Un día de la IV cumbre de la ONU en Sevilla con los agentes de la Guardia Civil
- Un total de 1.819 agentes, procedentes de más de una decena de unidades especializadas, se ocupan de vigilar y asegurar el itinerario de las delegaciones internacionales que han llegado a la ciudad esta semana
- Tiradores de precisión, especialistas en explosivos, agentes de acción rápida, expertos en detectar drones y anularlos si es necesario, en total una decena de unidades especiales trabajan hasta el 5 de julio jornadas maratonianas para garantizar la seguridad actuando en puntos estratégicos

Redactora de El Pespunte.
Periodista sevillana con más de 30 años de experiencia. Fundadora y CEO de AionSur durante 10 años. Especializada en reportajes agrícolas y sociales en la provincia de Sevilla.
Tercer día de la cumbre de la ONU en Sevilla. Las 160 delegaciones de países de todo el mundo que están en Sevilla desde el pasado sábado, comienzan a despedirse de esta breve pero importante visita a la versión más cálida de una ciudad y su verano con temperaturas por encima de cuarenta grados. En estas circunstancias y con la presión de un evento donde se han dado cita 70 líderes mundiales han trabajado las fuerzas de Seguridad del Estado. Concretamente la Guardia Civil ha destinado a la ciudad 1.819 agentes procedentes de más de una decena de unidades especializadas que se encargan durante toda la semana de garantizar parte de la seguridad en el marco de la Operación MAAT, impulsada por la Secretaría del Estado. Hasta el momento, sin incidencias dignas de reseñar pero con jornadas maratonianas de trabajo.
Controles en carreteras, zonas estratégicas, infraestructuras críticas de la ciudad, aeropuertos y base aérea de Morón de la Frontera (ubicada íntegramente en término municipal de Arahal) a donde han llegado la mayor parte de mandatarios. Por cielo, río y tierra, Sevilla se puede considerar durante la última semana como una de las ciudades más seguras del mundo. Conseguirlo ha supuesto una preparación de meses, tal como describen los agentes encargados de los oficina de Prensa del instituto armado en Sevilla, “teníamos que estar para lo máximo que supone una cumbre de estas características”. Ha sido el resultado de una preparación metódica y prolongada con simulacros realizados previamente por el instituto armado en la provincia de Sevilla.
Controles de tráfico
Para que la sociedad se haga una idea, la Comandancia de Sevilla ha convocado a los medios de comunicación a ser testigos de parte de este dispositivo. La mañana comenzaba con los efectivos en un punto kilométrico la A-4, también conocida como la Autovía del Sur, muy cerca del Aeropuerto de Sevilla. En cada control de este tipo, son varias las unidades las que actúan. Los agentes de la Agrupación de Tráfico, de la unidad de Reserva y Seguridad (ARS) de la Guardia Civil realizan el corte en una vía y van parando aleatoriamente a vehículos para identificar a sus componentes y realizar registros a los vehículos.
El teniente Pablo Rivas es la máxima autoridad en este control de tráfico. “La función principal del Grupo de Reserva y Seguridad es garantizar la seguridad de las diferentes delegaciones de los países que participan en la cumbre y darle protección en los itinerarios. El objetivo de estos controles es detectar que entre en la ciudad cualquier posible artefacto explosivo y poder así garantizar la protección de las personalidades”. De momento, no ha tenido ninguna incidencia de estas características. Los controles se realizan en todas las vías de acceso a la ciudad desde Cádiz, Huelva, Málaga o Badajoz.
El dispositivo de seguridad preparado por la Guardia Civil para esta Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se celebra en Europa es “algo excepcional”. Según el teniente Rivas, “hemos estado en servicios de la Unión Europea en los que han participado menos países que este de la ONU, pero nunca en uno como el que se ha celebrado estos días en Sevilla”.

Control de drones y anti drones
La ciudad ha acogido a 15.000 asistentes entre los que se incluyen 70 líderes mundiales, los Reyes de España y parte del Gobierno actual, por lo que la seguridad era un reto al que aún no se ha puesto fin.
