Ser o tener

 

Parece ser que en tiempos como estos, la gente, a la hora de tomar decisiones que afectan a su vida o la de su entorno, no tienen una respuesta intermedia.

Los hay que meditan, sopesan, valoran y hacen balance decisional de aquellos actos que van a llevar a cabo.

Por el contrario están los se comportan de modo irreflexivo, guiados por impulsos nacidos en un instante, sin pararse a reflexionar las consecuencias. Serían comparables con el cigarrón: dan un gran salto, pero no saben donde van a caer.

A mi entender, asistimos a una tremenda polarización de la sociedad, en la que van desapareciendo los grupos intermedios.

Económicamente están desapareciendo las clases medias. Los ricos cada vez son más ricos; los pobres cada vez más pobres, y lo que es peor, más numerosos.

Nuestros estudiantes son de dos tipos: muy brillantes y capaces de competir en cualquier lugar que se les ponga; o bien de una ignorancia y desinterés lamentables, y condicionantes de un fracaso que ya no les deja sitio ni en sus propias casas.

Esto que digo -siempre a mi entender- podía aplicarse a los medios de comunicación (a los que sería más apropiado llamarles “medios de propaganda”), en que esa polarización política, económica o social, a veces es escandalosa.

En cuanto a los partidos políticos, cambiaron las ideologías por los intereses y el clientelismo. Cuanto más se habla del interés general, los hechos más demuestran la preferencia por el particular.

Según los datos publicados, el resultado de la acción del gobierno viene a mostrarnos hasta que punto también éste está polarizado. Así, tras un año de ejercicio y una reforma laboral a medida de una de las partes, la destrucción de empleo es espectacular. Mientras, la banca se sanea a costa del bolsillo de los españolitos, permaneciendo en sus puestos directivos de bancos y cajas los responsables del desaguisado, y con sueldos millonarios. Los gobernantes no responden ante los ciudadanos; sólo ante la cúpula de su partido. El poder político trata de influir -¿controlar?- sobre el poder judicial.

A estas alturas de la película, los españoles tenemos bastantes dudas acerca de la separación real de los tres poderes.

La necesidad de una regeneración ética es evidente, porque la degeneración lo es más.

Tratando de buscar una explicación a este comportamiento polarizado de la población, creo encontrarlo en un “trabajo” iniciado muchos años atrás por ese “gran hermano” que no sale en los medios (no olvidemos que es el cuarto poder), pero los dirige.

Pienso en años y años de tele-basura y futbol, combinados con planes de estudios que (a juzgar por sus resultados), buscaban la creación de una sociedad ignorante, y por tanto, incapaz de defenderse críticamente ante los patrones (culturales, económicos y políticos) de una elite dominante, que impone dicha estrategia, y que sólo la beneficia a ella.

Esto, casi se podría resumir en una palabra: Consumismo.

Y encima contentos. Como en el síndrome de Estocolmo, somos capaces de comprender y hasta justificar los argumentos de los agresores.

El otro grupo social es mucho más minoritario a pesar de que hubo un momento en España, en que la igualdad de oportunidades existió realmente.

Dicho grupo, por una u otra razón, escapó de esa trampa orquestada dentro del universo consumista y adquirió formación, conservó la herencia de sus mayores, la cultura del esfuerzo y el sentido común.

No quiero decir con esto, que ninguno de los otros tenga sentido común o que no se haya esforzado; pero ante el dilema de Ser o Tener, e impulsados por la “caja tonta”, unos decidieron una cosa, y otros otra.

Hace 65 años que G. Orwell lo vaticinó por escrito en su novela “1984”. Hace 80 años que A. Huxley también lo predijo en su obra “Un Mundo Feliz”. Noah Chomsky, más recientemente publicó sus “Diez puntos de la Manipulación Mediática”. No te extrañe que muchos de nosotros, no los leyéramos porque estábamos viendo “Sálvame” o una rueda de prensa de Mourinho.

Es que tiene que haber “gente pa tó”.

Curiosamente en la España actual y a partir de los dieciocho años, el voto de cualquiera de ellos, sean del grupo que sean, sirve para lo mismo…

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