Valencia 1 – 0 Sevilla | Destinados a sufrir


El Sevilla está destinado a sufrir esta temporada. O eso parece. Cuando parecía que podía llegar a los puestos europeos, lo que ha llegado es una de las peores rachas de las últimas temporadas del Sevilla. Con la derrota por 1-0 frente a un buen Valencia, son ya cuatro derrotas seguidas. Derrotas que obligan al Sevilla a dejar de pensar en Europa y a empezar a pensar en alejarse del descenso.
Esta vez el Sevilla empezó dominando el partido. Tanto es así que el conjunto de Nervión llegó a tener las ocasiones más claras en los primeros minutos. Incluso llegó a generar un penalti a su favor, eso sí de forma momentánea. Tras una exquisita jugada de Lukebakio, que terminó en un pase filtrado entre líneas para Peque, el catalán acabó en el suelo. No se lo pensó el arbitro que señaló penalti, fue una alegría para el Sevilla que duró poco. El arbitro revisó la jugada en el VAR y anuló el gol.
El segundo varapalo llegó minutos más tarde. Cuando en plena euforia sevillista tras un gol de Sambi, el arbitro anuló el gol. El balón, había salido del terreno de juego y el gol, por lo tanto, era inválido.
De poco sirvieron las quejas de los jugadores sevillistas que vieron como acto seguido el Valencia tomaba las riendas del partido. Fue Nyland, en el 37, quien salvó al Sevilla del primer tanto. Poco pudo hacer el noruego cuando justo al borde del descanso Javi Guerra anotó un buen gol. En una gran transición ofensiva del Valencia, Guerra, tras recibir un balón filtrado, anotó justo cuando se rozaba el descanso.
La poca puntería castigó al Sevilla
En la segunda parte los de García Pimienta estuvieron ausentes. Las pocas ocasiones claras que tuvieron los de Nervión, se quedaron en nada a causa de la falta de puntería. Esta vez ni Lukebakio, uno de los mejores jugadores del Sevilla, estuvo acertado de cara a puerta. Quien sí estuvo acertado fue Nyland. El guardameta salvó al Sevilla en varias ocasiones. En el 48, tras una jugada sublime del Valencia, el noruego mandó el balón a la madera. Menos de 20 minutos después, tras un gran remate de Hugo Duro de cabeza, Nyland se volvió a lucir con una gran parada a bocajarro.
El partido estaba más cerca del 2-0 que del 1-1. Achicaba aguas el Sevilla como podía mientras un gran Valencia, que dominaba el partido intentaba darle la estocada al club hispalense. El Sevilla atacaba (cuando tenía el balón) de forma plana y previsible. Y el Valencia, sin embargo, se gustaba con el balón. Poco efecto tuvieron los cambios sevillistas en las filas del club de Nervión. Ni Juanlu, ni Ejuke, ni ninguno de los que salieron desde el descanso aportaron nada diferente a un triste Sevilla.
La segunda parte terminó como empezó, con un Valencia renacido dominando y un Sevilla pidiendo, por enésima vez esta temporada, el final del partido. El Sevilla se acerca, de forma peligrosa, tras la derrota al descenso y parece estar destinado a sufrir.
