La peor cosecha del siglo aumenta la preocupación del sector con nuevas subidas en el precio del aceite de oliva
La escasez mundial de aceite de oliva ha desencadenado consecuencias significativas para consumidores y la industria en general.
Álvaro Olavarría, director gerente de Oleoestepa, ha atendido a El Pespunte para conocer perspectivas clave en esta aguda crisis que ha afectado al sector del aceite de oliva.
Olavarría afirma que la de esta campaña es “la peor cosecha del siglo” y apunta “la significativa disminución en el consumo interno durante el año 2023”. A lo anterior se suma la medida estratégica del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación destinada a abordar esta escasez mundial, anticipando nuevas subidas de precios y la eliminación del 5% de IVA en el aceite de oliva, subraya Álvaro Olavarría.
Este anuncio refleja la necesidad urgente de enfrentar los desafíos que amenazan la estabilidad del sector, destacando la preocupación por la escasez y los precios históricos que marcan la campaña 2023-2024.
Desde mayo de 2020, los precios han experimentado un aumento constante en comparación con las dos campañas anteriores. Este aumento se atribuye a la combinación de sequías y temperaturas inoportunas durante la floración del olivo, afectando al sector y generando precios sin precedentes en las zonas de producción, lo que agrava la situación por tercer año consecutivo.
Perspectivas y necesidades para la estabilización de precios
La estabilización de los precios del aceite de oliva requiere condiciones climáticas favorables, apunta Olavarría “La necesidad urgente de lluvias para recuperar agua en embalses y acuíferos, junto con temperaturas adecuadas durante la floración del olivo, se presenta como la solución clave”.
España, siendo el mayor productor y consumidor mundial de aceite de oliva, ha experimentado una reducción significativas de sus existencias de enlace entre campañas, desde 450.000 Tm en septiembre de 2022 a solo 247.000 Tm al finalizar septiembre de 2023.
Con una producción estimada de 765.000 toneladas para la campaña actual, la preocupación persiste debido a los bajos rendimientos en aceitunas y las expectativas de cosechas más bajas en otros países mediterráneos.
La caída del consumo de aceite de oliva en España, un 38% en la campaña 2022/2023, y un continuo descenso del 8% en la actual campaña, sugiere una disminución generalizada que podría afectar a nivel global.
A pesar de las medidas gubernamentales, como la eliminación del 5% de IVA, el ahorro para el consumidor podría no ser notable en comparación con la significativa subida de precios.
Redacción de El Pespunte.