide (UPO) y Loyola Andalucía.