Señores caballeros y caballeros señores

dscf75611Tarde de solano del que provoca fuertes dolores de cabeza. Se lidiaron toros de los Herederos de Felipe Bartolomé, justos de presentación aunque encastados y de enorme movilidad. Difíciles para los diestros pero de gran valía para un público que ha podido contemplar el duelo por antonomasia del rejoneo actual con una diferencia dirimida en el comportamiento y el respeto demostrado hacia la afición de Osuna y alrededores que ayer acudió a la plaza llenando tres cuartos de la misma.

El veterano Fermín Bohorquez abría el cartel y lo hacía con un toro incómodo que salió con muchos pies de chiqueros. El jerezano se empleó para pararlo en los medios realizando una labor muy destacada. Esta faena, al igual que su segunda, huyó de artificios y fue aseada. Ya en su segundo y tras la actuación premiada de sus compañeros de cartel, Fermín brindó al torero Alejandro Amaya una extraordinaria salida a porta gayola. Bien de nuevo parando al toro y muy completo en la faena sobre su acostumbrada silla vaquera. Realizó cabriolas vistosas y finiquitó con 2 cortas por los adentros. El pésimo uso de los aceros lo privó de cortar ningún trofeo aunque al finalizar su actuación fue ovacionado y saludó desde el tercio.

El número uno indiscutible, Pablo Hermoso de Mendoza, dió de nuevo una lección de toreo a caballo en la Villa Ducal. Con Machado colocó dos rejones de castigo, siendo el único en hacerlo en sus dos actuaciones. Silveti e Ícaro fueron los elegidos por Pablo para una faena instrumentada de lleno en el centro de la plaza y con variedad de toreo a dos pistas saliendo por dentro de las tablas cuando el toro se cerraba y cabriolas en la mismísima cara del toro. El caballo Pirata fue el utilizado para el último tercio en sus dos adversarios. Al primero le colocó 3 banderillas cortas y un rejonazo que acabó con la vida del animal, cortando así sus dos únicas orejas de la tarde. Manolete y Pata Negra fueron los caballos elegidos para una faena a un toro parado de salida que restó mucha emoción a las piruetas y los quiebros. Tras una fortísima petición de orejas, dió una vuelta al ruedo y calmó al público que abroncaba al presidente.

Diego Ventura realizó un toreo muy personal, lleno del tremendismo al que acostumbra y con pasajes brillantes en sus faenas en las que expuso sobremanera a sus caballos una vez más. Con Maletilla colocó su primer rejón de castigo y realizó 3 piruetas que fueron caldeando a los tendidos. Nazarí se dejó llegar, caballo muy valiente y se dejó el de la Puebla ver mucho en banderillas. Al cambiar de montura para sacar a Sueste comenzó un repertorio de gestos inadecuados y poco señores para con la afición de Osuna, tirándose del caballo a puertas del patio de cuadrilla y dejando al caballo suelto con el toro suelto en la plaza y el consiguiente peligro al estar la puerta abierta. Puso banderillas al quiebro y cortas a dos manos. Tras un rejón algo desprendido, hubo petición de rabo que no fue concedido lo que propició la segunda bronca de la tarde al presidente y la segunda parte de gestos déspotas y desairados del rejoneador que no dudó en tirar sus dos orejas al ruedo en un gesto evidente de desprecio y desafío a la presidencia para dar la vuelta al ruedo con la bufanda del Real Betis. Paró con muchísimo gusto al último de la tarde, dando auténticos “muletazos” sobre el caballo. Cantú, Morante y Califa actuaron en Osuna dejándose de nuevo llegar mucho y encendiendo en el caso del segundo al público con los bocados que tiraba a la misma cabeza del toro. Colocó Diego las banderillas cortas al violin en un alarde de poderío y elasticidad. Tras necesitar dos descabellos para hacer doblar al toro, no obtuvo trofeo alguno, si bien ya se había asegurado la puerta grande.

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Duelo en la cumbre, y lo más importante, duelo en Osuna y ante buenos aficionados y entendidos del mundo del caballo, que los hay, en nuestro pueblo. Podríamos decir que acabó en tablas, pero el “fair play” futbolero, el saber estar que aportan los años y la caballerosidad y señorío que en la vida se deben tener, decantaron la balanza hacia un señor caballero, un caballero señor de nombre Pablo Hermoso de Mendoza.

Permanezcan atentos durante esta semana a nuestro portal, en el que podrán contemplar galerías de ambiente y detalles que quizás escaparon a los ojos del espectador.

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