Romería de La Pura y Limpia Concepción de Pruna

Este 1 de mayo se celebra en la localidad sevillana de Pruna la fiesta en honor a su Patrona, La Pura y Limpia Concepción. Una celebración que atrae a cientos de devotos y allegados esparcidos por toda España y el extranjero.
Aunque la celebración de la multitudinaria romería es el primer domingo de mayo de cada año, el sábado y el viernes anterior al peregrinaje se realizan varios actos en honor a la Virgen que tienen un alto valor turístico, como una tradicional misa en la Iglesia de San Antonio Abad y una popular ofrenda floral a la Patrona por parte de los caballistas y amazonas, participando en ellas varios coros rocieros. También hay que destacar que las calles del pueblo están engalanadas, acorde a la festividad próxima de las cruces de mayo. Además de su intrínseco valor etnológico y folclórico, la romería de Pruna alberga un valor histórico y patrimonial reseñable, aspectos que en conjunto crean sinergias y ensalzan su gran interés turístico.
La génesis de esta peregrinación se remonta a los albores del siglo XVII, esto lo sabemos gracias a una carta del 9 de abril de 1878 donde Sebastián Fernández Andrade, párroco de Pruna, contesta a un oficio de la alcaldía constitucional de la villa. En ella, nos cuenta que en 1614 vecinos del pueblo “llevaron la Ymagen de la Concepción” al templo de Caños Santos –fundado por Juan Téllez Girón, IV conde de Ureña, en 1542 en el termino de Olvera–, debido a las penurias y escasez de agua que asolaban sus campos. Sus plegarias fueron escuchadas, llegó el agua que tanta falta les hacía y por gratitud a la Virgen organizaron una hermandad que se encargaría de realizar este peregrinaje anualmente.
Desde entonces hasta 1916 se realizaba el mismo trayecto, salida al alba desde la Iglesia San Antonio Abad tomando la Cañada Real de Alcalá del Valle hasta llegar al Convento de Caños Santos (unos 8 Km aproximadamente). Pero por varios motivos tales como que el templo se abandona en el siglo XIX y sucesivas quejas y denuncias de los propietarios de los terrenos que atravesaba la procesión (sobre todo desperfectos en los sembrados, ya que había zonas donde los peregrinos tenían que pasar campo a través) hicieron que la meta de esta romería se pasara a un punto intermedio de la ruta, ya dentro del término de Pruna, conocido como “El Molinillo” donde actualmente se pueden apreciar los restos de un altar a la Virgen.
En el periodo de la Guerra Civil (1936-1939) no se llegó a celebrar, uno de los principales motivos, a parte de las consecuencias del conflicto, fue el incendio del la parroquia de Pruna donde se quemó la imagen de la Pura y Limpia Concepción, no teniendo una nueva talla hasta 1938, obra de Antonio Castillo Lastrucci. Entre 1940 y 1946 se retoma el peregrinaje hacia “El Molinillo” y se empieza a celebrar, la fiesta romera en sí, en el Cerro del Navazo, a unos cuatro kilómetros del casco urbano. Allí se construyó una ermita para dicho fin, gracias a una colecta popular, en 1968, ya que la ubicación del “El Molinillo” era un lugar muy poco propicio para tan solemne celebración.
Antonio Jiménez Heredia
Vocal de la Asociación Cultural Haerens
Fotografías antiguas cedidas por José Zamudio