Para estos días de confinamiento, permítanme unos comentarios sobre una de las más grandes películas del pasado siglo XX, de este siglo XXI, y de los siglos que vengan. No soy crítico de cine ni lo pretendo. Tan sólo es eso, un comentario.

Para estos días de confinamiento, permítanme unos comentarios sobre una de las más grandes películas del pasado siglo XX, de este siglo XXI, y de los siglos que vengan. No soy crítico de cine ni lo pretendo. Tan sólo es eso, un comentario.
La alcaldesa de Osuna, Rosario Andújar, ha presidió el viernes, 3 de abril, por videoconferencia una nueva Comisión Municipal de Seguimiento de Salud, creada a partir de la declaración del Estado de Alarma como consecuencia del Covid-19, en la que han participado diversos miembros de su equipo de gobierno y los representantes de los grupos de la oposición.
Se trata de un trabajo realizado en tiempo récord, que ha permitido adaptar la web de la asociación para que, a golpe de click y contactando directamente a través de whatsapp, cualquier ciudadano puede realizar sus compras sin necesidad de salir de su casa de Osuna.
La Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad y Telefónica han desplegado banda ancha ultrarrápida de fibra óptica y accesos 4G en los alojamientos hoteleros y otros centros habilitados como espacios asistenciales según el ‘Plan de medicalización de hoteles’, para garantizar la conectividad y así asegurar el pleno rendimiento de la actividad sanitaria en estas instalaciones durante la crisis del COVID-19.
Marzo de 1942: por aquellas fechas al Penal de Alicante no llegó la proverbial solidaridad norteamericana para rescatar al pueblo oprimido y machacado. En aquellos días tampoco hubo revuelo mediático ni olisqueo de negocio audiovisual. No había personas anónimas con buena estrella, aptas para ser lanzadas al estrellato. Por aquellos días había otro mundo y el pueblo rayano en la muerte sencillamente se moría sin haber sido retransmitido y sin bonitos discursos de plató a pie de desgracia. No primaba la imagen, la virtualidad, la escenificación; la quijotización de la realidad, pero en malo.
Entre los seres humanos es costumbre rendir tributo a quienes idolatramos por sus valores personales o artísticos. Las formas para hacerlo varían en función del grado de relevancia y satisfacción que nos produce a la hora de ver colmadas las necesidades o gustos en cualquier ámbito de la vida.