Una nueva promesa flamenca de Osuna “Ángel Verdugo Segura”

angelOsuna desde siempre ha tenido una gran tradición y un gran ambiente flamenco y ha dado grandes artistas en las tres modalidades de esta cultura andaluza: cante, toque y baile. Aunque el flamenco se haya vivido distinto en cada época, y hoy en día parece como si a nuestra juventud le motive más otro tipo de música, afortunadamente todavía hay jóvenes a los que les atrae y quedan atrapados ante el duende y el compás, como es el caso de Ángel, que a sus 21 años sueña ya con dar dos buenas verónicas y una larga cambiada al toro de la soleá o la bulería.

Ángel, ¿ tienes antecedentes flamencos en tu familia? En mi familia a todos les gusta el flamenco. Todos cantan y bailan, pero a nivel de aficionados. Mi padre es José Elías Verdugo, que es cantaor aficionado de Osuna, al igual que mi tío Miguel, dos grandes aficionados al flamenco, socios fundadores de la Peña “La Siguiriya”. También canta mi prima Nuria que vive en Sevilla y que canta muy bien.

Al ser tú un chaval joven, ¿tus amigos entienden tu afición por el flamenco? No. Cuando yo voy en los coches de ellos, siempre me ponen unas músicas raras, pero cuando se montan en el mío les pongo flamenco y se aburren y me dicen que no entienden cómo me puede gustar una soleá o una siguiriya.

 

Aparte del flamenco, ¿qué otro tipo de música te gusta? Yo escucho flamenquito, sobre todo cuando estoy en una fiesta con mis amigos. Suelo escuchar a El Barrio, pero lo que más escucho es flamenco.

 

¿Tú tienes un ambiente flamenco donde poder disfrutar de la música que te gusta? Cuando me junto con Joselu, el nieto de El Lele, que toca la guitarra, y es el que me acompaña casi siempre que canto, sí que hay ambiente flamenco, pues uno toca la caja, otro le pega a las palmas y nos lo montamos bien, haciendo cada uno lo que mejor sabe hacer.

 

¿Tú conoces a cantaores de Osuna? Los que más me suenan actualmente son Manuel y Evaristo Cuevas. De los cantaores más lejanos no los conozco.

Me han dicho que eres muy aficionado a Camarón. Sí. Muchísimo. Mi afición al flamenco se la debo a Camarón de la Isla. Esta afición me la inculcó mi padre, que es un gran camaronero. De chico en mi casa lo que escuchaba era a Camarón.

 

Entonces, según tú, ¿qué representa Camarón para el mundo del flamenco? Para mí, todo. Ya te digo que mis comienzos fueron escuchando a Camarón y haciendo las cosas de él. Yo creía que el flamenco era sólo Camarón. Pero también tengo que decirte que con el tiempo, y creo que esto es normal en el mundo del flamenco y el de todos los aficionados que se aficiona uno por un cantaor, pues que con el tiempo se da uno cuenta que en el flamenco hay más cantaores a los que hay que escuchar. En mi caso, una vez pasada esta primera etapa, ahora estoy escuchando a cantaores como Chano Lobato, Caracol, Fosforito, Chocolate, Mairena, Menese, Morente.

 

¿Tú crees que Camarón ha atraído a mucha gente joven al flamenco? Muchísima. Entran por Camarón y poco a poco se van aficionando y escuchando a otros grandes cantaores y cantaoras. En mi caso te diré que yo empecé con las bulerías y los tangos, quizá lo más comercial suyo, y después ya escuché otros palos.

 

¿Tú has hecho ya tu presentación ante la afición de Osuna? Sí. La primera vez fue en la Casa de la Cultura con el grupo de teatro Al- Alba. Aquello fue una colaboración especial que hice, ilustrando los poemas con cante y resultó una experiencia muy bonita. Me acompañó en aquella ocasión Joselu. Después he actuado en otras ocasiones en Osuna y el otro día estuve en Pedrera en un pub. Espero que poco a poco me vayan saliendo cosas.

 

¿Tú crees que las Peñas Flamencas son los lugares adecuados para que los chavales jóvenes que se sientan atraídos por esta cultura puedan aprender? Claro que sí. Lo que ocurre, y te hablo de mí, es que el día que yo me veo con mis amigos es el viernes por la noche, que es cuando abre la Peña para poder practicar y aprender de los aficionados cantaores que se reúnen allí. En cuanto a actuaciones de artistas que de vez en cuando vienen a dar un recital a la Peña pues me ocurre que, normalmente, son los fines de semana que es cuando lo paso con mis amigos. Pero lo veo por la tele.

 

¿Tú dónde estás aprendiendo flamenco? En mi casa, escuchando a los cantaores que te nombré antes. También me ha ayudado mucho el guitarrista Manolo de Osuna, que me ha enseñado compás y que existe otro flamenco aparte de Camarón.

 

Lee también

¿Qué perspectiva de futuro tienes como cantaor joven? Mi primer objetivo es escuchar mucho y aprender de los cantaores antiguos. Una vez que consiga esto, pienso presentarme a concursos de jóvenes cantaores, que sé que hay, ya que se está apoyando mucho a los jóvenes que empiezan.

 

¿Tú eres partidario de la fusión del flamenco con otros ritmos, o eres clásico en tu concepción del flamenco? Yo estoy abierto. Mira, al flamenco puro lo van a ver muchas menos personas, sobre todo irán los viejos aficionados. Yo pienso que para atraer a los jóvenes al flamenco hay que ir mezclando, pero sin salirte de la base. Hay que intercalar, por ejemplo un taranto con una bulería con el cajón o con el bajo, que no suena mal. Ya la batería no me gusta tanto. Sí me gusta una flauta travesera. Sin embargo, el piano no me gusta mucho en el flamenco. Para una nana, quizás, sí.

 

Ángel, ¿tú en qué palo te encuentras más a gusto cantando? Me gustan mucho las alegrías, los tangos y las bulerías. También me encanta la soleá, los fandangos de Huelva, la siguiriya y el garrotín. Pero, principalmente, me gustan mucho los cantes de compás.

 

¿Para ser un buen cantaor hay que ser un buen aficionado? Sobre todo. Si no tienes afición no llegarás a nada.

 

Decían los cantaores viejos que para llegar a ser un buen cantaor hay que empezar cantando para atrás. ¿Tú estás de acuerdo con esto? Totalmente de acuerdo, pues el cantaor que comienza a cantar para atrás es el que coge compás, ya que cantarle a un bailaor o a una bailaora no es nada fácil. Si aprendes esto, yo creo que ya estás preparado para cantar solo en un escenario y poder hacerlo bien, sin meter la pata en el compás. El medir los cantes es fundamental en el flamenco. Por ejemplo, los que se acuerdan de Camarón a la hora de cantar, si Camarón alarga un tercio, tiene que saber por qué lo alarga y cómo y tiene que saber dónde caer y el ritmo básico tiene que llevarlo en la mente.

Como podemos comprobar estamos ante un nuevo valor del flamenco en Osuna, con las ideas muy claras sobre lo que quiere conseguir y a dónde quiere llegar. Te agradezco Ángel estas palabras para El Pespunte. Te deseo lo mejor en este difícil mundo. Mucha suerte.

View Comments (0)

Leave a Reply

Your email address will not be published.

Clic hacia arriba