Red flag


Aún recuerdo cuando decidí mi voto para las elecciones generales. Fue el verano pasado con lo del meme del perrito apretándose la corbata. Eso fue un flipe, en plan, un político que cuelga memes, es que me pareció lo más. Ya con lo de ir al podcast de la Pija y la Quinqui se ganó definitivamente mi apoyo. Lo noté super cercano y afectado, iban todos contra él, la ultraderecha quería derogar el sanchismo con todo aquello del ‘que te vote txapote’.
Adelantó las elecciones y nos dijo que los del PP iban a pactar con Vox como hicieron en las comunidades autónomas, tenía razón. Y yo no quería que esos llegasen al poder. Y al final ganó, bueno, sí, es verdad, no ganó, pero éramos más como dijo él. Aunque luego me enteré de que éramos más con Puigdemont, que es de Junts, y esos de izquierdas tenían poco. Tú sabes que a mí la política ni fú ni fá. Ese era el del maletero, el que se fugó para no cumplir condena. Y más bien era de derechas. Antes prometió que lo traería para ser juzgado, y con Intxaurrondo, qué jefa, es cierto que dijo que no habría amnistía. Pero bueno, ya explicó que no es lo mismo mentir que cambiar de opinión. Y que lo que él en realidad buscaba era el perdón. Uf, no sé, no veía yo muy por la labor a esa gente de querer ser perdonados, más bien parecía que se estaban haciendo un favor mutuo. Tú me das siete votos, yo te doy la amnistía. Anyways, los del PP estaban pataleando y los de Vox también, y era mejor fijarse en eso.
Además, pasó lo de Jenni y el cerdo de Rubiales y llegó el Se Acabó. El feminismo consiguió derrotar a un fanfarrón y disfrutamos viéndole retratarse. Volvió Pedro a demostrarnos lo que podía venir si él se iba: impunidad para el patriarcado. Y dale los otros con lo de los violadores a la calle y el sí es sí, que ya dijo el presi que bueno, que había jueces que tal, y luego que a lo mejor Irene tenía que rectificar. Aunque ahora Yolanda como que se había peleado con Podemos, y no veas el shipeo que tenía con Pedro. Qué fantasía las fotos de ella con la mano en su cara besándole. Presidente y vicepresidenta. No sabe nada Yolanda, anda que no es crush Sánchez. Igualito que Rajoy o Feijóo. No sé si sigues una cuenta que se llama Mr. Handsome, es total, me puto encanta. La cosa es que luego me salió que la lleva una tía del partido. Uf, no sé, un poco creepy eso, ¿no?
Después del verano fue Feijóo a la investidura y lo intentaron ridiculizar. No subió Sánchez a contestarle y mandó a un señor de Valladolid a responderle. En aquel momento estuvo bien, pero luego me empezó a chirriar un poco. No lo dije, claro, pero me pareció un poco demasiado. Pero vamos, que al escuchar a Abascal se me pasó e incluso aplaudí a Óscar Puente, que luego fue ministro y es muy hardcore en Twitter. Sánchez habló de un muro, allí ellos y aquí nosotros. Y qué quieres que te diga, no me moló el asunto. En plan, tú sabes, luego llegó lo de Ferraz y sí compré. Tenía razón Pedro, había banderas de Franco y nazis, y rosarios y bengalas, y hasta un muñeco de Sánchez al que le dieron con un bate de beisbol. Eran unos cuantos, tampoco muchos, pero daba primero miedo, luego lache. Es verdad que el PP hizo manis contra la amnistía y no eran violentas ni nada, pero dijo Pedro que era porque no sabían perder y que eran los mismos que los de Ferraz.
Lo que sí que me empezó a rayar fue lo de Koldo. Y lo que pasó con Ábalos, que lo quitaron de en medio. En plan, ese había sido importante y lo echaron. Me dio ternura su rueda de prensa, pero se quedó con el escaño. Por lo visto habían robado en la pandemia, y tenían sus trapicheos con las comunidades autónomas. Creo que se reunían en una marisquería y que se compraron incluso casas. Primero dijeron que no se habían llevado nada y que en el confinamiento estaba la cosa complicada, vamos, que nos habían salvado, luego que Ayuso había matado a los ancianos y después que Ábalos tenía que irse. Uf, olía mal, pero no peor que lo que salió del novio de IDA. A ver, lo otro eran muchos millones en mascarillas, algunas hasta se quedaron en sótanos, pero lo del churri de ella parecía por lo que decían los medios que era casi lo mismo. Y además ella mintió, y no me gustó lo del me gusta la fruta, porque ahora lo repiten todos los fachas, los de la fachosfera.
