Leyendo ahora
Sábado Santo de Soledad y Amargura

Sábado Santo de Soledad y Amargura

Comenzaba la última jornada de nuestra Semana Santa con el cielo azul, con menos nubes que los días precedentes, pero con la desconfianza puesta en el cielo ante el triste final que tuvo la Hermandad de la Paz durante su estación de penitencia. En la reciente trayectoria de la Hermandad del Santo Entierro, sus hermanos conocen bien lo que es ver truncadas sus ilusiones por la presencia de la lluvia: el pasado año, no pudieron realizar su primera estación de penitencia con su titular mariana, María Santísima en su Soledad y Amargura. Pero en este año de 2012 el desenlace iba a ser distinto.

A la hora fijada se abrían las puertas de la iglesia del antiguo convento de la calle La Huerta, desde el que partía un largo y cuidado cortejo. Aparecían representaciones de las hermandades de penitencia y gloria, el Consejo Local de Hermandades y Cofradías, el Rvdo. P. Manuel Sánchez Heredia, párroco de la Asunción, la pregonera de este año Ana María Martín Caraballo (el pregonero joven, Antonio Flores, iba de costalero bajo María Santísima en su Soledad y Amargura), el imaginero Marco Antonio Humanes, representación de la Guardia Civil y las concejalas Pilar Díaz y Brígida Pachón. Destacaba el aumento del número de nazarenos que hacen su estación de penitencia con esta corporación y el de niños vestidos de monaguillos delante de cada paso. Igualmente, el cuidado porque cada paso estuviera precedido por acólitos turiferarios y ceriferarios, con enseres prestados de las hermandades de la Vera-Cruz y Jesús Caído.

Los tambores roncos (sin acompañamiento de cornetas, afortunadamente), marcaban el paso y avisaban de la presencia de la muerte: la de la propia muerte, la Canina, que espera pensativa si habrá vencido o no, y la del hijo de Dios, que espera en el sepulcro la segura Resurrección. Espléndida y sobrecogedora fue la salida del paso del Santo Entierro, a los sones de la marcha “Al Señor de Sevilla”, que en una chicotá lo llevó hasta la altura de la calle Tía Mariquita.

Sin embargo, los sentimientos estaban esperando desde el año 2008 (cuando se bendijo) al preciso instante en que unos varales asomasen por la puerta. Ahora sí se culminaban años de trabajo, paciencia, oraciones en la iglesia de San Carlos… María Santísima en su Soledad y Amargura hacía su primera estación de penitencia en la Hermandad del Santo Entierro. Ha sido un momento histórico que consolida la reorganización de esta corporación (que empezó a finales de la década de los 90 del pasado siglo), necesaria para completar los pasajes de la Pasión y Muerte de Jesús que se veneran en la Semana Santa de Osuna. A su vez, la presencia de una imagen de la Virgen María dolorosa ayuda a comprender el papel que debemos tener los cristianos ante los padecimientos del prójimo: de ayuda, cercanía y espera ante la voluntad de Dios.

La imagen de María Santísima en su Soledad y Amargura es la última incorporación escultórica de la Semana Santa de Osuna. Para su primera salida procesional, se estrenó un paso de palio realizado entre los talleres de Paula Orfebres de Lucena y Jesús Rosado de Écija, en cuanto a tejidos y bordados. Sigue el tipo de paso de palio diseñado por Juan Carrero para María Santísima de los Dolores de la Hermandad de las Penas de la Parroquia de San Vicente de Sevilla. Sus jóvenes costaleros (llenos de ilusión e inexperiencia), la llevaron usando trabajaderas y costal también sevillanos.

El luto y la tristeza por la muerte de Jesús inundaban las calles desde este novedoso conjunto: por las mejillas sonrojadas de la Virgen, muy bella con la luz de la tarde soleada, por el amplio manto negro y hasta por las flores, siemprevivas moradas. Las marchas procesionales, todas de corte serio, estaban muy bien elegidas para esta inolvidable procesión: Soledad franciscana a su salida (en alusión a su nombre y al antiguo convento de Santa Clara, de donde salió, perteneciente en su tiempo a las franciscanas clarisas), o Amarguras (al discurrir por la calle Compañía, en alusión a su nombre, otra vez, y por ser la antigua iglesia de la Compañía Jesuita su actual sede).

La candelería, toda encendida, alumbraba el rostro de la Virgen, al caer la tarde, para dejarnos ver nuevos matices de su rostro. Se acercaba ya la hora de su entrada. Entonces, nuevas luces se iban a encender nuevamente, las del fuego pascual que ardería en las velas para anunciar la Resurrección de Cristo. El misterio de la Resurrección también es venerado en la Hermandad del Santo Entierro, cuyos hermanos se dirigirían hacia la Iglesia de San Agustín para celebrar este misterio. De este modo, la Semana Santa de Osuna terminaba culminando los deseos de esta Hermandad, hacer estación de penitencia con María Santísima en su Soledad y Amargura. Demos gracias a Dios por ayudarnos a incrementar el culto a su Bendita Madre en Osuna.

Antonio Morón Carmona

Lee también

GALERÍA FOTOGRÁFICA SÁBADO SANTO 2012 POR «SERGIO GARCÍA FOTOGRAFÍA«

www.sergiogarciafotografia.com

View Comments (0)

Leave a Reply

Your email address will not be published.