Sábado dedicado a la Madre del Buen Pastor
El pasado domingo, cuarto de Pascua, se celebró la Solemnidad del Buen Pastor. El día 24, en su víspera, se dedicó por ello esa misma festividad a la Santísima Virgen María con la advocación de “Madre del Buen Pastor”.
La figura del “pastor” está muy presente en las palabras de Jesucristo cuando predicaba a la gente y a sus discípulos, pues resultaba un símil fácilmente comprensible para ellos. Recordemos que el primer anuncio que hace el Ángel por el Nacimiento de Jesús es a un grupo de pastores.
De esta manera el pastor que cuida, alimenta y guía por el buen camino a sus ovejas se identifica con Dios y su Iglesia. La Madre de Jesús, que es también Madre de la Iglesia, recibe la advocación de Madre del Buen Pastor o Pastora Divina, por esa misión de protección y ayuda sobre todo de las ovejas, es decir de aquellas personas, más desvalidas o que necesitan una atención especial.
La iconografía de la Madre del Buen Pastor o Pastora Divina surge en Sevilla tras una visión del venerable capuchino fray Isidoro de Sevilla en 1703. Entonces encargó al pintor Miguel Alonso de Tovar un lienzo donde apareciese la Virgen tal y como la había visto: “En el centro y bajo la sombra de un árbol, la Virgen Santísima sedente en una peña, irradiando de su rostro divino amor y ternura. La túnica roja, pero cubierto el busto hasta las rodillas, de blanco pellico, ceñido a la cintura. Un manto azul, terciado al hombro izquierdo, envolverá el contorno de su cuerpo, y hacia el derecho, en las espaldas, llevará el sombrero pastoril, y junto a la diestra aparecerá el báculo de su poderío. En la mano izquierda sostendrá unas rosas y posará la mano derecha sobre un cordero que se acoge hacia su regazo. Algunas ovejas rodearán la Virgen, formando su rebaño, y todas en sus boquitas llevarán sendas rosas, simbólicas del Ave María con que la veneran.”
La difusión al culto de la Divina Pastora irá de la mano de los franciscanos capuchinos. En Osuna esta orden no fundó ninguna casa, no obstante la Divina Pastora aparece en varios cuadros: en el Monasterio de la Encarnación (las Descalzas) está el cuadro que acompaña este artículo, otro cuadro existe en la Colegiata (en la capilla de la Expiración) y en la Iglesia de Santo Domingo (actualmente en la sacristía de la Iglesia de San Carlos).
Al parecer existió una pequeña capilla en nuestro pueblo donde habría un cuadro de la Divina Pastora, junto al arco conmemorativo a la entrada de Carlos IV en 1790. De ahí puede que surja el nombre popular por el que se conoce a este arco: el Arco de la Pastora.
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