Sobre cómo combate la sequía un joven agricultor de Arahal
- Ha implantado en sus tierras un producto, Riegogel, poliacrilato de potasio, que conserva la humedad mejorando la vitalidad del cultivo y la producción
- Lo fabrica una empresa de Alcalá de Guadaíra y llevan de 2019 recorriendo España para demostrar su efectividad, ya hay informes de empresas importantes que aseguran la efectividad del producto

Cuando Joaquín Pérez, agricultor de Arahal y responsable de la empresa de servicios agrícolas AgroLaMata, realizó el primer pedido de Riegogel, no estaba seguro de que la inversión realizada fuera a dar sus frutos.
El joven de 34 años forma parte de la estadística que representa el relevo generacional en sus tierras y en otras que mantiene por encargo y, por su edad, está menos afectado por la desconfianza que siempre se le ha atribuido al agricultor. Por eso, pensó que tenía poco que perder y, si sale bien, mucho que ganar. Principalmente porque la sequía que sufre el campo es un problema difícil de solucionar en la campiña sevillana. Hay que tomar ya medidas para aprovechar de la manera que sea el poco agua que cae.
Contra la sequía: retenedor de humedad
Riegogel es un producto retenedor de la humedad usado en agricultura y fabricado en Alcalá de Guadaíra. Joaquín seleccionó cinco fanegas de tierras de olivar (en Arahal son 5.813 metros cuadrados cada una). Comenzó a meterle este producto que desde hace cinco años intenta ser una de las soluciones a los problemas que conlleva la sequía. A la vista son como granos de sal gorda, de color blanco. Pero cuando está un tiempo en agua, se convierte en una masa gelatinosa retenedora de humedad. Es poliacrilato de potasio, un producto biodegradable, y se puede incorporar junto a la raíz de las plantaciones nuevas o muy cerca de las ya existentes.
Joaquín Pérez eligió esta última modalidad. Con el tractor y uno de sus aperos fue metiendo el producto en 5 fanegas de olivar de su propiedad en el pago de Cabeza Lobo. Un total de 150 gramos por cada uno de los 70 olivos que estaban en línea. Asegura que la inversión es apenas de “1,5 euros” por cada árbol. Y, aunque no ha llegado la campaña de verdeo, “los olivos en los que eche Riegogel están cargados de aceitunas”. No sólo ha mejorado la cantidad, sino “el color, el verde es diferente al resto de olivos que están en el mismo lugar pero que no tienen el producto”.

Informes sobre la remolacha
Si antes de empezar, el joven agricultor albergaba alguna duda, ahora está descartada porque lo ha probado en sus tierras. Esta es la razón principal por la que se ha decidido a ser distribuidor en Arahal del producto y mantener un punto de venta. Buscar la manera de aliviar los periodos de sequía y ahorrar agua es uno de los objetivos fundamentales en las nuevas líneas de actuación del agricultor.
En cada prueba, Antonio Calderón, representante de Riegogel, ha estado junto al joven. “Las plantas absorben el agua por cambios de presión, es un proceso de ósmosis. El producto recoge o suelta la humedad en función a la necesidad de la planta”, explica el técnico. La duración de su efecto es de 4 a 5 años.
Desde 2019, Calderón ha recorrido fincas en toda España para demostrar que cada kilo de producto (con un precio de 13 euros), aumentará la calidad y la producción de cualquier cultivo. Cuenta que una de las empresas visitadas ha sido Azucarera, la única fábrica de remolacha de Andalucía. Sus técnicos hicieron una valoración de la aplicación del producto en el cultivo de la remolacha en dos fincas, Tamariz y Santa Cristina. La conclusión de los ensayos realizados por esta empresa es que, incluso con un 25 % de estrés hídrico, “la pureza es mejor” y se ha obtenido un 12 % más de producción.

Una finca en Paradas
El producto se ha probado también en una finca que tiene la empresa en el municipio vecino de Paradas, concretamente en el pago de El Cabrero. En este lugar hay plantados almendros y olivos. Aquí hacen también analíticas e informes sobre los efectos del producto en los cultivos.
Antonio Calderón cuenta que no es más que un “retenedor de agua” y existe desde hace más de 20 años. De hecho se comenzó a implantar en países de Sudamérica. “En España se conocía en cultivos de flores” pero la empresa de Alcalá de Guadaíra que lo fabrica, dedicada al sector de la industria química, comenzó a desarrollar la fórmula en el año 2016 y su comercialización en 2019. “Después de comenzar con las presentaciones del producto para darlo a conocer entre los agricultores, llegó la pandemia y sufrimos un parón”.
La pandemia quedó atrás y continuaron con las ventas y las pruebas por fincas de Andalucía y de toda España. Uno de los hándicap contra los que dicen pelear a diario es que “el agricultor es una persona conservadora y cerrada, tiene que verlo muy claro para hacer la inversión”. Antonio Calderón visita muchas fincas al año, la campiña sevillana dice que es “una zona consolidada”. Y en ellas demuestra que el producto que representa no es sólo para terrenos de secanos, también para riegos.
“No sólo está enfocado al olivar, también al almendro, pimientos, remolacha, pistachos, aguacate, patata, en todos estos cultivos se muestra el rendimiento del producto. Un cliente de Trajano (pedanía de Utrera) me contó que se había llevado cuatro días sin regar los tomates y no se les notó”, explica Calderón.
