Quien dirige los cuidados paliativos en Andalucía
En la vida de muchas familias, los cuidados paliativos se presentan como un refugio emocional y sanitario esencial. La atención a las personas en fase terminal no solo exige conocimientos médicos especializados, sino también una calidad humana que permita acompañar en el momento más íntimo y vulnerable de la vida de una persona. Por ello, el reciente nombramiento de Miguel García Linares como nuevo coordinador del Plan Andaluz de Cuidados Paliativos es una gran noticia para nuestra comunidad autónoma.
García Linares es un profesional reconocido en el ámbito de los cuidados paliativos por su condición de médico de familia además de oncólogo y su experiencia sobre el terreno en este ámbito le avalan para liderar este plan tan crucial. Su trayectoria está marcada por una dedicación a mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias en sus últimos días, y quienes le conocen de cerca destacan su compromiso y sensibilidad, especialmente en los entornos rurales.
Permítanme compartir con ustedes una experiencia personal que ilustra la calidad profesional y humana del nuevo coordinador. Hace unos años, uno de mis hermanos fue diagnosticado de una enfermedad grave que lo llevó a la fase terminal de su vida. Estando ingresado en el hospital sin posibilidad de curación, y tras una conversación con él y su familia, decidimos que lo mejor era llevarlo a casa, donde estaría rodeado de toda su familia y yo, como uno más de ella podría hacerme cargo de sus cuidados en sus últimos momentos. Era una situación muy difícil para todos, también para mí que debía actuar como médico y hermano.
Compartí esta decisión y mi determinación de realizar sus cuidados paliativos los últimos días en un mensaje en las redes sociales, y sorprendentemente, Miguel García Linares se hizo eco de ello. A pesar de la distancia, unos 100 kilómetros que separaban su domicilio del nuestro y de las dificultades propias de un día festivo en plena pandemia de CoVID19, se presentó en nuestro pueblo para atender personalmente a mi hermano. Fue él, y no yo, quien administró la sedación paliativa necesaria. Su gesto, motivado por un profundo respeto hacia mi situación personal y profesional, quedó grabado en mi memoria. Desde entonces, mi admiración por él no ha dejado de crecer.
Este episodio no es un caso aislado. Habla de una forma de entender la medicina en la que el paciente y su entorno son lo primero, por encima de cualquier dificultad. Es un ejemplo de los valores que García Linares aporta al Plan Andaluz de Cuidados Paliativos. Su capacidad para conectar con las familias y su voluntad de ir más allá de lo esperado lo convierten en el líder ideal para enfrentarse y dinamizar los retos de este campo.
En los pueblos, los cuidados paliativos presentan desafíos particulares. La falta de recursos y personal especializado puede dificultar que los pacientes terminales reciban la atención que merecen. Muchas veces, estas personas desean pasar sus últimos momentos en sus hogares, rodeados de sus seres queridos, y no en una cama de hospital. Sin embargo, garantizar este derecho requiere un enfoque coordinado y humano, algo que García Linares ha defendido siempre.
El Plan Andaluz de Cuidados Paliativos no solo debe centrarse en proporcionar tratamiento médico, sino también en garantizar la dignidad, el alivio del sufrimiento y el acompañamiento emocional en cualquier lugar de nuestra geografía, especialmente en áreas rurales.
Como profesional de la medicina y como familiar que ha vivido la importancia de unos cuidados paliativos humanizados, creo que Andalucía está en las mejores manos. Este nombramiento es un reconocimiento a quienes, como García Linares, hacen de la medicina no solo una profesión, sino también un acto de amor hacia los demás.
QUIERO CURARTE
Médico de pueblo. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Médico Ilustre del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de la provincia de Sevilla.
Autor del Blog: www.medicorural.es