De un desagradable incidente a un final de cuento de Navidad
El entrenamiento de ayer del Betis fue una fiesta. Un gran día de sol, las gradas llenas y los jugadores disfrutando del calor de su afición.
Pero no todo fue una fiesta. Por lo menos para Antonio J. (@bjreturnn), un padre que había ido con su hijo y sus sobrinas a ver el entrenamiento y a intentar cazar algún autógrafo de sus ídolos.
En un hilo de X (Twitter) este padre describía amargamente el incidente que vivió: “Cuando los jugadores se iban a acercar, le di a mi hijo su camiseta de Isco (regalo de Navidad) por si se acercase la pudiese tener (yo estaba unas filas más altas para dejar solo a niños en las delanteras)… Con la emoción y el momento de ver a Borja Iglesias, se le cayó y en lugar de ser avisado, alguien se apropió de su camiseta y se la llevó… Al darnos cuenta de que faltaba, una familia nos señaló quién se la había llevado (una familia formada por un hombre y tres hijos de unos 20, 16 y 10 años). Tras reclamarme la camiseta, misteriosamente uno de los hijos desapareció y el padre se dedicó a increparme, amenazarme y a dedicar lindezas (hdp, tus muertos…)
Tras ver a mi hijo a punto de llorar y haciendo uso de la educación y valores que he recibido, decidí dejar el asunto y consolar a mi hijo, que bastante tenía con perder su regalo de navidad como para presenciar esa escena… Al final, queda un crío desilusionado en un día que debía ser una fiesta y sintiéndose culpable de la pérdida y de la discusión (dicho por él)…
Yo le volveré a comprar su camiseta de Isco y me sentiré orgulloso de que el esfuerzo de su padre se convierta en su alegría… Otros espero que puedan dormir después de robar a un niño de 10 años y que se sientan orgullosos de ello”.
Así contaba Antonio su historia en la red X. Y en mitad del ruido y de las opiniones de unos y de otros emergió un mensaje que era distinto al del resto. Era una protagonista indirecta de la historia, que se va a convertir en estrella principal de este cuento de Navidad.
Se trata de Sara Salamo, mujer del futbolista bético Isco Alarcón. Su tranquilizador mensaje fue el siguiente:
Cuánto lo siento. Sígueme y hablamos por privado ?
— Sara Sálamo (@SaraSalamo) December 30, 2023
Todo apunta a que el desagradable incidente terminará como un bonito cuento de Navidad.
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