
EL CIBERDIVÁN, LA OREJA DE FREUD.
Psiquiatra psicoanalista impulsó la reforma psiquiátrica “salta la tapia” en el hospital de Miraflores. Fue Director de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) y Coordinador de la Unidad de Salud Mental Comunitaria del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. Autor de numerosos artículos científicos. Tiene dos libros publicados: Psicoanálisis medicina y salud mental, y La religión en el diván.
España ha ganado su cuarto campeonato europeo de selecciones nacionales de fútbol, hoy somos los campeones de Europa, y el único país que lo ha ganado cuatro veces.
Ya conocerán mi opinión de que el deporte y el fútbol en particular, tienen su éxito social al ser una sublimación de las guerras, un evento social necesario para saber cuál es nuestro lugar, y hoy somos los primeros, los vencedores. Rusia no participa en el campeonato, precisamente porque se ha tomado la guerra en serio y la ha declarado a Ucrania, en vez de sublimar la agresividad. Nosotros hemos sido imperio ni más ni menos, igual que los ingleses y a ellos les hemos vencido en la batalla final, aunque sigan teniendo Gibraltar.
La lucha deportiva, produce un resultado que nos pone ante lo Real, ante una verdad incuestionable, este año hemos ganado a todos, además como ha dicho nuestro seleccionador campeón del mundo masculino Vicente del Bosque, porque ya tenemos también campeonas femeninas, también importa como se gana y lo hemos hecho sin trampas, por derecho, con saber y querer.
Tenemos cuatro campeonatos europeos, el primero lo ganamos el 21 de junio de 1964, frente a la selección rusa (2 a 1). Se celebró en España el europeo y la final se jugó en el Santiago Bernabeu. En nuestro equipo estaba el imbatible portero Iribar, el chopo vasco, ellos tenían de portero al mítico Yashin, marcaron por nuestra parte Chus Pereda que jugaba en el Barsa y ganamos con el mítico gol de cabeza de Marcelino a pase de este último. El dictador Franco asistió al partido, aún no teníamos rey de sangre real, aquella victoria debió de suponerle al dictador un par de años más de vida, le ganamos a la Rusia comunista, la encarnación del maligno para el régimen y la iglesia. Después tardamos 44 años en conseguir un nuevo titulo continental.
Ni el equipo ganador, ni el país de 1964 es el mismo que el de ahora, pero el fútbol sigue siendo el mismo. Pero aquel equipo y aquella victoria como la de hoy son un espejo de la España que fuimos y que somos. En la España de 1964, a nadie se le ocurriría llamar a la selección la roja, ya que se las tendría que ver con el tribunal de orden público, para eso se invento el color colorao.
Aquel equipo, seguro que fue comparado con los tercios de Flandes, que pasearon victoriosos por Europa, aquellos y estos jugadores yo los comparo, la victoria siempre es una mezcla de mejor técnica y esfuerzo, de juventud y veteranía. Ha habido equipo, y eso es la clave, todos a una como en Fuenteovejuna. Ha habido criticas descarnadas por el origen de algunos jugadores, hijos de inmigrantes como Nico William Y Lamine Yamal, pero también tenemos nacidos en Francia como le Normand y Laporte, lo importante es que todos ellos se han sentido acogidos para representarnos a todos, han optado por formar parte de España, un país democrático que respeta los derechos humanos, y todos los jugadores lo son. El discurso de algunos extremistas rechazando acoger a menores extranjeros que han llegado al país indefensos buscando mejor vida, no tiene cabida afortunadamente en el colectivo que nos ha representado.
El grupo de la selección tiene a dos jugadores nacidos en el pueblo sevillano de Los Palacios, y debían ser tres por la lesión de Gavi, la aportación palaciega supera el azar y la probabilidad de que ocurra es de 0.0000075, la probabilidad de que fueran del Betis (2) o del Sevilla (1) se mantiene estable.
¿Cual es la explicación? Estudiando a fondo este fenómeno futbolístico y social he llegado a una conclusión evidente que quiero compartir con ustedes. Algo tendrán los tomates de Los Palacios, que son redondos como balones y entran en el inconsciente colectivo palaciego de tal forma que desde chiquillos y chiquillas practicaran con el balón hasta en los sueños y además hacen unas ensaladas riquísimas y saludables, también probablemente no tengamos que descartar la influencia de Pepe Begines, el fundador del grupo musical no me pises que llevo chanclas, lo que llevó a mucha juventud a ponerse las botas de futbol por si les pisaban.
