Todo se transforma. Gracias infinitas, Javi


Entre lágrimas, impotencia y mucha pena, salen estas líneas del corazón. No les habla el emprendedor, el compañero o el amigo, ni siquiera el periodista, hoy les habla quien ha compartido con él momentos irrepetibles. Maquetando un periódico hasta las 5 de la mañana en un piso del Polígono San Pablo en Sevilla para que a las 8 la imprenta pudiera hacer su trabajo y repartirlos por la tarde en Osuna. Creando el Día P, en el SATO Sport de Sevilla. Compartir preocupaciones económicas del diario. Felicitarnos por cada anuncio que conseguíamos, por cada artículo que triunfaba.
Javi era un tesoro de confianza, era un apoyo increíble. Se lleva miles de secretos y también de sueños. Sueños rotos. Algunos se podrán reconstruir, pero siempre quedará la marca de su fractura. Otros ya nunca más. Se nubla la vista, se desenfoca la mirada, se moja la mejilla y no se encuentra explicación.
Fco. Javier Reina Rivera, director adjunto de El Pespunte, ha sido de las personas que dejan una huella imborrable en su entorno y más allá. Hoy, paseas por Osuna y se escucha en una acera y en otra recordarle, nombrarle, hablar bien de él, lanzarse ánimos recíprocos, porque Javi era así, querido por todos, cercano y cariñoso con todos.
El género que más le gustaba era la entrevista. Disfrutaba como un niño cuando tenía oportunidad de acercarse a alguien, de conocerlo y de saber de sus peripecias. Desde hace años una entrevista mítica de él fue la que pudo compartir con el añorado Currito y que podéis leer enmarcada en una de las paredes del Bar Curro en donde siempre le guardaba un cariño especial a Tere.
Javi sabía perfectamente lo que significaba ser joven, libre e independiente. Sabía que lo decíamos y lo pensábamos de verdad, que era de corazón. Entendía a la perfección lo que significaba ese “porque tú eres información”. Aunque él se unió poco después de la creación de El Pespunte, él fue quien lo salvó en 2017. Me dijo: “Manuel, esto no va a parar, vamos a apoyarlo”. Él también era un grandísimo mecenas. Casi nadie lo comprendía, pero creyó hasta el último día en que nuestro diario algún día sería un gran diario y por eso no le faltaba el aliento para apoyar y hacer lo imposible por el nuevo proyecto provincial de este diario.
Su principal proyecto de vida, sin duda era su casa, su familia, su hija y su esposa. Sus María José, a quien quería una barbaridad y por quienes hacía lo imposible para compartir cada instante sin descuidar sus obligaciones laborales.
Dijo el químico francés Antoine Lavoisier que “la energía no se pierde, se transforma”. La energía de Javi estará siempre con nosotros, no nos cabe duda, aunque ahora cueste entenderlo, pero marcó un camino tan firme y apasionado que es difícil olvidarse de él. Nunca.
Empático, humilde y tremendamente generoso. Javi fue un auténtico mecenas, creyó desde el primer día en este proyecto de El Pespunte, lo hizo desde Utrech en Holanda, mientras estuvo de Erasmus, lo hizo desde Mallorca cuando tuvo que marchar por trabajo, lo hizo a diario a través de Qualy, su empresa que tanto esfuerzo le costó poner en marcha y hacer que funcionara como un reloj. Hacíamos planes para nuestra jubilación, teníamos proyectos sobre la mesa con una ilusión increíble…
Hoy no solo nosotros, sus amigos, compañeros y familiares le hemos perdido, sino toda Osuna pues además de su impronta alegre, fuerte y creativa tenía un corazón enorme con todos.
“Supe que de algún lejano rincón, de otra galaxia, el amor que me darías, transformado, volvería un día a darte las gracias…”, cantaba Jorge Drexler. “Nada se pierde. Todo se transforma.”
No hay consuelo, amigo Javi. No lo hay. Gracias por tanto. Siempre seguiremos creando periódicos allá donde estemos.
Manuel Fernández Carreño
Director de El Pespunte