Para cumplir este reto han necesitado unidades tan especiales y peculiares como las de su servicio aéreo no tripulado, denominados UAS, con agentes preparados para detectar el vuelo de drones no autorizados y anularlos, esta última acción corresponde al servicio C-UAS, es decir, antidron. Sobre el mismo, contaba el capitán del servicio aéreo, Adrián Humanes, que su misión en Sevilla es coordinar la seguridad del espacio aéreo entre las diferentes unidades, así como proteger el desplazamiento de las autoridades que llegan a la ciudad y apoyar la actuación de otras unidades. “En estos momentos cerramos los últimos días de la cumbre, protegemos las caravanas de autoridades y apoyamos desde el aire su seguridad”.
Para hacerlos tienen unidades repartidas por Sevilla y en el aeropuerto. “Desde arriba tenemos una visión óptima de todo el dispositivo y avisamos si existe peligro o amenaza en los kilómetros más cercanos para poder ordenar otra vía alternativa al desplazamiento de autoridades”, explica el capitán Humanes. Esta coordinación ha supuesto “una gran trabajo de planificación y preparación que ha durado meses, celebrando reuniones. Lo más importante era poner toda la fuerza en una misma dirección”.
Base de Morón, clave en el operativo
La Guardia Civil ha acompañado a las delegaciones de las autoridades desde distintos puntos de Sevilla y su provincia. Una parte importante ha aterrizado en las pistas de la base militar de Morón de la Frontera, por lo que han tenido que coordinar su traslado durante un itinerario más largo. En el argot de operaciones denominan cápsulas a cada uno de estos traslados en los que varias patrullas de distintas unidades protegen los coches oficiales en los que se trasladan los recién llegados. Las comitivas no se pueden quedar parada por un atasco o cualquier tipo de incidencia, por lo que la Operación MAAT incluía el estudio de vías alternativas donde estaban apostadas diferentes patrullas de la Guardia Civil. Una de ellas, la USECIC, encargada de velar por la seguridad ciudadana y la protección de personas, además de repartirse por distintos emplazamientos, ha vigilado estos días las entradas a la base militar.
El aeropuerto de Sevilla por el que también han entrado una parte de las delegaciones llegadas de distintos países, ha sido uno de los puntos neurálgicos de estas operaciones. Con un calor de justicia, en la azotea del antiguo edificio, los agentes de la UAS y C-UAS se coordinaban con el capitán Álvaro Ruiz, del Grupo de Acción Rápida, es decir, los GAR. Su participación forma parte de la unidad de reserva táctica especializada que despliega sus equipos en lugares estratégicos, concretamente por donde transitan las delegaciones internacionales. ”Hemos establecido equipos de tiradores de precisión y equipos de operadores que van apoyados por sanidad táctica, UVAS y anti drones, todo ellos en coordinación con el resto de unidades” contaba el capitán Ruiz.
Los momentos “especialmente sensibles” de este tipo de operaciones se establecen en la llegada y partida de los “Jefes de Estado y presidentes”, explica este mando, responsable de una unidad que, de manera planificada, es enviada a festivales de música, campeonatos de motociclismo, romería del Rocío, “básicamente donde se concentran multitud de personas que pueden ser objetivos sensibles para cualquier ataque terrorista”. Pero dónde se aprecia su valor real es cuando, por sorpresa, tienen que actuar en una situación de emergencias en las que se juegan la vida para minimizar los posibles daños registrados cuando llegan al lugar.

Desde el 26 de junio de 2015, está activado en España el nivel 4 de alerta antiterrorista, según el Ministerio del Interior, tras los atentados terroristas en Francia, Túnez, Kuwait y Somalia. Este nivel se mantiene desde entonces, aunque con posibles intensificaciones en ciertas circunstancias. La cumbre de la ONU ha sido un evento especialmente sensible por la concentración de autoridades internacionales.
«Que no vuele nada en Sevilla que no esté controlado»
El aeropuerto es uno de los lugares claves para la UAS y C-UAS, aunque están posicionados en varios puntos repartidos por la ciudad. Disponen de lo que denominan White List o Lista Blanca, donde se recogen los vuelos de los drones de los diferentes cuerpos policiales que trabajan en la conferencia internacional de la ONU. Están también ubicados en la azotea del antiguo edificio del aeródromo sevillano. “Es un dron que está en la lista, vuela en la calle Secuoya (Sevilla Este)”, comenta el agente después de sonar una alarma en el detector de drones en vuelo.
“Si detectamos un dron, el procedimiento es fácil y rápido. Verificamos si está autorizado o tenemos que empezar a preocuparnos. Si es una amenaza actuamos con diferentes medios, uno es la inhibición”, apunta el capitán Adrián Humanes. La principal misión de esta unidad es que “no vuele nada en Sevilla que no esté controlado”.
