El coste de la sanidad en España: ¿Un lujo sostenible?


Hace pocos días estando de guardia en un punto de atención continuada rural, como hago habitualmente cada seis días, se presentaron dos turistas de otro país solicitando, para uno de ellos atención médica. Estos, por el coche que conducían y por otros detalles no me parecía que tuviesen ninguna dificultad económica, más bien todo lo contrario.
Lo atendí según arte y protocolos establecidos para la patología en cuestión en una consulta médica de urgencia, además intervino también la enfermera para una inyección intramuscular. Cuando terminamos de atenderlos, la pareja de turistas me preguntó cuanto había que pagar, yo le respondí que yo no soy el que cobro, que con los datos que dieron ya le mandarían una factura en su caso.
Al poco tiempo, llegó a mis manos lo que hubiera sido el desglose de la factura: consulta médica de urgencia por 83,65€ y consulta de enfermería de urgencia por 42,80€, un total de 126,45€. Sin embargo, a día hoy, no tengo constancia de que este importe haya sido cobrado.
Este episodio me ha llevado a reflexionar sobre la atención sanitaria que brindamos a turistas extranjeros con recursos económicos, seguros médicos, de accidentes o laborales. ¿Somos conscientes de la cantidad de servicios que se prestan sin cobrar, sin contar aquellos casos solidarios que atienden a personas sin recursos o sin cobertura médica?
El sistema sanitario español goza de gran prestigio internacional, ofreciendo una atención sanitaria universal y de calidad a sus ciudadanos. Aunque recientemente se ha aprobado el Proyecto de Ley de Universalidad del Sistema Nacional de Salud, este se financia principalmente a través de las cotizaciones a la Seguridad Social, aportadas por trabajadores y empresas, además de los impuestos que pagamos entre todos. En 2022, el gasto sanitario público ascendió a 92.072 millones de euros, lo que representa el 6,8% del Producto Interior Bruto. Sin embargo, el debate sobre su coste económico está latente.
La crisis económica, la presión sobre el gasto público y los retos sanitarios propios del sistema son solo algunos de los factores que desafían su viabilidad. Como país receptor de un gran volumen de turistas, resulta crucial establecer mecanismos eficientes para cobrar la atención sanitaria en aquellos casos que no se enmarcan en la Ley de Universalidad del Sistema Nacional de Salud.
Los 126,45€ de este caso en un punto de urgencias rurales, aunque parezcan una cantidad insignificante, representan una porción de un problema mucho mayor. Es necesario un análisis profundo y un debate abierto entre todos los actores implicados para encontrar soluciones sostenibles que garanticen el acceso universal a una atención sanitaria de calidad sin comprometer la viabilidad del sistema a largo plazo.
El coste de la sanidad en España no es un lujo, sino un derecho fundamental. Asegurar su sostenibilidad es crucial para garantizar el bienestar presente y futuro de nuestra sociedad. No podemos permitir que la atención sanitaria de calidad se vea comprometida por la falta de mecanismos eficientes de financiación.

QUIERO CURARTE
Médico de pueblo. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Médico Ilustre del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de la provincia de Sevilla.
Autor del Blog: www.medicorural.es