
Periodista deportivo y creador de contenido en redes sociales. Mi objetivo es hacer del deporte algo accesible y divertido para todos. Porque aquí el tiempo extra siempre es emocionante.
En la antesala de un partido para la historia como será la final de la Conference League del próximo 28 de mayo, el Real Betis Balompié tiene aún un reto inmediato que afrontar: mantener viva la llama de la Champions League. La clasificación directa ya no depende de sí mismos, pero la matemática no ha dictado sentencia. Y mientras haya opción, este equipo no se bajará del tren del sueño.
El empate ante Osasuna dejó al conjunto verdiblanco con un sabor agridulce. Estuvo cerca la victoria, se rozó con la yema de los dedos. Pero el gol de Budimir en una jugada embarullada frenó una remontada que parecía encauzada tras el tanto del Cucho Hernández. Ese punto, unido a la victoria del Villarreal esa jornada frente al Girona, más su goleada hoy al Leganés, amplía la distancia hasta los 6 puntos. Quedan solo tres jornadas, y el margen de error es nulo.
Pellegrini no renuncia a nada
Manuel Pellegrini ha sido claro y rotundo: “Mientras las matemáticas den vamos a seguir intentando entrar en Champions”. El técnico chileno es el primero en mantener viva la ambición. Sabe que no será fácil, pero también sabe que este equipo ha crecido desde la convicción. El Betis ha cumplido con su objetivo primordial: clasificar a competición europea por quinta temporada consecutiva, una gesta que habla de regularidad, solidez y proyecto.
Pero hay un deseo de más. De dar un salto. De colarse entre los grandes y poner el broche a una era. Para eso, ganar en Vallecas es obligatorio.
Un rival duro y con Europa en la mira
No será sencillo. El Rayo Vallecano, dirigido con mano firme por Iñigo Pérez, está completando una campaña notable. Con 47 puntos y ocupando la octava plaza, está en plena pugna por los puestos que dan acceso a la Conference. En su estadio, el equipo franjirrojo se transforma: presión alta, ritmo alto, intensidad desde el primer minuto. El Betis deberá apelar a su jerarquía y experiencia si quiere domar ese vendaval.
Vallecas, además, es una plaza que históricamente le ha exigido mucho al Betis. Mañana, a las 19:00 horas, el duelo será de máxima tensión para ambos. El que falle, se descuelga.
Rotaciones, fondo de armario y un regreso esperado
Con la final de Polonia cada vez más cerca, la gestión de esfuerzos será clave. Pellegrini lo sabe y ha ido modulando las cargas de minutos de varios jugadores. Sin embargo, no habrá concesiones: la Champions sigue en juego, y el Betis no se presentará con reservas.
La gran novedad es el regreso del joven Ángel Ortiz a la convocatoria. La lesión de Bellerín, que se pierde lo que resta de temporada, abre la puerta al canterano para tener minutos en un contexto de máxima exigencia. Su descaro y compromiso pueden ser un activo importante en este tramo decisivo.
Una cita con el destino
Sea cual sea el resultado, este equipo ha vuelto a competir, ha vuelto a emocionar y ha vuelto a hacerse respetar en todas las competiciones. En el horizonte está la gloria continental, pero antes hay una última promesa por cumplir: no rendirse nunca.
Vallecas decidirá si el Betis sigue soñando con la Champions o si, definitivamente, el foco debe girarse por completo hacia Polonia. Lo que está claro es que, con Pellegrini al mando, este Betis nunca baja los brazos.

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