¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
Hay una obra de Freud, entretenida y suculenta: Tótem y Tabú (1913). Aplica el método psicoanalítico a la antropología y la psicología social, para entender el origen de la sociedad humana, la religión y la cultura. Algunas de sus ideas siguen vigentes, otras están corregidas por el tiempo.
Cita entre otros a Darwin, se ocupa del tabú del incesto, como constante de la sociedad humana, lo que está reconocido por la antropología, el valor de un hombre y de una mujer es simbólico, por eso hay mujeres y hombre prohibidos sexualmente, por sus relaciones de parentesco. Su consecuencia es la exogamia respecto al núcleo familiar o el clan, genera el intercambio social constituyente de las sociedades humanas. Lévi-Strauss reconocido antropólogo estructuralista, desarrolló este principio constituyente de la humanización.
Freud, además de este tabú fundante de la organización social, ve necesario un proceso psicológico para el nacimiento de la sociedad humana, sitúa la comida totémica como su huella, la fiesta conmemorativa de este nacimiento.
Antes de la sociedad humana existiría la horda. La organización social consistía en un padre violento y celoso que hizo suyas todas las hembras y expulsó a sus hijos, los que por esa razón quedaron con sentimientos contradictorios de odio y admiración hacia el padre. Es lo que vemos en los documentales de animales de La 2, llega otro macho, le gana y se hace el amo y así continúa la historia. Pero la fiesta totémica conmemora, la transformación social de la horda paterna en el clan fraterno. Tras el asesinato del padre violento y celoso, por los hijos, les sobrevino el arrepentimiento y los sentimientos de cariño por el deudo por lo que renegaron del acto. Así no se reprodujo la historia, nace un nuevo pacto social, alianza fraterna que: prohibe matar y que renuncia a los frutos del parricidio, a sus mujeres, instalando el tabú del incesto y el precepto de la exogamia. Leyes de la sociedad humana.
Para Freud: la comida totémica, quizá la primera fiesta de la Humanidad, sería la reproducción conmemorativa de este acto criminal y memorable que constituyó el punto de partida de las organizaciones sociales, de las restricciones morales y de la religión.
Así pues, tenemos una sabia conclusión de Freud, la fiesta es consustancial a la sociedad humana: un exceso permitido y hasta ordenado, una violación solemne de una prohibición. Las fiestas haberlas haylas en todas las culturas y comunidades, en todas se come, se bebe, se consume. Aquí en Sevilla tenemos la Feria de Abril, pero cada ciudad tiene la suya.
Para responder al título de la columna ¿De dónde venimos? Lo más reconocido es que descendemos del mono, somos primos de los primates, pero si observamos bien, viendo las colas para coger el Metro o el autobús en hora punta para ir a la feria, parecería que provenimos de las hormigas o si observamos la playa de Chipiona o de Torremolinos, en verano, podíamos pensar que provenimos de los lagartos tumbados al sol o un amigo argentino me dijo que ellos descendían de los barcos.
Pero, ¿a dónde vamos? Pues si preguntamos en el Metro de Sevilla en la semana de feria ten por seguro que te contestarán que a la fiesta totémica, como ocurrirá en todos los lugares cuando celebran la suya, donde nos identificamos y conmemoramos que nos hicimos humanos, ya que no está registrado que otra especie organice unas fiestas tan buenas y bonitas como las nuestras. A disfrutar.
EL CIBERDIVÁN, LA OREJA DE FREUD.
Psiquiatra psicoanalista impulsó la reforma psiquiátrica “salta la tapia” en el hospital de Miraflores. Fue Director de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) y Coordinador de la Unidad de Salud Mental Comunitaria del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. Autor de numerosos artículos científicos. Tiene dos libros publicados: Psicoanálisis medicina y salud mental, y La religión en el diván.