Puerta del Príncipe para la Virgen de los Reyes
A los sones de la marcha procesional “Corpus Christi” la Virgen de los Reyes lentamente se va situando en la Puerta del Príncipe para presidir la Magna procesión que clausura el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular.
Inevitable no acordarme en esos momentos del que tantos años fue Cirujano Jefe de la Real Maestranza de Sevilla, el doctor Antonio Leal Castaño, gran devoto de esta advocación mariana.
Esa piedad popular que se ha tratado en el Congreso hace que desde que la Virgen procesiona el 15 de agosto multitud de fieles del Aljarafe sevillano vengan andando desde sus respectivas localidades para asistir a las misas que delante de la Virgen se celebran a partir de las 5,30 de la mañana y a la posterior procesión.
Natural de Espartinas, el Dr. Leal Castaño solía hacer esa peregrinación desde muy pequeño y nació en su corazón una inmensa devoción a la Virgen de los Reyes.
Ese niño peregrino soñaba con ser torero e incluso llegó a vestirse de luces. Pero le faltó el valor para enfrentarse a un toro. Y decidió convertirse en médico de los toreros.
En alguna entrevista dijo lo siguiente: “Ya que no tuve valor para ser torero, he querido dedicar mi ciencia a remediar en lo posible, las consecuencias sangrientas que aquel valor lleva consigo”.
En sus casi cuarenta años al frente de la enfermería de la Plaza de la Maestranza tuvo que intervenir en cornadas de mucha gravedad. En todas se encomendaba a la Virgen de los Reyes antes de intervenir. Con especial sentimiento recordaba la recibida por el novillero mexicano Miguel Ángel García Medrano, que se anunciaba en los carteles como “Miguel Ángel”.
El 2 de mayo de 1954 tuvo lugar una novillada en la que casi todos los participantes resultaron cogidos. Así lo narraba la crónica de ABC con posterioridad.
“ La Feria de este año ha tenido un signo dramático. Con él, el más acusado aún, se cerró la novillada del domingo. Toreros de todas las categorías -matadores, banderilleros, picadores y hasta espontáneos- quedaron prendidos de las astas de las reses y pasaron triste y obligada visita a la enfermería. ¿Desentrenamiento, impericia, pujanza del toro en abri? Tal vez haya habido de todo un poco. Lo cierto es que el balance ha sido doloroso. Y no más en sus consecuencias, porque en Sevilla, la intervención facultativa es firme vehículo de la misericordia divina…”
Firme vehículo de la misericordia divina decía el cronista. El Dr. Leal lo definía como la ayuda inestable y perceptible de la Virgen de los Reyes.
Ese 2 de mayo del 54 tuvo lugar una de las cornadas más graves que se han producido en la Maestranza. Un novillo empitonó a Miguel Ángel por la boca atravesándole el cráneo.
El parte médico inicial decía :
“Fue asistido durante la lidia del primer toro, el mejicano Miguel Ángel, de una herida que le interesa la bóveda del palatino, alcanzando el peñasco, con fractura del mismo; parálisis del nervio fácil y otorragia. Pronóstico: gravísimo”.
El torero fue trasladado a la clínica Virgen de los Reyes, fundada por varios doctores en 1940 en la antigua calle Oriente, y que era conocida por la clínica de los toreros , pues al ser el Dr. Leal uno de sus promotores eran donde se recuperaban los toreros de sus percances.
En la clínica se emite un segundo parte médico que dice:
“ El diestro mejicano Miguel Ángel , sufre una herida por asta de toro que interesa paladar interior y posterior y que atravesando la fosa tiroidea derecha alcanza el peñasco, fracturando la base del cráneo con parálisis del nervio facial. Gran otorragia, Pronostico gravísimo. Durante la cura se le hizo una transfusión de sangre de 200 centímetros cúbicos”.
El torero se recuperó y pudo llegar a tomar la alternativa. El Dr. Leal, lejos de atribuirse ningún mérito, siempre lo achacó a la intervención de la Virgen de los Reyes. Y no solo en esa intervención sino en todas las que hacía.
Tal era su devoción que en el año 1951 convenció a los caballeros maestrantes, propietarios de la plaza, para que en la enfermería se pusiera un retablo cerámico de la Virgen de los Reyes. Es obra de Antonio Muñoz Ruiz y se realizó en la Fábrica de Montalván en Triana.
Estuvo presidiendo la enfermería de la Maestranza hasta que se hicieron las obras de remodelación en 2009 y pasó a ocupar un lugar preminente en la antesala de la Capilla de la Plaza donde todos los toreros hacen un saludo reverencial a la Reina y Señora antes de entrar en la capilla y al salir de ella.
En esa misma antesala de la capilla hay varios azulejos con la “Oración del torero” dirigidas al Gran Poder y a la Macarena que también participaron en la Magna procesión de Clausura.
Por todo ello, cuando a los sones de “Corpus Christi” la Virgen de los Reyes enfilaba la Puerta del Príncipe todo lo expuesto vino a la cabeza y en silencio de manera espontánea brotó del corazón el himno de la Virgen de los Reyes.
“A tus plantas se postra Sevilla
Por rendirte homenaje y loor.
Gloria, gloria a Ti, Virgen de los Reyes,
Que nos riges con cetro de Amor.
Gloria, gloria a Ti, Virgen de los Reyes,
Gloria a Ti, oh, Reina de Amor.
Tuyo Señora nuestro hogar,
Y tuyo nuestros amores.
Nuestra oración tus flores,
Y nuestro pecho tu Altar.
Reina aquí, pues tu Sevilla,
Que Fernando conquistó,
A Ti Virgen de los Reyes,
Por Patrona te aclamó. “
MANOLETINAS
Manuel Fernández Leal es licenciado en Derecho, máster en asesoría jurídica de empresa, docente en diversos cursos de postgrado. Aficionado práctico taurino. Conferenciante en temas de la historia de la tauromaquia. Autor del blog “Leales del toreo”. Coordinador del Aula Taurina de Antiguos Alumnos del Colegio Tabladilla. Colaborador en tertulias taurinas en Radio Ya, Radio Decisión y Onda Capital y en la revista francesa “Toros”, decana de la prensa taurina en Europa.
manolofdezleal@gmail.com