Dos orejas para Ángel Luis Carmona en su vuelta a los ruedos
Nuestro paisano logró cortar los dos apéndices de un toro complicado que fue a menos y sobre un piso impracticable. Si a esto unimos que es su primera actuación en público de esta temporada, lograremos comprender el valor moral que para el torero debe suponer estos trofeos en un momento crucial de la temporada como en el que nos encontramos ahora.
Fue en Villanueva de la Concepción, recóndito pueblo de Málaga (créanme lo de recóndito), durante las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción. Se lidiaron novillos de las ganaderías de los Hermanos Tornay para rejones y cuatro restantes de la ganadería de Hermanos Expósito González.
Abrió el cartel José Rocamora que anduvo bastante acertado durante toda la faena. Contó con un novillo con clase pero falto de fuerza que llegó, como todos los demás, sin gas al último tercio por la infame condición que presentaba el piso. Mató al novillo de estocada desprendida y logró cortar las dos orejas de su adversario. Martín Pareja Obregón pasó por el festival sin pena ni gloria. No se acopló en ningún momento a la embestida del toro que tampoco se prestó al triunfo y logró cortar una oreja. Victor Janeiro logró lo más destacado por la mano izquierda en la que consiguió pases de gran belleza como podrán ver en la galería fotográfica aunque perdió un mayor triunfo en la suerte suprema. No obstante consiguió las dos orejas del mejor toro del encierro.
Ángel Luis Carmona salió a por todas y clavó las rodillas en tierra para recibir a su toro con una larga cambiada. Luego toreó a la verónica y a pies juntos aunque el toro salió suelto y desentendido del engaño, algo que continuó causando algún que otro susto al matador ursaonense. Sin embargo, la disposición con la que nuestro torero se presentó ante este público logró encencer y caldear los ánimos en el tendido. Comenzó la faena desde los medios con un espectacular pase cambiado por la espalda pero el toro no permitió que fueran los que el torero hubiera querido puesto que ya comenzó a quedarse corto y a orientarse de forma peligrosa, algo que mantuvo durante toda la faena. Lo intentó por los dos pitones aunque el toro no dió lugar a un mayor lucimiento. Ángel se mostró firme en todo momento y dispuesto a agradar, algo que el público supo valorar otorgándole las dos orejas tras media estocada y descabello certero. Cerró el festejo Juan Carlos Dorado que pasó desapercibido en una faena demasiado larga y con pocos destellos de toreo.
Esperemos que esta disposición y ganas del torero ursaonense sirvan para que en las próximas fechas cargadas de festejos, abran puertas a nuevas oportunidades que logren lanzarlo a ferias con el calado suficiente para convertirse en figura del toreo.
