El poder del consumismo
Cuando nos preguntan si nos conocemos a nosotros mismos, la mayoría solemos responder rápidamente con un sí rotundo. Al fin y al cabo, somos la persona con la que más tiempo llevamos conviviendo: toda una vida. Pronto nos descubrimos definiéndonos con adjetivos relacionados con la profesión que desempeñamos, o características de nuestro rol social, como si solo pudiéramos exponernos como “seres hacientes”, como si “ser” no fuese algo mucho más absoluto que “hacer” o “tener”.
¿Cómo es usted querido lector, querida lectora? ¿Quién es en esta era hiperglobalizada, en el momento histórico donde aparentemente más conectados estamos los unos con los otros, pero más solos nos sentimos escondidos detrás de las pantallas? ¿Tiene un espacio propio, una habitación en su mente, una puerta o una ventana, donde pueda salir a tomar el aire y pensarse lejos de tanto ruido social cotidiano?. En la escritura del guion cinematográfico existe una máxima narrativa que defiende que el personaje “es lo que hace, no lo que dice”. Bien podría ser lo que en la ley de la calle se conoce como “el movimiento se demuestra andando” o, “las palabritas se las lleva el viento”.
El psicoanalista, sociólogo y filósofo humanista alemán, Erich Fromm, tiene un libro titulado, “La patología de la normalidad”, en el que intenta relacionarlos con las exigencias económicas y sociales, con el fin de llegar a entender los rasgos de carácter que pueden desarrollarse en una sociedad como consecuencia de un proceso de adaptación a la situación socioeconómica. De este modo, el pensador alemán descubre que lo bueno para el funcionamiento del actual régimen económico resulta ser nocivo para la conservación de la salud mental del hombre. Y, además, concluye que en el núcleo de este padecimiento de lo normal se encuentra la creciente incapacidad de la persona para relacionarse por sí misma con la realidad. ¿Es este uno de los motivos por el que somos el país que más ansiolíticos toma?
“Nos hemos desconectado del mundo natural y vivimos en un mundo egocéntrico”, fue una de las frases del emotivo discurso que en 2020 pronunció Joaquín Phoenix durante la recogida de su premio Oscar por la interpretación de Joker. En el film el actor protagoniza a un personaje marginal, un Joker que es víctima y verdugo en un sistema capitalista voraz. ¿Quién soy? ¿Sigue latiendo en mí algo del pulso de la naturaleza salvaje de la que formamos parte por más invisible que se nos presente en un día a día de estructuras de hormigón, facturas y listas de la compra? ¿O soy solo una autómata consumidora, un artilugio bombardeado por decenas, cientos, miles de imágenes publicitarias?
Aparece entonces entre tanto ser, hacer y tener una interesante investigación: “Tu consumo puede cambiar el mundo”, libro de la periodista Brenda Chávez. Según esta investigadora especializada en sostenibilidad y cultura, con cada acto de consumo emitimos un voto de confianza, apoyamos una forma de producción y activamos una cadena de abastecimiento con la que beneficiamos a empresas que tal vez estén contribuyendo al abuso social, medioambiental, económico, laboral, cultural y/o político. En el presente siglo asistimos a un empoderamiento y una evolución como ciudadanía determinante: la del consumidor. Este ensayo redescubre el pensarse como alguien que, al comprar, en sus actos cotidianos, tiene la capacidad de crear flujos de redistribución de la riqueza más justos, éticos, ecológicos y responsables.
¿Quién es usted? Podríamos jugar con las palabras para aventurar que: porque soy, hago y tengo; o porque hago, no solo tengo, sino que soy. Querido lector, querida lectora, como en toda película sus acciones son su poder. No minimice la fuerza de las mismas ni permita que las subestimen. Créame, usted es más inteligente de lo que le quieren hacer ver quizás porque la revolución uno a uno puede convertirse en la verdadera revolución. Hace años escuché de un sabio amigo: “es preferible pedir perdón, a permiso”. Así que sea y haga, para que bien merezca la pena todo lo que tenga. Adelante.
UNA HABITACIÓN PROPIA
Directora de cine, guionista y escritora. Formada en Dirección de Cine en la prestigiosa escuela europea: ESCAC, y en periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha realizado largometrajes documentales como: Línea de Meta y Todos los Caminos, este último protagonizado por Dani Rovira y Clara Lago.
Premiada a nivel nacional e internacional en reconocidos festivales.
Miembro de la Academia de Cine de España, también de la Academia de Cine Andaluza y de la institución nacional de productores EGEDA.