
Me he cruzado por ahí con Prometeo, dios de la mitología griega y, ya puesto, me he informado un poco de su vida y su obra. Y he llegado a la conclusión de que este Prometeo fue o es un dios al que hay que tenerle fe, en el que hay que creer, pues fue un dios apañao, enrollao, cojonudo,… -llamémosle equis-, un dios –haciendo un chiste fácil con su nombre- que no prometía, sino que hacía.
Dice el “Diccionario de la mitología mundial” -de EDAF Ediciones-, que los dioses eran, en un principio, adversos a los humanos –me suena mucho esto- y que Zeus desató el diluvio universal con el fin de barrer a los humanos de la faz de la Tierra. Entonces, Prometeo aconsejó a su hijo Deucalión –ponle hoy este nombre a un hijo tuyo y él te pone en el Juzgado-, que construyese un arca, donde podían salvarse él y su mujer, asegurando así la supervivencia de los humanos –esto también me suena mucho-.
Informándome de la vida y obra de Prometeo me enteré de que muchos son los beneficios que proporcionó a los hombres: la medicina, la navegación, la domesticación de los animales, la medida del tiempo, el alfabeto, etc. Además, robó en el Olimpo el fuego sagrado, el cual dio a los hombres –lo que nos vino de perlas porque, entre otros usos, no quiero imaginar una gastronomía sin fuego-.
Bueno, pues todo esto provocó la envidia de los dioses, y Zeus, iracundo, ordenó a Hefesto que encadenase al pobre Prometeo a un alto pico del Cáucaso y que, durante el día, un águila le devorase el hígado, que volvía a crecer durante la noche, y así eternamente. -¡Y es que no se puede ser bueno! ¡Y cuidado con el invento de Zeus con el águila y el hígado!-
El dios Prometeo debió ser un dios importante, pues sólo en la Wikipedia se recogen unas diecisiete representaciones suyas –pinturas, esculturas, vasijas-. Por cierto, que en ninguna de estas representaciones se le ve un solo pelo en el cuerpo, por lo que hay que pensar o que era cuerpilampiño o que ya en aquel tiempo se usaba la depilación masculina.
¡Cuidado, no confundir con Proteo!, dios también de la mitología griega, que era pastor de los rebaños de focas de Poseidón, que debe ser un oficio bien pagado y muy entretenido, aunque no dice el diccionario de la mitología por qué pastoreaba focas, si Poseidón las tenía por la leche, por la carne, por la piel,… o simplemente tenía focas como otros tienen canarios, por pura afición. Pues este Proteo había recibido de Poseidón, su padre –tal vez en compensación por tenerlo pastoreando focas-, el don de profetizar el futuro. Todos los días salía del mar –pues era un dios marino- y, sentado en la orilla, vaticinaba el porvenir a los marinos y pescadores que acudían a él.
Pues nada, a ver si un día sale Proteo del mar y nos profetiza el futuro a los pobres mortales, que está entre espeso y oscuro, lo mires por donde lo mires.

LO QUE ME RONDA POR LA CABEZA
Nace en Osuna (Sevilla) en mayo de 1958. Es Maestro especialista en Lengua y Literatura y en Educación Infantil.
Ha colaborado en la realización de libros de texto con las editoriales Alborada y S.M. –Equipo “Blanca de los Ríos”-. Ha publicado artículos de opinión en algunos diarios y revistas, comoSur,Jaén,Andalucía Libre,Grupo Publicaciones del Sur,...
Desde muy temprana edad tiene metido en los sueños y en la sangre “el veneno” de la lectura y la escritura, lo que ha dado lugar a la publicación de algunos libros de artículos, relatos para niños y adultos, poesía… y hasta un diccionario de humor.