Rotundo pregón de la Semana Santa de Osuna del sacerdote Ramón Valdivia

Redondo, lleno, sonoro, completo, preciso… Cada persona que acudió el Domingo de Pasión, a la Colegiata de Osuna puede seguir aportando adjetivos a lo que transmitió el sacerdote ursaonense tras el atril en el Pregón de la Semana Santa.
Tras la clásica y siempre imponente marcha Soleá, dame la mano, comenzó pidiéndosela a la Virgen, como el mismo nombre indica, para que le acompañase durante su disertación.
Y no solo la Virgen le dio la mano, sino que el Espíritu Santo tuvo que acompañarle durante su redacción, puesto que el texto, rotundo, aportó cercanía a la vez que una profundidad al alcance de muy pocos elegidos.
Marcó el terreno muy pronto, empezando, sin ambages, por la Resurrección, “pues todo lo que se anuncia no es más que su Victoria”.
En un marco único, singular e imponente, Ramón se vio acompañado por Álvaro Pereira, canónigo como él de la Catedral, por monseñor Mariano Pizarro, por su familia, amigos y miembros de su sevillana parroquia de San Roque, aparte, claro está, de las autoridades religiosas y civiles.
Tuvo un detalle para todas las hermandades de su feligresía (San Roque, los Negritos, Virgen de la Sierra), así como para otras que le han ido acompañando a lo largo de su ministerio sacerdotal, como el Cristo de la Cárcel de Mairena del Alcor.
La alegría se fusionaba en su texto con el dolor, la muerte con el humor y a través de innumerables personajes de la Osuna de su contexto y de su niñez, iban desfilando las hermandades siendo guiadas como el Buen Pastor a su rebaño sin que ninguna de sus ovejas quisiese abandonar el redil que iba marcando.
Tras su grave paso por el hospital de La Paz de Madrid, la Pax; tras su infancia, el Mayor Dolor; tras su estancia en la SAFA, la hermandad del Dulce Nombre; tras su juventud, los Estudiantes, la Encarnación y la Humildad; tras la universidad, Jesús Caído; tras la pandemia, Vera Cruz y Quinta Angustia; Misericordia en el seno de la Antigua Universidad de Osuna; tras la paternidad del Padre, su Hijo, Jesús Nazareno y, como epílogo, una excelsa y acogedora escena familiar alrededor de la Virgen de los Dolores.
Noventa minutos exactos, en los que nuestra Semana Santa se retrotrajo a las décadas de los 80 y los 90 con un aire completamente actual y que ha quedado plasmado para la posteridad en una obra impresa titulada Nostalgia del Padre que, por primera vez, se vendió nada más finalizar el acto y cuyos beneficios van dirigidos íntegramente a Cáritas Ucrania.
Presentación
Daniel Reina realizó una semblanza perfecta sobre el pregonero con una sobriedad y elegancia que encandiló a todos los asistentes.
La grandeza en sus obras del presentador, yendo al grano y obviando florituras, fue destacada por el propio pregonero al principio de su intervención: “Es él quien debiera estar ahora en este estrado, pues toda su vida está siendo un elegante pregón”.
A continuación se puede disfrutar del Pregón íntegro gracias a la retransmisión que ofreció en directo el Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Villa de Osuna: