Todos bajo un mismo lema: “JUNIOR VETE YA”
El fútbol en Sevilla es mucho más que un deporte: es una pasión que atraviesa generaciones, une a familias y crea vínculos únicos entre sus aficionados. En este contexto, el Sevilla Fútbol Club ha sido históricamente un emblema para los sevillistas, que a lo largo de los años han formado una de las hinchadas más fervorosas y fieles de España. Sin embargo, en los últimos tiempos, una creciente tensión ha comenzado a marcar la relación entre los aficionados y la directiva del club, una situación que ha alcanzado su punto álgido con la movilización de varias peñas, aficionados y el grupo ultra Biris Norte, quienes han manifestado su descontento con la gestión del club.
Contexto: Una directiva en el punto de mira
El conflicto entre una parte importante de la afición sevillista y la directiva del Sevilla FC, encabezada por, José María Del Nido Carrasco, no es algo nuevo. La raíz de esta disputa tiene varios matices, que van desde lo deportivo hasta lo institucional. La mala planificación de fichajes, la crisis deportiva reciente del equipo, que ha estado lejos de los objetivos marcados, y la percepción de una gestión más orientada a los intereses económicos que a los deportivos, han sido algunos de los motivos que han llevado a este distanciamiento entre el club y su afición.
El malestar ha ido creciendo conforme los resultados deportivos han empeorado. Desde la histórica clasificación para la Champions League y el logro de varios títulos europeos, la afición ha visto cómo el equipo ha pasado por dificultades que lo han llevado a posiciones incómodas en la tabla de clasificación de La Liga. A esto se le suman decisiones directivas que no han sido bien recibidas, como los fichajes que no han rendido al nivel esperado o la falta de proyectos claros que devuelvan al club al primer plano del fútbol español y europeo.
Las peñas sevillistas: La voz de los aficionados
Las peñas sevillistas, que durante años han sido la columna vertebral del apoyo incondicional al club, han comenzado a movilizarse. Estas agrupaciones de aficionados, que se distribuyen no solo por la ciudad de Sevilla, sino también por toda España e incluso a nivel internacional, han sido una de las fuerzas motoras detrás del crecimiento del club y su popularidad. Sin embargo, el descontento ha hecho que muchas de ellas comiencen a alzar la voz contra la gestión de la directiva.
Entre las demandas de las peñas sevillistas destaca una mayor transparencia en la gestión del club, tanto en el ámbito financiero como en el deportivo. Muchos sienten que la directiva ha tomado decisiones sin tener en cuenta la opinión de la afición, lo que ha generado una brecha importante entre el club y su base social. Además, reclaman una directiva que tenga una visión más clara a largo plazo, que priorice el éxito deportivo sobre los beneficios económicos inmediatos.
Varias peñas han organizado protestas pacíficas, tanto dentro como fuera del estadio, exigiendo cambios en la dirección del club y una mayor participación de los aficionados en la toma de decisiones. Estas manifestaciones se han intensificado con el tiempo, a medida que los resultados deportivos han empeorado y la paciencia de la afición se ha agotado.
El Colectivo Biris Norte: Un núcleo de resistencia
Uno de los grupos más visibles y activos en esta movilización es el colectivo Biris Norte, conocido por ser el núcleo de la afición más radical y animosa del Sevilla FC. Este grupo, que ha sido fundamental en la animación del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán durante los partidos, ha pasado de ser un respaldo incondicional del equipo a convertirse en una de las voces más críticas con la directiva.
Biris Norte ha sido parte esencial del folklore del sevillismo, con su pasión innegable y su capacidad para crear un ambiente intimidante para los rivales. Sin embargo, el descontento ha calado profundamente en sus filas, y sus miembros han comenzado a organizar actos de protesta más contundentes contra la directiva. Los cánticos de protesta, pancartas pidiendo la dimisión de ciertos miembros de la directiva y la renuncia a animar en algunos partidos, han sido algunas de las formas en que Biris Norte ha mostrado su descontento.
En los últimos meses, este grupo ha encabezado varias manifestaciones tanto dentro como fuera del estadio, reclamando un cambio en la gestión del club. Biris Norte ha acusado a la directiva de alejarse de los valores históricos del Sevilla FC y de priorizar intereses personales por encima de los del equipo y su afición. La falta de una respuesta contundente por parte de la dirección solo ha intensificado este malestar, y los enfrentamientos verbales entre aficionados y directivos han sido una constante en los últimos encuentros.
Las críticas a la gestión deportiva
Uno de los principales motivos del descontento es la percepción de una mala planificación deportiva. Muchos aficionados consideran que los fichajes realizados en las últimas temporadas no han estado a la altura de las expectativas. La salida de jugadores clave sin una reposición adecuada ha debilitado al equipo, lo que ha derivado en malos resultados tanto en competiciones nacionales como internacionales.
El mercado de fichajes, que en su día fue una de las principales fortalezas del Sevilla FC, con nombres como Monchi liderando grandes éxitos en la política de adquisiciones, ha dejado de ser una fuente de confianza para la afición. En lugar de la llegada de jugadores talentosos y con proyección, se ha dado paso a contrataciones que no han rendido al nivel esperado, lo que ha generado frustración en la hinchada.
Además, la falta de proyectos claros a corto plazo ha sido otro de los puntos de fricción. La afición sevillista, acostumbrada a competir al máximo nivel en España y Europa, ve cómo el equipo ha perdido ese rumbo y se encuentra sumido en una crisis deportiva de la que parece complicado salir si no se toman decisiones drásticas.
La respuesta de la directiva
Frente a las movilizaciones, la directiva del Sevilla FC ha mantenido una postura relativamente hermética, evitando confrontaciones públicas directas con los aficionados. Sin embargo, algunos miembros de la junta han defendido su gestión, alegando que las decisiones se han tomado en el mejor interés del club y que la crisis deportiva es temporal.
El presidente José María Del Nido Carrasco y otros miembros del consejo de administración han tratado de calmar las aguas, aunque sus palabras no han logrado apaciguar a la afición. De hecho, algunas de sus declaraciones han sido vistas como distantes o desconectadas de la realidad del club, lo que ha aumentado aún más la tensión entre ambas partes.
Un futuro incierto
La movilización de las peñas, aficionados y el colectivo Biris Norte sigue activa, y no parece que vaya a detenerse en el corto plazo si no se producen cambios importantes en la dirección del club. La afición sevillista ha demostrado a lo largo de los años ser una de las más fieles y apasionadas, pero también una de las más críticas cuando considera que los valores del club están en riesgo.
El futuro del Sevilla FC dependerá en gran medida de cómo gestionen esta situación. Si la directiva verdaderamente ama al club, lo mejor que podrían hacer es ceder y dejarle el puesto a alguien más preparado ya sea Del Nido Benavente o a la inversión de Fabrice Pastor. Lo malo es que hace tiempo que dejaron de lado el amor propio y el amor a “su equipo de su corazón”. Ellos seguirán con sueldos de sultanes, mientras el Sevilla muere lentamente en la cuneta de Nervión.
Esperemos que la movilización del Sábado sea efectiva y el 9 de octubre la actual directiva dimita, haciendo caso a su afición. Ojalá Del Nido Carrasco cumpla eso de que “la afición es soberana” ojalá…