¿Tú también tomas el protector de estómago?
No sé si habéis tenido la misma experiencia que yo, pero en las últimas bodas a las que he asistido, me sorprende cada vez más la cantidad de novedades que incluyen los novios para entretener a los invitados. Entre desodorantes, pañuelos de papel, tiritas y quitamanchas en las cestas de los baños, me llamó la atención algo inesperado: una caja de omeprazol, un medicamento que no suele asociarse a las celebraciones.
El hecho de encontrar una caja de omeprazol en una boda me hizo detenerme y pensar sobre cómo hemos llegado a este punto. El omeprazol, y los inhibidores de la bomba de protones en general, son comúnmente conocidos como «protectores gástricos», un nombre que puede dar la falsa impresión de que estos fármacos son inofensivos, o incluso beneficiosos de manera preventiva para «proteger el estómago». Muchas personas los toman sin saber exactamente para qué sirven, y algunos ni siquiera recuerdan quién se los prescribió o por qué.
Este término, «protector gástrico», puede llevar a una percepción errónea de que estos medicamentos son seguros para tomar sin ningún control, como si de una gominola se tratara. En realidad, los inhibidores de la bomba de protones son medicamentos con indicaciones muy concretas. ¿O es que tomarías por tu cuenta un antihipertensivo si te notas alta la tensión arterial?
El omeprazol y otros fármacos del mismo tipo, conocidos como inhibidores de la bomba de protones (IBP), son medicamentos diseñados para reducir la secreción de ácido en el estómago y tratar afecciones relacionadas con el reflujo gastroesofágico, la gastritis y las úlceras. Estos medicamentos son recetados por los médicos con bastante frecuencia, tanto que, en España aproximadamente 118 personas de cada 1000 toman una dosis diaria. De hecho, estamos por encima de la media europea en un 70 % en cuanto a prescripciones de estos fármacos.
Lamentablemente, los médicos en España también contribuimos a esta situación: entre un 54 % y un 69 % de las prescripciones de estos medicamentos son inadecuadas, es decir, no se ajustan a las guías clínicas o no están realmente indicadas para el paciente. Esto no solo genera un coste económico considerable para el sistema de salud, con un gasto de 413 millones de euros en 2019, sino también riesgos importantes para la salud de los pacientes cuando se toman a largo plazo.
Aunque muchos piensan que los Inhibidores de la Bomba de Protones son seguros, el uso prolongado de estos medicamentos puede tener efectos secundarios graves. Uno de los problemas más comunes es que estos medicamentos, al reducir la acidez gástrica, pueden alterar la absorción de ciertos nutrientes esenciales. Esto puede contribuir a problemas de salud a largo plazo, como la osteoporosis o las fracturas. Además, su uso prolongado se ha relacionado con un mayor riesgo de infecciones, ya que el ácido del estómago actúa como una barrera natural contra bacterias dañinas. Al disminuir esta barrera, aumentan las probabilidades de desarrollar infecciones gastrointestinales.
Los «protectores gástricos» no son “supermedicamentos” ni un remedio mágico que se pueda tomar de manera indefinida. Es crucial que se fomente el uso de alternativas no farmacológicas cuando sea posible sin necesidad de recurrir a medicación. Comer con moderación, reducir o evitar el consumo de alcohol y tabaco, eludir los alimentos grasos o picantes, y no acostarse inmediatamente después de comer pueden marcar una gran diferencia.
En España, tenemos el dudoso “privilegio” de ser uno de los países más medicados del mundo, en lugar de seguir empastillándonos a ciegas, es hora de hacer un uso más racional y consciente de los medicamentos. Los mal llamados «protectores gástricos», cuando están bien indicados, son herramientas valiosas para tratar ciertas afecciones. Pero no son una solución para todos los problemas digestivos, y su uso excesivo puede acarrear más riesgos que beneficios.
QUIERO CURARTE
Médico de pueblo. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Médico Ilustre del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de la provincia de Sevilla.
Autor del Blog: www.medicorural.es