Urbanismo Local: Parcelas Ilegales
El pasado mes de Enero, algunos medios anunciaban el siguiente titular: “Andalucía permite la regularización de 250.000 casas ilegales”. Muchos meses después, a través del medio impreso que usa el PP-Osuna pude comprobar cómo el Ayuntamiento de Osuna ya tiene en teoría ganas y posibilidades de legalizar las parcelas ilegales o viviendas ilegales que afectan al término municipal de Osuna.
Los años del boom en Osuna fueron aprovechados para muchas cosas, entre otras para la construcción de segundas residencias, al calor de la segunda modernización de Andalucía, a la permisividad local y legal y al exceso de la banca.
Cuando pienso en las parcelas o viviendas ilegales tengo dos imágenes claras y muy diferenciadas. Las Viñas y Las Cabezuelas. Ambos son dos ejemplos simplemente pues existen como todos sabemos más terrenos ilegales.
Por su parte, Las Viñas, símbolo de personas agrícolas que siempre vivieron allí, gente que tiene explotaciones o negocios agrícolas o bien personas que en los años pobres tuvo para invertir y compró una segunda residencia. Parece que cada vivienda afecta a cada terreno agrícola, que no hay masificación y que cuando el propietario vende el terreno, vende la posibilidad de construir su vivienda. Las Viñas es igual o mejor hoy que hace 30 años. No ha perdido su seña de identidad.
Las Cabezuelas, segundo ejemplo. Me atacan otras dudas. ¿De quién era ese el terreno global? ¿Cómo se permitió dividirlo? ¿Por qué tienen luz y agua si son ilegales? ¿Por qué no se derribó al primer inicio de construcción? ¿Qué hubiera ocurrido si la zona protegida de las Avutardas estuviera afectándola? ¿Qué ocurre si hubiera un problema medioambiental o climático y afectara a las viviendas? ¿Sería responsabilidad del Ayuntamiento? Pero… del PSOE actual, de IU, del PP que compartió sillón con IU…
¡Cuántas dudas! ¿verdad? Además, pienso en la tremenda casualidad que la UE haya pagado un camino secundario hacia ese conjunto de parcelas. A todas luces parece un claro ejemplo de… lo dejo a su imaginación y maldad.
Está claro que el fin de la Junta de Andalucía es eliminar un problema más que ella misma permitió y cómo no, llenar la cartera. (Lástima que no haya igualdad de oportunidades en estos temas).
Ricardo Dadabría