Una cosa gordi, pero entre tú y yo eh, no me acaba de convencer eso. En plan, entiendo que hay algunos de derechas que no hay por donde cogerlos, pero no todos pueden ser igual ¿sabes? Y es que ya hasta hay gente de izquierdas a las que también la meten en el mismo saco. Y no me parece justo. Rollo el Felipe González es un viejo, pero mi yayo el otro día me decía que no hay derecho a que se le trate así. Y tía, no sé, que mi abuelo es de izquierdas de siempre, que vivió con Franco. Que sí, que todo avanza, pero que yo puedo estar en desacuerdo contigo y no por eso dejar de ser buena persona y no significa que ya no seamos amiga. Todo esto me da un poco de vibes de la típica tóxica controladora a la que no se le puede llevar la contraria. Sí, un poco del palo de Claudia en segundo. O hacíamos lo que decía ella o nos amenazaba con no invitarnos al cumple. Y si hablábamos con las de otra clase ya nos ponía en contra a las del grupo. Ya ves tía, qué pesadilla de niña.
Vamos, que yo esto te lo cuento a ti porque sé que no me vas a juzgar, pero un poco sí que siento que esto ya es too much. Sabes que no soporto a los que van de aliade, flow el Carlitos ese con el que me estuve liando que era un pelmazo queriendo servir más coño que nosotras, como si buscara que le alabaran todo el rato que pusiera verde a sus colegas con lo neanthertales que son. Me da la sensación de que hay hombres que de tanta falsa deconstrucción se han acabado destruyendo el atractivo. Como las croquetas. El caso es que no entendí muy bien lo de la carta a la ciudadanía, menos ahora que sabía que su mujer estaba investigada y no dijo ni mú. Pero lo que me terminó de tocar el pie es que dijera en la tele que escribió la carta y que después de mandarla se la enseñó a Begoña. O sea, que criticas que están poniendo a tu mujer en el centro y pones a tu mujer en el centro sin ni siquiera consultarlo con ella. No sé, tata, algo no encaja. Y a ver, que sororidad hasta un punto. No, mi ciela, que hay mujeres caraduras y tú y yo lo sabemos. Me gustaría que se explicasen, que dijeran qué hay de verdad. Pero nada.
Y luego otra vez lo de la ultraderecha como si fuera un comodín para cuando las cosas te van mal. Yo que sé, pero que sí, que luego ves a Abascal con el carnicero de Netanyahu y le das la razón. Que una cosa, que a tope con lo de reconocer el Estado de Palestina, pero no puedo con lo de la sobreactuación, sobre todo cuando hace poco cambió la postura con el Sáhara. Qué pasa con los saharauis. Un poco hipócrita, ¿no? Un poco como lo del ‘All eyes on Rafah’, que parecía que la peña estaba subiendo un sorteo de la Pombo de ‘regalo dos pares de adidas samba cada 15 minutos’.
No sé tía, y no me mates, pero el caso es que me he dado cuenta de que detecto bastantes red flags en Pedro Sánchez. No me gusta esto del o conmigo o contra mí, ya he dado puerta a algunos por eso. Tampoco lo de que la culpa siempre sea del otro, o lo de que la lie con la amnistía, pero no se presente en el debate y solo aparezca con su sonrisa irresistible para votar. No puedo con los que no dan la cara, los que ponen a otros a comerse los marrones. Es como si le hiciera ghosting a los españoles. Que no me gusta y ya no soy tan niña para creerme lo de ‘te miento porque te quiero’. Y que los alquileres siguen igual de caros, y el independizarse igual de difícil. Que el cohete del que hablan no ha debido de despegar. Que ni una ley han aprobado más allá de la amnistía, que no tienen ni presupuestos. Que lo del fango y la fachosfera cansa, que me suenan a las palabras vacías y repetitivas del zalamero que sabes que le tiene pánico al compromiso. Llevo días dándole vueltas a una cosa, ¿y si Pedro cuando nos dice que tiene bailando a la fachosfera en realidad nos tiene bailando a nosotros al son de su flauta de Hamelín? No sé, cari, que hasta he quitado la chapa de ‘Yo soy Perra Sanxe’ de mi totebag porque yo no soy la perra de nadie. A ver si solo vamos a reivindicar zorra en Eurovisión. No sé, tía, es lo que siento. Pero si esto lo digo no soy tan de izquierdas.
