La memoria reciente

Convivo con dos niñas de 12 y 13 años, estudiantes de E.S.O. a las cuales ayudo en sus deberes siempre que me lo piden (que suele ser casi todos los días), y esta circunstancia me está permitiendo conocer de primera mano algo que hace tiempo sospechaba. Me refiero a eso de la E.S.O. o al menos a ciertos aspectos del dichoso plan de estudios llamado L.O.G.S.E.

Por un lado está el contenido de las asignaturas. El otro día me escandalicé al comprobar como los ocho siglos de presencia del Islam en nuestra tierra (8 siglos 8) desde la batalla del Guadalete hasta la toma de Granada, lo resumieran en tres páginas, en las que iba incluida una pequeña mini biografía de Mahoma. Esos son recortes y no los de las pensiones.

En cuanto a Roma, tres cuartos de lo mismo. Esta gente, como dijo Indro Montanelli, cuando piensan en Roma, piensan en un equipo de futbol. A los Griegos, ni los nombramos, que ya hace mucho tiempo, y seguramente estarán todos muertos.

Esta “Historia” viene contenida dentro de una asignatura llamada Ciencias Sociales, que oficialmente está integrada por Geografía e Historia. Pero si uno lee dicho texto, observa con sorpresa que la Geografía no aparece por ninguna parte o apenas aparece. Nuestros chavales, la única geografía que conocen, es la relacionada con los campos de futbol o con las marcas de prendas deportivas, que se fabrican en tal o cual ciudad, pero que no saben donde está.

Por otro lado, mi escándalo continúa en aumento, cuando me entero que a la hora de una asignatura, los niños que lo deseen, pueden (con las bendiciones del centro y a la sombra del tal “plan de estudio”) ir a otra clase, para dar ese mismo tema con otro profesor. A eso no se le llama incongruencia, sino “Flexibilidad”. Pregunté por los resultados de los alumnos en dicha asignatura, y el porcentaje de aprobados/suspensos no era el mejor. Algo huele a podrido en Dinamarca. Eso sí: “flexiblemente”.
Tengo amigos y familiares en la enseñanza, y puedo asegurar que ninguno de ellos está contento ni mucho menos. La mayoría ha optado por una jubilación anticipada o cualquier otra fórmula que les permitiera salir de ese barco, y así dejar de ser colaboradores del despropósito que constituye la L.O.E. y su hija la L.O.G.S.E. que como veremos no son leyes perversas, ya que sus fines no han sido distintos de aquellos para los que fueron concebidas. Otra cosa es que dichos fines fueran ocultados o maquillados ante el pueblo llano. Querían hacer lo que han hecho: convertir en ignorantes a dos generaciones de españoles, mediante 30 años de tele basura y las dichas leyes. Esto cada vez se parece mas a lo peorcito de los Estados Unidos (que es de donde emanan las instrucciones), aunque a la vista del panorama político del todavía nuestro país, mas diríamos que se parece a cualquier república bananera.

Da la impresión que España, hace muchos años que es un laboratorio de experimentación sociológica.
Ahí están las víctimas (dos generaciones de españoles ágrafos, casi analfabetos funcionales), los verdugos (los que hicieron estas leyes: tienen nombres y apellidos, y los conocemos), los testigos (aquellos españoles que peleamos porque nuestra patria fuera de todos y además fuéramos dueños de nuestro destino) y los jueces (afortunadamente contamos con una judicatura, cuya inmensa mayoría tiene la suficiente independencia y formación como para afrontar este reto).

Si tenemos la curiosidad de releer el “1984” de Orwell (1948) y “Un Mundo Feliz” de Huxley (1932) podremos comprobar que eso ya está aquí. El Gran Hermano lo controla todo. Nosotros, ya estamos clasificados desde los Alfa mas hasta los Epsilon menos. Por supuesto que nosotros no somos de los alfa ni siquiera de los beta menos. Para eso el Gran Hermano puso los planes de estudio y la tele basura. Si llegamos a gamma podremos darnos con un canto en los dientes. Pero lo peor del asunto, es que el Gran Hermano lo ha hecho con la colaboración inestimable de una serie de “patriotas” que se cuelgan la medallita de haber ”modernizado” España. Los hay que dan hasta conferencias. Facies Ebúrnea se llama eso. ¿Qui prodes delicti?

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¿Qué harán los jueces con esta gente? Hubo un tiempo en que pervertir a la juventud era un delito que se castigaba con la muerte.
Lamentablemente, parece ser, que a los pueblos les ocurre como al hombre: pierden primero la Memoria Reciente mientras exacerban la de Evocación, la Histórica. Esto es como una enfermedad de Alzheimer colectiva, con el agravante de que no se puede uno fiar del médico.

José Mª Sierra
josemsierra1952@gmail.com

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