Real Betis 1-3 Deportivo Alavés | Empeñado en autodestruirse


Derrota del Real Betis Balompié por tres goles a 1 ante el Deportivo Alavés, en un día en el que el equipo pareció empeñarse en hacerse daño a si mismo. Dos acciones irrisorias marcaron un partido que se antojaba clave para reenganchar al personal. Tropiezo que, a estas alturas de la temporada, empieza a ser muy doloroso, viendo como la tabla se va estirando.
Primeros 45 minutos de montaña rusa
Lo visto en los primeros 45 minutos rozó lo inverosímil. Para empezar, Vitor Roque desperdició una oportunidad clarísima para poner al Betis por delante, quedándose dormido y aletargado a la hora de definir. Posteriormente, Marc Barta cometió un penalti completamente absurdo sobre Kike García, que el mismo delantero convirtió sin demasiado problema. Todo esto en cuestión de cinco minutos, que ya indicaban que el partido iba a ser atropellado.
Después estuvimos a punto de vivir algo nunca visto, pues la acción entre Barta y Kike se repitió, literalmente. El catalán no acertó en un balón a la espalda que, al ver como recibió el mismo ariete, volvió a cometer el mismo error, provocando el que parecía ser la segunda pena máxima de la primera mitad. El colegiado fue a revisar la acción al VAR, pero cuando fue a tomar la decisión, ya con toda la afición enmudecida, sorprendentemente contradijo a los señoles de la sala VOR, señalizando que no había nada punible. Respiraba el Betis, y sobre todo, Bartra.
Tras todo esto pareció que el Betis reaccionaba. Insistió sobre la portería del Alavés hasta que, en el minuto 28, Jesús Rodríguez se inventó un disparo lejano que sorprendió a Owono, poniendo las tablas en el marcador. Repito, 28 minutos. Ni media hora pasó, cuando el partido ya había parecido perder todo tipo de control.
Dicho esto, la primera parte finalizó con alguna ocasión más para cada equipo y con Ricardo Rodríguez lesionado, que fue sustituido por Romain Perraud.
Otro error infantil terminó de romper el partido
La segunda mitad arrancó incluso peor que la primera. En apenas diez minutos, esta vez fue Romain Perraud el que cometió el error que terminó de romper el encuentro. En un balón largo del Alavés, cuando el francés se encontraba siendo el último defensor, este calculó horriblemente mal el duelo aéreo, llegando tarde a la disputa e impactando de forma deliberada sobre Carlos Vicente cuando este se marchaba solo hacia Adrián. El lateral fue expulsado de forma inmediata y todo se puso demasiado cuesta arriba.
A todo esto, le sumamos que Sabaly también salió tocado en el descanso, y dejas un Betis con un futbolista menos y sin laterales. Ante ello Manuel Pellegrini intentó reinventar a los suyos, primero formando una línea de cinco y luego dejando a Natan y Altimira como laterales. Y aunque el equipo lo intentó, finalmente el Alavés decidió el partido con el piloto automático. Kike García fue el que, con su hat-trick, cerró la tarde, dejando un Benito Villamarín desolado y un Betis completamente roto.
¿El peor momento de la era Pellegrini?
Tras el pitido final se confirmó: este Betis está en crisis. La plantilla parece estar descompensada, tensa y agarrotada. Las cosas no salen y el fútbol no resalta. Cuando no son las lesiones, son los errores propios. Y al final, todo se resume en que el equipo sigue cayendo en la tabla y adquiriendo cada día más urgencia por solucionar errores y, más que nada, refuerzos.
La próxima cita, en casa de un Mallorca en un estado de forma espectacular. Veremos cómo avanza la semana y cómo se repone el equipo, pero a día de hoy, empieza a haber prisas.

Periodista deportivo y creador de contenido en redes sociales. Mi objetivo es hacer del deporte algo accesible y divertido para todos. Porque aquí el tiempo extra siempre es emocionante.