Qué poco vale la vida de una persona
Hace un año, 23 de Agosto de 2008, Santa Rosa de Lima, sufrí un percance cuando trabajaba en un puesto del Mercado Municipal de Abastos. Se produjo un fallo en el sistema electrónico de la cancela que cierra la instalación, que llevaba un mes colocada, y se descolgó sobre mi cabeza.
Traumatismo craneoencefalico y una pequeña fisura de cráneo adornado con dieciocho puntos de sutura. Tres semanas de baja aparte del daño psicológico, pero eso lo guardo para mí…
La colocación de dicha cancela se debió a las reiteradas quejas por parte de los comerciantes del Mercado, que sufríamos robos casi a diario. Desde el primer momento el mando que acciona nuestra cancela no funciona correctamente, razón por la cual se lo comunicamos al responsable de la colocación, un tipo que tiene una cristalería. Nos da largas cada vez que le avisamos y para colmo después de lo sucedido me dice que la culpa es mía por “darle al botoncito”. Desde el Ayuntamiento, entidad responsable y pagadora que se encarga de avisar a la empresa para colocar la reja miran para otro lado, no vaya a ser que le salpique la abundante sangre que brotó de mi cabeza, según cuentan testigos presenciales, yo afortunadamente no vi nada debido al sitio de la herida y quizás por eso no llegué a perder el conocimiento.
Por dignidad y dado que nadie se interesó por mi estado decido solicitar daños y perjuicios aconsejado por mi abogado, sobre todo cuando descubrimos que la instalación no tiene cajón de seguridad que hubiera evitado el accidente.
El Sr. Cristalero me comenta que el cajón está hecho y preparado para ponerlo, de eso hace ya más de un año. ¿Por qué no lo han puesto desde el primer día, si es verdad que está hecho y preparado para su colocación?
La Junta de Gobierno Local en sesión celebrada el día 5 de marzo del año 2009 asesorada por uno de sus técnicos desestima mi reclamación por los daños sufridos como consecuencia de…
Un supuesto mal funcionamiento del mecanismo del cerramiento del puesto de mercado de Abastos Nº 29, cuando el interesado trabajaba en el interior del mismo, dado que el citado puesto está adjudicado a Doña Isabel….(mi madre), no correspondiendo a este Ayuntamiento el mantenimiento de las instalaciones propias del mismo, además de que la titular no mantiene ninguna relación con el accidentado, quien presta servicios por cuenta ajena en la empresa JOSE PESCADERIA tal como consta en el parte de baja presentado por el propio interesado. (…)
Haciéndole saber que, contra la resolución transcrita que pone fin a la vía administrativa puede interponer recurso contencioso-administrativo ante el Juzgado de Sevilla. ….
¡Allí nos veremos! Por mi orgullo, por mi dignidad, por mi cabeza, por el cajón de seguridad… que aún no existe.
Después de todo esto me quedan muchas dudas:
-Si en lugar de tocarme a mí, la cancela le cae a un cliente con la mala suerte de que lo mata, ¿la responsabilidad sería de mi madre, adjudicataria del puesto?
-Si avisamos varias veces del mal funcionamiento de la reja que ha colocado una empresa a la que ni siquiera conocemos y nadie nos ha escuchado, ¿qué parte de culpa tengo yo por estar trabajando debajo?
-¿Por qué contratan a una empresa que no cumple con las normas de seguridad?
-¿Por qué no son capaces de reconocer el mal funcionamiento del mecanismo de cerramiento, y lo dejan en un supuesto? cuando ningún técnico del Ayuntamiento ha visto la instalación, sólo habrán escuchado, me imagino, a la empresa instaladora .Recuerden que sólo llevaba colocada un mes.
-Llevo diez años trabajando en ese puesto junto a mis padres, aunque es verdad que figuro laboralmente en otra pescadería, en diez años todos saben cuál es mi relación laboral, que aquí nos conocemos todos. Y tienen la osadía y hasta la caradura de decirme que no tengo ninguna relación laboral con la madre que me parió.
-Desde aquel día ya no ha vuelto a fallar el mando de la cancela, ¿casualidad, o es que no funcionaba correctamente?
-El Ayuntamiento cobra todos los meses el alquiler del puesto, encarga la reja a una empresa elegida por ellos y cuando la reja se cae sobre mi cabeza son los trabajadores del Ayuntamiento los que vienen a levantarla junto a los instaladores. ¿Cómo pueden decir ahora que no corresponde a ellos el mantenimiento de las instalaciones?
En más de una ocasión les hemos comunicado a los responsables municipales la carencia de la instalación, estamos trabajando en peligro y sin cumplir las normas de seguridad. Este tema también lo sabe el partido de la oposición, es decir, que todos nuestros políticos saben de nuestras condiciones de trabajo y de mi percance sin que a día de hoy hayamos obtenido respuesta ni solución.
PD: A día de hoy me encuentro en perfecto estado de salud. Gracias
José Ant. Díaz
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