Se cumplen siete años del descarrilamiento del tren en Arahal
- Cómo se vivió desde un medio local el accidente que causó 37 heridos y se convirtió en noticia a nivel nacional
El 29 de noviembre de 2017 el pueblo de Arahal se convertía en centro de atención para todos los medios de comunicación de España y el hashtag #descarrillamietoarahal fue trending topic en la red social Twitter, hoy X. El tren de media distancia de la línea Málaga-Sevilla descarrilaba sobre las diez de la mañana cerca de la estación de El Sorbito, en término municipal arahalense debido a las inundaciones que provocaron lluvias torrenciales que habían caído durante toda la noche.
Ese día formaba parte del grupo de periodistas del medio local de Arahal, aionsur.com, periódico digital y televisión. Todos llevábamos desde primera hora de la mañana trabajando porque las fuertes lluvias no habían remitido desde el día anterior. Esto había provocado el desbordamiento de la mayor parte de los arroyos que pasan por el municipio inundando muchas zonas rurales situadas a un lado y otro de las carreteras que conectan Arahal con otros pueblos.
Descarrilamiento contado por un medio local
Un equipo de este medio, al frente de los periodistas Alejandro Solano y Fermín Cabanillas, estaba a las 8 de la mañana en lo alto del puente ferroviario en un directo para la televisión local contando que justo debajo del puente, a lo largo de toda la vía ferroviaria, se extendía una laguna y los raíles habían desaparecido bajo el agua.
Después de contarlo, se realizó una llamada a Adif para preguntar si se había interrumpido la circulación de los trenes que pasaban por el lugar en las siguientes horas. La respuesta en este sentido fue negativa, a pesar de que se les informó del estado de la vía en este mismo lugar.
La respuesta por parte de Adif fue que, mientras aguantara el relleno de piedras y los travesaños en los que se sostienen los raíles, no habría problema. Pero, a tres kilómetros de este punto, el material que sostiene la infraestructura no aguantó y el tren descarriló con un saldo de 37 viajeros heridos que a día de hoy no han recibido compensación alguna.
Y el tren descarriló
Dos horas después de esta primera retransmisión, cuando el equipo de este medio local estaba desayunando en el restaurante Montemayor de Arahal, uno de sus componentes recibe la llamada de un agricultor. “Carmen, ha descarrilado el tren en Arahal”.
La primera impresión fue de incredulidad. El autor de la llamada era Agustín Catalán Gamboa. Estaba en el campo cuando se encontró con un técnico de Adif que le comunicó lo ocurrido pero no daba con la zona exacta del accidente. Agustín lo acompañó hasta el lugar, situado en el pago de La Agonía, junto al puente del mismo nombre, fueron los primeros en llegar.
El agricultor arahalense después se fue con su coche hasta la carretera de Utrera porque los servicios de emergencias, entre ellos el 061, no lograban localizar la zona exacta del descarrilamiento, a la que era difícil acceder con la ambulancia. Los sanitarios trasladaron el equipo necesario al vehículo de Agustín y se encaminaron al lugar, fueron los primeros en llegar para atender a los heridos.
El agricultor, además, a través de una llamada de teléfono a la responsable del medio, pidió que hiciera el llamamiento en las redes sociales solicitando la ayuda de más compañeros para poder ayudar al resto de equipos de emergencia que no lograban llegar hasta el tren accidentado. Los camiones de bomberos por su tamaño, se quedaron aparcado en los alrededores del puente.
El puente de La Agonía
La zona en la que descarriló el tren era de difícil acceso. Mientras, dos periodistas del equipo se dirigían para el lugar indicado, se sucedían los acontecimientos. Debido a la lluvia caída durante las últimas 24 horas, la zona estaba intransitable. Ambulancias y hasta coches de la Guardia Civil se quedaron atascados intentando llegar hasta el punto exacto en el que los tres vagones del tren se habían salido de la vía y permanecían volcados a la altura de uno de los puentes rurales que la cruza, el de la Agonía. La suerte, dijeron, es que el maquinista logró sobrepasar esta infraestructura sin chocar de frente con ella, de lo contrario, la tragedia hubiera sido aún mayor.
De hecho, el maquinista declaró ante la causa judicial abierta meses después que sólo recibió el aviso de reducir la velocidad del tren cuando pasó debajo del puente de la antigua nacional 4200 que atraviesa el casco urbano de Arahal. Pasó por el lugar a 120 kilómetros hora y estaba permitido hasta 160. Allí, junto al polígono industrial La Cantarería, se había formado una gran laguna de agua, la misma de la que informaron los periodistas del medio local a las 8 de la mañana. No obstante, no contaron que unos tres kilómetros más adelante, el arroyo Alameda también se había desbordado, formando otra laguna y, lo que es peor, llevándose por delante los travesaños de una tramo de vía, justo antes de llegar al puente La Agonía.