Es el primer gran evento en el que participa la UAS después de que entrara en vigor, el Real Decreto 517/2024, de 25 de junio, por el que se establece el régimen jurídico para la utilización civil de sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS), comúnmente conocidos como drones, en España. Este decreto, que adapta la legislación española al reglamento europeo, unifica los requisitos para actividades recreativas y profesionales, y define nuevas zonas geográficas de UAS.
Para el capitán Humanes, el decreto ha permitido que la Guardia Civil sea entidad asignada, lo que permite tener una autonomía en cuanto al vuelo de drones. “Es el único cuerpo que ha conseguido esta misión. Somos autosuficientes en el vuelo de drones, hemos creado distintas coordinaciones con organismos nacionales, planes de formación y adiestramiento continuo, formación de pilotos y estamos adquiriendo nuevos drones”.
«Impresiona sólo verlos»
A esta hora, el interior del Aeropuerto de Sevilla es un ir y venir de pasajeros preparados para partir o llegar de sus destinos vacacionales. Entre ellos están desplegados los agentes del GAR y la unidad de detección de explosivos de la Guardia Civil, los SEDEX. “Impresiona sólo verlos”, dice una mujer que, acompañada de su familia, vigila al más pequeño de sus hijos empeñado en tocar a Sisi, una perra perteneciente al Servicio Cinológico de la Guardia Civil. Pegada a su agente de referencia, no deja de mirar a un lado y otro aceptando sin problemas la caricia del niño.
Y muy cerca, atento a todo el dispositivo, está el teniente Carlos Ramírez, jefe de la Sección Fiscal y Frontera del Aeropuerto de Sevilla. “Nuestra misión es garantizar la seguridad, tanto de las delegaciones internacionales como de los pasajeros que llegan porque estamos en temporada alta de verano”. Además, el teniente dice que hacen de “anfitriones” en el despliegue de efectivos que han llegado a Sevilla desde distintos puntos de España con los que están coordinador en todo momento. Los agentes del dispositivo especial para la cumbre de la ONU estarán hasta el 5 de julio
Fuera del aeródromo sevillano está ya el sargento Valenzuela, destinado en el Grupo de Desactivación de Artefactos Explosivos– Nuclear, Radiológico, Biológico y Químico de Granada. Su función, de momento, es revisar los vehículos que entran en el aeropuerto. “Primero pasa el perro y después nos aseguramos de mirar bien todos los bajos con la cámara de tele reconocimiento. Los perros están muy bien adiestrados pero con el nivel 4 de alerta antiterrorista y la cumbre, tenemos que estar totalmente seguros”.

La cámara también se utiliza en bajos techos y lugares oscuros. “Es una herramienta bastante útil para llegar a aquellos lugares al que el perro o nosotros mismo no podemos acceder”, cuenta el sargento.
Un perro llegado de Ucrania
El perro se llama Rex, tiene tres años y llegó a España cuando comenzó la guerra de Ucrania, ahora está especializado en la detección de explosivos. “Vino con su propietario que traía una camada y nos lo regaló”, cuenta el agente que controla sus movimientos. Rex ha recorrido todo el vehículo, por dentro y por fuera sin novedad. “Si detecta algo, se para, es a lo que lo tenemos acostumbrado”. Todo lo contrario, el perro pasa rápido inspeccionando hasta que termina su trabajo.
Pasa de la una del mediodía y los agentes sigue realizando controles de tráfico, controlan dentro o en la misma azotea del aeropuerto el espacio aéreo donde, como mínimo, están diez horas.
No se quejan de la temperatura, a pesar de que los lugares de origen de una parte de los guardias civiles desplegados no incluyen ciudades en las que las olas de calor no dan un respiro, como ocurre en Sevilla. Han sido los primeros en llegar a esta cumbre de la ONU y los últimos en irse. Estarán en la ciudad hasta que salga la última delegación camino de sus países de procedencia. Los agentes de estas unidades especiales volverán a la rutina, trabajo y formación, a la espera de una nueva orden. No se sabe si tendrá que ver con el compromiso adquirido estos días por los representantes de la ONU: buscar fórmulas para aliviar la deuda y la emergencia climática, además de sobrevivir a los recortes en cooperación. Todo sin la asistencia de EEUU.

