¿Por qué te quiero tanto?
Tras vivir una Cuaresma de manera muy intensa tanto espiritualmente como en el ámbito cofrade, se nos presenta ante nuestro corazón una nueva Semana Santa.
Escribo estas palabras un Viernes de Dolores cargado de ilusión, sentimientos y emoción, mucha emoción.
Rondaba hace unas horas por la iglesia de Santo Domingo, rodeado de niños del Colegio Santa Ángela que visitan las imágenes ya preparadas para su salida, sobre el por qué quiero yo tanto al Domingo de Ramos. Y muchos de ustedes dirán, ¿cómo se puede querer a un día? Este tío se referirá a que quiere a su hermandad, a sus imágenes. No, yo quiero al Domingo de Ramos. Es el día que lo engloba todo, el día de la gracia, del trajín, del revuelo, de la mirada inocente de un niño perdida en lo más profundo de su alma. El Domingo de Ramos es el despertar de una nueva primavera, es cuando renace la vida, florece el azahar, el sol pica más que nunca y la Plaza Rodríguez Marín se convierte en la Jerusalén del Cielo.
Yo ya he hablado con Ella, y me ha dicho que tiene muchas ganas de salir, a lo que le contesté, y yo también, Madre, y Osuna entera está deseando ver tu cara de niña tras tu Hijo.
Dos años de espera para llegar a este momento. Hemos vuelto y nunca nos habíamos ido, no nos hemos separado de ti en ningún momento. El Domingo de Ramos del año 2020 me agarré a la estampita que siempre beso antes de dormir como si te estuviera cogiendo por la cintura para llevarte a tu paso. ¡Cuánto sufrimiento dejamos atrás ahora!
El Domingo de Ramos es ese día que se parece mucho al día de Reyes, pues hay niños, ilusión, alegría, regalos, amor, inocencia, fraternidad y herencia de padres a hijos. Es mi día, y el de muchos.
¿Por qué te quiero yo tanto? Quizás esto se lo deba preguntar a todos aquellos que me han enseñado a vivir un Domingo de Ramos. Manuel Esparraguito ya tiene preparado su coche con las palmas para llevarlas a la procesión, y junto a Él ya está José Manuel Peña para echarle una mano. Manolo Berraquero, alma mater de nuestra Hermandad, anda poniéndose bien la palma rizada que lleva en su solapa, rodeado de nietos que este año van a estrenarse de penitentes, salvo los mayores que ya han repartido alguna que otra estampa vestidos de monaguillos. Curri con su impronta, y aunque parezca mentira, nervioso, ha llegado preguntando que si les encienden a las imágenes las velas de los pasos. ¡Pues claro! ¡Es Domingo de Ramos!, esto le respondió Dani, el Hermano Mayor que ha ejercido a la perfección una candidatura que llegará a su fin el próximo octubre.
A esto que miro el móvil un segundo para ver si lo tengo en silencio y recibo varios mensajes, entre ellos de Laura Peña y de Alicia Ostos, que me desean una buena Estación de Penitencia. ¿La mía? La vuestra si que es dura, desde Suiza y Australia también se vive el Domingo de Ramos de Osuna con el corazón. Nos acordaremos mucho de vosotros en todo momento.
Javier Peña ya tiene la lagrimilla detrás de la oreja, hoy va a ser un día muy especial para él, y las puertas del cielo lo están esperando, porque el balcón de ahí arriba ya está abierto y se ha llenado de momento. Ahí arriba es donde este año organizará su eterna procesión nuestro Hermano Manuel Pérez Brenes, Insignia de Oro del Consejo de Hermandades que el pasado año partió hacia la casa del Padre para encontrarse frente a frente con la mirada de la Virgen de los Desamparados.
Sigo aún rondando mi pregunta, ¿Por qué te quiero yo tanto? A esto que me llegan un grupo de chavales con el corazón a punto de estallar, que se han pegado toda la Cuaresma preguntándome si había que hacer algo. ¡Gloria bendita a ustedes! Manueles, Ignacio, Alfonso, Antonios, Fran, Manuel Jesús, Pablo, Danieles, Pablo, Chato, David, Jaime, Juan Carlos, Juan Emilio, Carlos, Andrés, Álvaro, Nacho… Sin olvidarnos de Luis, corneta de la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Caído que nos ha echado una mano en todo. Estos jóvenes han entregado sus manos, su esfuerzo, y sobre todo su tiempo, en una sociedad en la que todo vale menos la religión. ¡Menudo ejemplo habéis dado!
Cuando llegamos a Santo Domingo tras la procesión de palmas, me encuentro con Bea y Pepa, algo nerviosas hablando con Don Manuel para que la Eucaristía se desarrolle con total orden. La iglesia se llena de repente, de personas, de palmas, de niños. La Jerusalén celeste ya se encuentra preparada. Ahora es momento de prepararnos nosotros, con túnicas y ropa de costaleros. Hoy, por cierto, como es tradición, ha amanecido mi ropa de costalero perfectamente planchada y preparada. Bendita seas Mamá, qué regalo me haces, prepararme la ropa, para pasear a mi Madre.
El momento de más nerviosismo ha llegado, son las 15:30 horas y tengo que partir de mi casa tras haber pasado por el ritual de vestirme de costalero. Papá dame un beso, y tú otro, mamá. ¡Que no me falte nunca este momento!
Tito, salte a la puerta que nos vamos. Él me inculcó el amor a nuestros titulares, me hizo hermano de esta hermandad y fue mi padrino en el momento que confirmé mi fe a través del Espíritu Santo.
¡Ya vuelan capas blancas! Ya están preparados los de blanco, y los de negro. Miguel, José María y Diego están echando un vistazo a que todo esté bien sujeto. Marta, Bea y Loreto, acompañadas de las diputadas de tramo, se disponen a organizar la cofradía.
Ya fajados y totalmente preparados, entramos en la charla de los costaleros, es momento de unión suprema, fraternidad absoluta. Luis, Andrés, Nacho, Silverio, José Ignacio, Juanmi, Jose y Carlos, a vuestras voces obedeceremos desde el primer toque de martillo al último.
Y ahora, nosotros nos retiramos, nos metemos bajo las trabajaderas y que nuestras imágenes sean las protagonistas. El resto del Domingo de Ramos prefiero que lo disfrutéis a partir de las 17:00 horas en la Plaza Rodríguez Marín. Nuestra Semana Santa ha vuelto a ser la de siempre.
¿Por qué te quiero tanto? Ahora sí. Porque me devuelves la Ilusión, me devuelves a la Vida.
Gracias Señor, por permitirme vivir un nuevo Domingo de Ramos rodeado de toda mi gente.
Y a ti, Madre, sólo te digo que te quiero.
¡Feliz Domingo de Ramos!
Manuel de Sola González
El Pespunte no se hace responsable de las opiniones vertidas por los colaboradores o lectores en este medio para el que una de sus funciones es garantizar la libertad de expresión de todos los ursaonenses, algo que redunda positivamente en la mejora y desarrollo de nuestro pueblo.
Periódico joven, libre e independiente.
Fundado el 24 de noviembre de 2006 en Osuna (Sevilla).