¿Está el trabajo del siglo XXI lastrando nuestra salud mental?
A muchos trabajadores se les dificulta adaptarse a las nuevas tendencias laborales, provocando una crisis general de salud mental. La digitalización y la precariedad laboral son fenómenos complejos, pero la desconexión cuando corresponde y la resiliencia son herramientas que pueden combatir los problemas que afectan el bienestar. Para avanzar favorablemente es bueno contar con ayuda profesional.
El ritmo de trabajo del siglo XXI ha aumentado su velocidad en proporciones gigantescas. La evolución del mercado laboral, causada por la revolución digital, ha provocado ciertos cambios en las vidas de los trabajadores que, poco a poco, demuestran sus grandes consecuencias en la salud mental. El resultado: un amplio porcentaje de trabajadores presentan merma en su bienestar emocional.
Según InfoJobs, el 32% de los españoles que abandonan sus empleos lo han hecho por su salud mental, mientras que la Guía del Mercado Laboral de Hays afirma que un 42% de los trabajadores sufren de fatiga laboral, o “burnout”. En medio de esta situación, es preciso analizar la vida laboral moderna para determinar las causas del problema.
La cultura de estar “siempre disponible”, el boom del teletrabajo y la incapacidad de desconectar son algunos de los fenómenos que provocan todos estos problemas de salud mental. Es importante conocer las perspectivas de los especialistas en psicología no solo para encontrar una solución a nivel sistemático, sino también para sobrevivir como trabajador en el siglo XXI.
¿Cuál es el rol del psicólogo en el mundo laboral?
Desde un punto de vista personal, los distintos fenómenos y dinámicas del trabajo en el siglo XXI pueden ser una carga muy pesada. Los cambios provocados por la digitalización ocurren a alta velocidad, y muchas veces resulta difícil adaptarse, lo cual deja al trabajador vulnerable a sufrir de depresión, ansiedad, trastornos de personalidad, entre otras condiciones que afectan a su vida laboral y personal.
En medio de este escenario, los psicólogos especialistas en ansiedad en Sevilla cumplen un rol indispensable en la recuperación del bienestar emocional. La atención psicológica permite diagnosticar el trastorno de ansiedad y determinar sus causas, para así ofrecer las herramientas necesarias para hacer frente a ella en el contexto laboral. Esto se logra con una intervención de tipo cognitivo-conductual.
El tratamiento siempre es personalizado, pues la ansiedad no siempre es provocada por la misma causa. Además del factor trabajo pueden presentarse otras razones por las que aparece el trastorno, y en tales casos se requiere un abordaje integral, que intervenga en todas las áreas que dan lugar al problema. Cada persona es un mundo, y el tratamiento debe adaptarse a ello.
Los psicólogos, además, aportan su granito de arena mediante investigaciones y proyectos que lleven a una mejora a nivel social, en cuanto a la situación del trabajo moderno se refiere. Además, trabajan en conjunto con las empresas para desarrollar intervenciones y talleres con el objetivo de mejorar el entorno de trabajo, así como promover la práctica de hábitos saludables (como la desconexión digital).
Fenómenos laborales que deterioran la salud mental
La Organización Internacional del Trabajo señala que cada año se pierden 12.000 millones de jornadas de trabajo por culpa de la depresión y la ansiedad. En términos de dinero, son millones de euros en pérdidas anuales para la economía. Este dato demuestra la importancia de solucionar los diversos problemas que acarrea el estilo de trabajo que se practica en el siglo XXI.
Uno de los principales fenómenos causantes de la problemática es la cultura de estar “siempre disponible”. Las poderosas tecnologías de comunicación provocan que separar la vida laboral de la vida personal sea muy complejo: se espera que siempre se pueda responder correos electrónicos y llamadas, incluso, fuera del horario laboral. Esto hace que muchos sacrifiquen su tiempo personal y familiar.
Tal situación se ve todavía más marcada en la modalidad de teletrabajo. Los límites de la vida personal y laboral se ven completamente difuminadas, pues ahora la misma habitación para dormir cumple el papel de oficina, lo cual puede resultar en una mayor dificultad para desconectar. Esto, aunado al fenómeno anterior, provoca un gran nivel de estrés en el trabajador.
En palabras más claras: la jornada laboral ahora se cumple en todo momento del día. Un estudio de Movistar, hecho para determinar el uso del móvil en el hogar, arrojó que 6 de cada 10 personas están mirando en casa cosas del trabajo, ocupando en ello momentos que antes se iban al ocio, a la socialización con seres queridos o al mero descanso. Se les quita tiempo a cosas que también importan.
La sociedad hiperconectada, además, bombardea al trabajador con un flujo de información sumamente veloz, con multitud de estímulos que provocan interrupciones en el trabajo. Es una de las principales causas detrás de la procrastinación, y hace especialmente vulnerables a aquellas personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Un camino hacia el bienestar mental
La suma de todos estos fenómenos, en conjunto con la precariedad del trabajo provocada por las crisis económicas, generan un efecto perjudicial para la salud mental. El burnout, la ansiedad y la depresión ya son comunes entre los profesionales, demostrando que el trabajo del siglo XXI sí lastra la salud mental de la población en general.
Sin embargo, no todo está perdido. Es posible contrarrestar el deterioro en la salud mental y recuperar ese bienestar perdido: el primer paso es acudir a terapia psicológica, específicamente con psicólogos especialistas en ansiedad. Un tratamiento adecuado y oportuno permite desarrollar las habilidades y la resiliencia necesaria para sobrevivir dentro de los entornos laborales modernos.
Es necesario, además, que se desarrollen políticas empresariales que promuevan un estado de bienestar en los trabajadores. Las líneas entre la vida personal y laboral deben respetarse, marcando un límite claro no solo en el teletrabajo, sino en la comunicación dentro del horario laboral. Todo esto acompañado de apoyo psicológico dentro del entorno laboral.
Finalmente, la persona debe aprender a desconectar. La solución a veces es muy sencilla, pero pasa desapercibida y queda oculta a simple vista: simplemente se debe apagar el celular. Dar prioridad a la salud mental propia es necesario, pues no solo brinda paz dentro de la vida personal, sino que aumenta el rendimiento en la vida laboral.
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Fundado el 24 de noviembre de 2006 en Osuna (Sevilla).