Los agricultores de Arahal, ante el llamamiento realizado en las redes por el medio local, se pusieron en marcha y con sus tractores consiguieron sacar del atasco a ambulancias y coches de la Guardia Civil porque llegar al lugar era prácticamente misión imposible. Por el puente de la Vereda Espartero, a unos 500 metros antes de llegar a la zona del accidente, al que era más fácil acceder, bajaron una parte de los sanitarios y agentes de la Guardia Civil y, andando por los aledaños de la vía ferroviaria, consiguieron alcanzar la zona.
Los agricultores y sus tractores
La ayuda de todos los servicios de Emergencias, RENFE, Adif, estaba ya en camino. Agentes de la Policía Local de Arahal, incluso fuera de servicio, acudieron a la llamada de emergencias, y se presentaron en el lugar guardias civiles de toda la comarca. Llegar a la zona afectada fue tremendo para todos. Afortunadamente ya se sabía que no había ninguna víctima mortal, pero aún así, los agentes de la Guardia Civil, de la Policía Local de Arahal y los sanitarios habían organizado todo para atender a los heridos en el menor tiempo posible.
No sólo llegaron los agricultores con sus tractores, hubo empresas de Arahal que acudieron con máquinas retroexcavadoras para abrir paso a los vehículos de emergencia. El medio local seguía informando sobre todo lo que estaba ocurriendo en las redes y en un directo que se montó para la televisión dirigido por el técnico Francisco Gómez. Además, periodistas de diarios regionales y nacionales, intentaban continuamente ponerse en contacto con los que cubríamos a esa hora la noticia porque en la redes se actualizaba continuamente el trabajo.
Ese día, se supo de nuevo de la importancia de un medio local, el primero en contar lo que estaba pasando. Además, las redes de Aionsur, sirvieron también para hacer el llamamiento a los agricultores de la zona, urgía sacar los vehículos de emergencia del barro y de las lagunas formadas cerca del lugar del accidente.
El Saladillo desbordado
Alejandro Solano, cámara al hombro, se metió en charcos y lagunas para poder llegar al lugar del accidente y retransmitir la última hora. Unos metros antes de donde se encontraban los tres vagones accidentados, los raíles estaban maltrechos y fuera de lugar porque el material y la infraestructura que los sostiene había desaparecido por la fuerza de la riada del agua que se concentraba en todo el entorno.
Una vez atendidos los heridos más graves, que fueron trasladados en helicóptero, desplazaron algunos vagones que habían conseguido mantenerse en la vía para que los viajeros pudieran bajar ayudados en ese momento por agentes de la Guardia Civil.
Mientras este grave accidente ocurría, en medio de uno de los parajes más aislados del término municipal, el Saladillo a su paso por Arahal se había desbordado, inundando la mayor parte de la zona comercial donde hay supermercados, talleres, bares y todo tipo de negocios.
También se cortaron caminos y los bomberos de Arahal tuvieron que sacar a un vecino que se había quedado atascado con su coche en medio de una gran laguna en la zona del camino de Aragón, junto a la carretera que une Arahal y Morón. En el entorno de los arroyos de la Alameda y el Buitrero, se vieron afectadas varias urbanizaciones rurales y viviendas a pie de la carretera. La atención de la jornada la concentró el descarrilamiento por el número de heridos pero no fueron las únicas víctimas de ese día.
No ha vuelto a llover tanto
Desde entonces, no ha vuelto a llover la misma cantidad en tan poco tiempo, el 29 de noviembre de 2017 los pluviómetros recogieron más de 110 litros por metro cuadrado. Las incidencias de los efectos de la última DANA en Arahal, dos días de lluvias constante que dejaron 60 litros por metro cuadrado, se centraron en el desbordamiento en varias zonas junto al arroyo el Buitrero a su paso por el camino de Aragón. El arroyo del Saladillo se desbordó también en la entrada de la carretera de Utrera que fue cortada al tráfico durante el día, hasta que remitió la lluvia.
Nada que ver con lo ocurrido el 29 de noviembre que aún está en la memoria de los vecinos, voluntarios y profesionales testigos inesperados de ese aciago día. Un aniversario que coincide con el primer mes de lo ocurrido en la provincia de Valencia después del paso de la última DANA.
Redactora de El Pespunte.
Periodista sevillana con más de 30 años de experiencia. Fundadora y CEO de AionSur durante 10 años. Especializada en reportajes agrícolas y sociales en la provincia de Sevilla.