Viernes Santo: Por la Mañana Señor y Dolor, por la tarde Paz tras la Angustia

Pasó en Osuna un Viernes Santo más, éste digno de recordar por el gran tiempo, las grandes imágenes que nos dejaron las 4 hermandades que procesionaban y la gran lección de fe en la calle con sus imágenes.

Pudimos contemplar como en la madrugá ursaonensa cada vez son más personas las que se aglutinan en las diferentes calles por las que pasan Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores, pero como cada año, cabe destacar la subida al Gólgota de Osuna, la Insigne Iglesia Colegial Ntra. Sra. de la Asunción, de los dos pasos.

Pudimos ver como el paso de Jesús Nazareno, exornado con claveles rojo, estrenaba el dorado de los faroles y el reguetón de la canastilla, además de la túnica roja que tan elegante hacía el vestir del Señor.

Abría paso la excelente A.M. María Santísima de la Encarnación con sus sones, levantando el aplauso con cada marcha y continuaba con el acompañamiento a Jesús Nazareno la AM Nuestra Señora de la Victoria de Arahal. La Asociación Musical Banda de Música “Villa de Osuna” acompañaba tan elegantemente a la Virgen de los Dolores.

Una imagen de los Dolores que iba exornada muy sobrio con tonos blancos en sus diferentes flores.

Llegaron a la Plaza Mayor, la carrera oficial, con una hora de retraso, una hora que ampliarían a una hora y media para la recogida de ambos pasos. En la misma Plaza Mayor, un poco antes, en el Casino, pudimos contemplar una maravillosa petalada a la Virgen de los Dolores, quien entró con la marcha Concha, levantado el aplauso de todos los ursaonenses que allí se congregaban.

Al final del recorrido pudimos ver como en ambos pasos, dos instituciones eclesiásticas acompañaban a las imágenes. En la presidencia del paso de Jesús Nazareno se encontraba el Obispo de Asidonia-Jerez Ilmo. Rvdo. D. José Mazuelos Pérez, ursaonense y hermano de la Hermandad de Jesús Nazareno quien realizó una levantá con todo el arte de un capataz, por los cristianos perseguidos en el mundo. En la Virgen de los Dolores, en su presidencia, se encontraba el Vicerrector del Seminario Metropolitano de Sevilla el Rvdo. P. D. Ramón Valdivia, quien predicó a dicha Hermandad en sus cultos. Además al final del recorrido, se unieron a la presidencia los pregoneros de la Semana Santa de este año.

Durante el recorrido pudimos escuchar las magistrales saetas de Evaristo Cuevas a Jesús Nazareno, además de otros cantaores, entre ellos Manuel Cuevas, Hijo.

Tras la madrugada y la mañana de Viernes Santo, llegó la tarde y con ella una contrariedad de sentimientos que se iban a dar lugar en Osuna. Por un lado, el barrio de Consolación, con la Hermandad de la Pax, con sones alegres, con Paz, aunque con Mayor Dolor también andaban. Por otro lado, la elegancia y la sobriedad de una Hermandad en la calle como es la de la Quinta Angustia, con recogimiento, silencio y mucho dolor.

Salidas y recogidas de ambas hermandades con mucho nervio y tensión, ya que salen los tres pasos de rodillas, con una estrechez con el dintel impresionante, pero aún así, tan elegantemente y con una profesionalidad exquisita los tres pasos procesionaron por Osuna tras saltar el obstáculo citado.

Momentos emotivos de ambas Hermandades por carrera oficial, La Pax con ese andar de barrio tan bonito que hizo que estuviera acompañada en todo momento. El Cristo de la Pax, comandado por Silverio Ortíz y Evaristo Bellido, tan elegante como siempre. La Virgen, por Eduardo Rodríguez, Clara Domínguez y Juanmi, al frente de ese palio tan sevillano que tenemos en Osuna con un exorno en blanco, donde destacaban las rosas blancas.

La Quinta Angustia, comandada por Javier Mata, exornada como es habitual con calas y este año estrenaba azahar intercaladas en las mismas. Un azahar que recibió desde el cielo, en forma de petalada, en la calle hornillos.

En esa misma calle se podía observar primero como la Hermandad de la Quinta Angustia pasaba con todas las luces apagadas y entre una nube de incienso, momento que aglutina a muchísimos ursaonenses que esperan la salida de ésta Hermandad por esa calle. Al igual hacía, minutos después la Hermandad de la Pax, ésta para buscar su barrio por las mismas calles.

La Quinta Angustia, puntual, llegaba a la iglesia de la Victoria, acompañada por la Capilla Musical Pasión y la Coral Ricerace.

Terminaba un Viernes Santo, metidos ya en la madrugada del Sábado Santo, ya que también puntual, la Hermandad de la Pax llegaba a su iglesia de Consolación en torno a la 1:30 horas, hora en el que Eduardo tocaba el llamador y arriaba el paso del Mayor Dolor, para culminar así un Viernes Santo para la historia, de esos que siempre se recordarán.

 

Fotos de Artículo: El Cuartelillo

Fotografías: Javier Sánchez

 

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