Un regalo para Osuna: María Stma. de la Encarnación
Algo se mueve dentro de las paredes de la ermita de Fátima, algo que quiere nacer con la fuerza que solo de la juventud brota. Un bello proyecto se gesta, como María al niño Jesús mediante su encarnación gloriosa. Mañana Ntra. Sra. que da nombre a su barrio compartirá casa con una nueva imagen que desde hace unos meses la familia Hidalgo Jiménez donó a la Parroquia de Consolación.
Todo comienza casi por casualidad, sin prisas pero sin pausa. Al principio del mes de octubre se redacta el documento de donación, con las cláusulas que la familia cree oportunas. Entre esas cláusulas se pone de manifiesto que la imagen siempre será dolorosa, no se puede cambiar de nombre y tiene que estar de por vida en la ermita de Fátima. Este documento se manda al arzobispado y ya queda previsto el momento en el que por fin pueda recibir culto. Esta talla está inspirada en dos imágenes, en la Virgen de la Merced de Marchena y en de la Soledad en su Amargura de la hermandad del Santo Entierro de nuestro pueblo. Los jóvenes con mucha ilusión y trabajo, quieren llevar a cada rincón de su barrio el dulce rostro de María. Con humildad, con tranquilidad, asegurando el paso, haciendo desde el principio bien las cosas y teniendo muy en cuenta que nace como una agrupación parroquial.
Esta imagen fue un regalo de un hijo a su madre, y por eso lleva su nombre y sus ojos. Unos ojos verdes para que siempre sienta al verla la mirada de una madre. Siendo una más en su familia vuelve a ser regalada pero en esta ocasión a Osuna, para que también nuestro pueblo tenga una madre de ojos verdes. Encarnación es su nombre, siendo una advocación que se remonta a varios siglos apareciendo ya en el credo niceno-constantinopolitano por el año 381. La encarnación es en el momento en el que Dios se hace carne como la nuestra y lo hace para reconciliarnos con Él. Este momento está muy ligado a la anunciación, porque ambos ocurrieron de forma consecutiva. La frontera entre estos acontecimientos es cuando el ángel Gabriel se presenta a María, que sería la anunciación y cuando la Virgen dice “hágase en mí según tu voluntad” se produce la encarnación del verbo. Debido a la proximidad entre ambos actos la iglesia lo celebra el mismo día, el 25 de marzo, nueve meses antes de su nacimiento. La encarnación es el acto más entrañable de Dios con los hombres y también el más importante en toda la historia del ser humano. Porque la revelación comienza en este preciso momento en el que el Hijo de Dios se hace carne como la nuestra. Asumiendo nuestra naturaleza humana, pero no absorbiéndola.
María Santísima de la Encarnación será bendecida el domingo, 10 de febrero a partir de las 10:30 de la mañana en el convento de la Encarnación. La familia donante quiere que Osuna sienta este regalo, como lo sintió esa madre de familia. La cual le prestó sus ojos para quedar siempre reflejada en los de esa humilde joven de Nazaret. Gracias Madre por creer al anuncio del ángel y llevarlo a tus purísimas entrañas con amor. Gracias María, porque Dios cumplió en ti su promesa con el hombre. Gracias esclava del Señor que intercedes por nosotros tus hijos. ¡Madre de la Encarnación, ruega por nosotros!
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