Siempre me quedarán tus ojos
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![manos Javi y Marisa](https://www-elpespunte.rapidload-cdn.io/wp-content/uploads/2024/05/manos-Javi-y-Marisa-jpg.webp)
Podría comenzar este relato parafraseando la famosa copla de una gran artista “Ojos verdes, verdes como la albahaca”, esa melodía que en alguna que otra tarde hemos tarareado desde lo más profundo del alma. Y es que tus ojos han sido siempre y seguirán siendo una actitud de vida y comunicación esencial. Su brillo mostraba ilusión y agarre a la vida, su apertura intensa a modo de foco indicaba el cambio de energía según las emociones desbordadas, su cierre enlentecido mostraba la llamada del cansancio tras esa actividad perseverante que has mostrado cada día, su falta de luz iba deslumbrando la llegada de un hasta luego.
Aprendí a leer tus ojos y comprenderte, me enseñaste a vivir la vida desde una habitación cerrada, me mostraste el valor de la amistad en el estado más puro casi sin darte cuenta. Han sido muchas horas compartidas para retar al metabolismo, para oxigenar los tejidos y conectar las neuronas en busca de la sanación, muchos instantes en los que incluso entre sueños repetías una y otra vez que “cómo ibas a pagar todo lo que recibías” sin darte cuenta amigo mío, que quien realmente estará toda la vida en deuda contigo soy yo. Haber vivido esta experiencia y estar a tu lado y al lado de tu familia ha sido una lección de amor que quedará marcada en cada una de mis células. Esta vivencia me ha podido mostrar que mi casa es un hogar, pues esos dos pilares que forman parte de mi camino han sido la mejor de las redes que pude tener para facilitarme la asistencia de cada día, así como para recibirme con los brazos abiertos y amortiguar el dolor con el que a veces llegaba por la tristeza que sentían mis manos cuando topaban con tu fragilidad. Por otro lado, sentirme en ese lugar de ayuda y entrega, priorizando lo importante y filtrando la urgencia y pertinencia de estar ahí, contigo, con vosotros, a diario, me ha mostrado una parte de mi esencia que ha afianzado aún más mis valores, propósito y legado. Me has enseñado a quererme y admirarme sin quizás darte cuenta de ello. Y a todas estas cuestiones quizás más externas a ese habitáculo de pocos metros cuadrados, tendría que añadirte todo lo compartido a través de las palabras y todo lo percibido a través de mi mirada. He comprobado la capacidad de entrega que una persona pone en su proceso de rehabilitación cuando tiene a una mujer extraordinaria y una pequeña con los mismos ojos de su padre, la importancia de mantener la fe y la luz incluso en los instantes más oscuros, la fuerza de los silencios, el sentido de los suspiros salidos de un alma que batalla cada día con Caronte, el agarre de una mano que emana hermanamiento y admiración, el abrazo de una levantada que se recibe como una nueva fase superada, pasos ilusionantes que brotan con fuerza buscando ese camino que se desea transitar, la disminución de una tensión excesiva en el paso de mis dedos y la conversión de un grito de dolor en susurro cuando mis manos se asentaban en tu abdomen. Es tal la grandeza que me has dejado en este tiempo compartido que todo ello supera con creces la pequeña semilla que pude sembrar en tu proceso. Te devolveré todo ello mirando la vida a través de tus ojos, escuchando las melodías de ésta a través de tus oídos, palpitando con la fuerza de tu corazón y brillando en la intensidad en la que tú me hiciste alumbrar a través de tu reflejo. Seguirás siempre presente en cada uno de estos recuerdos, en el corazón de todas las personas que tuvimos la enorme riqueza de tenerte en nuestro sendero y en esa pequeña libélula que seguirá creciendo y aportando tu vida a través del esbozo de esa sonrisa tan idéntica a la tuya. No solo me quedarán tus ojos, me guardo para mí, todas aquellas otras cosas que nos contamos, que compartimos, las risas, las lágrimas, los cantos con quejido flamenco, los sueños e ilusiones, los sabores y la magia de la amistad más pura. Ahora el cielo brilla más, nuestro corazón late con tu ritmo y nuestras miradas respiran a la intensidad de tu infinita capacidad de amar.
Gracias por cada uno de estos aprendizajes y por marcar una huella profunda, firme e imborrable en cada una de las personas que formamos esa vuestra red tan especial: los que aportaban calma, los que aportaban locura, los que aportaban orden, los que eran confidentes, tu compañera del alma y la que brindaba sus manos para hacerte más fácil la llegada a este hasta siempre.
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UBUNTU
Profesora de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podologia (Universidad de Sevilla) desde 2002. Máster en Estudios Avanzados sobre cerebro y Conducta (2007) y Máster en Atención Temprana. Miembro del grupo de investigación CTS-305. Coordinadora del programa de optimización al desarrollo y Atención Temprana en la Universidad de Sevilla.
Ha participado en formaciones relacionadas con la inteligencia emocional, con la diversidad funcional, con la Neurociencia y neurología, con la fisioterapia y su aplicabilidad y con la gerontología, tanto para profesorado y profesionales como para estudiantes.