Prácticas del alumnado de Mecatrónica en empresas de la provincia, primera oportunidad de contacto con el mundo laboral

Para continuar con esta formación, la pasada semana anunciaron la implantación en el IES La Campiña del Curso de Especialización de Fabricación Inteligente, un máster de la Formación Profesional que atraerá a alumnado de toda Andalucía

Marcos Rodríguez con un robot de soldadura en la empresa Jimeca S.L. ubicada en Arahal

Redactora de El Pespunte.
Periodista sevillana con más de 30 años de experiencia. Fundadora y CEO de AionSur durante 10 años. Especializada en reportajes agrícolas y sociales en la provincia de Sevilla.

Marcos Rodríguez es un joven de 21 años que cursa segundo año del Grado Superior de Mecatrónica en el IES La Campiña de Arahal. Está realizando prácticas en Jimeca S.L., una empresa referente europeo en la fabricación de equipos multibasculantes, exporta a más de 40 países. En esta fábrica se implantan poco a poco las nuevas tecnologías aplicadas al proceso de fabricación que es justo en lo que el estudiante se está formando. El próximo curso dará un paso más en este sentido porque ha decidido matricularse en el Curso de Especialización de Fabricación Inteligente, que se implantará en su instituto, el segundo de Sevilla y su provincia en disponer de esta oferta educativa.

Prácticas y formación

El joven será uno de los primeros alumnos en matricularse en Arahal en el Curso de Especialización de Fabricación Inteligente que pertenece a la misma rama en la que él lleva formándose dos años.

En Jimeca ha realizado distintas funciones, como la interpretación de documentación y planos de diferentes tipos de instalaciones y actualizaciones informáticas en el proceso de fabricación de piezas, diseño, elaboración de programas para brazos robots especializados en soldaduras, sistemas eléctricos, entre otras actividades.

Tanto él como sus compañeros se han repartido por empresas ubicadas en el entorno de Arahal, en un radio de 50 kilómetros, para tener su primer contacto con el mundo laboral, imprescindible en la Formación Dual implantada por la Junta de Andalucía.

Mantenimiento industrial

Y es que Marcos lleva dos años formándose en Mecatrónica, una especialidad que abarca muchos conceptos programados en sus distintos módulos profesionales. “Se trata de un Grado Superior en el que formamos al alumnado en el mantenimiento de los equipos industriales”, explica Sergio Rodríguez, jefe de departamento en el IES La Campiña para esta oferta educativa y pionera en la provincia, implantada en Arahal desde hace tres cursos lectivos, “este año se gradúan la segunda promoción y han entrado los alumnos de la tercera”, concreta el profesor.

Pero estudian un mantenimiento industrial que en la actualidad pasa por la aplicación y programación informática. “Durante el primer curso los enseñamos a que se familiaricen con el manejo manual de todo tipo de máquinas; en el segundo empiezan la adaptación de este conocimiento para ser capaces de crear el software o solucionar cualquier problema en este sentido”, explica el profesor.

Todo a través de módulos en los que se estudian los procesos de fabricación (soldadura, mecanizado, instalaciones eléctricas y electrónica), módulos de sistemas hidráulicos, eléctricos y mecánicos. También aprenden a conocer los elementos de maquinaria industrial (cálculo del sistema de engranaje, tolerancia, vigas) junto con la representación gráfica de elementos mecatrónicos, es decir, la creación de programas informáticos que sean capaces de diseñar y fabricar piezas para todo tipo de industrias. O lo que es lo mismo, digitalización aplicada al sistema productivo y su repercusión en los sectores productivos teniendo en cuenta la actividad de la empresa.

mecatronica-arahal-formacion — Marcos realizando un proyecto en 3D.

Prácticas en empresas

Este ciclo abarca tantos conocimientos que, a la hora de realizar las prácticas, el alumnado se reparte por empresas ubicadas en toda la comarca, en un perímetro de 50 kilómetros. Y pertenecen a sectores diferentes. Marco está en Jimeca, que ejerce una actividad enmarcada en el sector industrial de la construcción, pero antes estuvo en Procavi, fábrica dedicada a la producción integral de carne de pavo. “Trabajé en un nuevo centro de trabajo donde se habían implantado nuevas tecnologías”, cuenta el joven.

Y hay compañeros repartidos por empresas del sector agroalimentario como Ángel Camacho y Aceitunas Guadalquivir (ambas de Morón de la Frontera), Los Artesanos de Arahal dedicados a la fabricación de platos elaborados y postres o Arasol, otra empresa especializada en el envasado de aceitunas. Son también empresas colaboradores Soluciones Eléctricas Corbones S.L.U de La Puebla de Cazalla, Desarrollos Hidraúlicos, Exolum (CLH), Roga Arahal y hasta una de las fábricas que tiene en la provincia la marca Coca Cola, entre otras.

La cooperación entre el centro educativo y las empresas va a más cada año que pasa, entre otras razones porque cada vez es más complicado encontrar trabajadores en cualquiera de estos sectores, sobre todo si tienen que estar formados en las nuevas tecnologías. Y todas las empresas se adaptan poco a poco a una era en la que no hay marcha atrás en el uso de la robótica y sistemas mecanizados manejados con programas informáticos.

Alto nivel

El nuevo Curso de Especialización les permitirá ahondar aún más en el trabajo de programación aplicando ya la Inteligencia Artificial, a la que no son ajenos del todo porque en Mecatrónica también se les adelanta contenidos en este sentido. “Tocamos muchos campos en esta formación”, apunta Marcos que asegura seguirá sus estudios en la rama universitaria de esta familia profesional. Todo con la experiencia de haber estado en un centro de trabajo en horario completo, como un trabajador más.

“La Mecatrónica es una oferta educativa de un alto nivel. La carrera necesita 33 créditos. El alumnado aprende primero a desarrollar habilidades manuales, a montar y desmontar maquinaria y, después, a diseñar y programar, un trabajo en el ordenador con diseños tres D y programación”, dice el jefe de Departamento del IES La Campiña.

De hecho, la dificultad provocó que el 50 % del alumnado que se matriculó el primer año renunciara, y ofertan 20 plazas; el 75 % del alumnado de la segunda promoción, también lo dejó durante el primer año. Aparte de aprender a manejar todo tipo de sistemas (mecánicos, hidráulicos, eléctricos) acaban programándolos para hacerlos funcionar. A su vez, el programa de estudios incluye un módulo sobre sostenibilidad aplicada al sistema productivo y aprender a realizar un itinerario personal para la empleabilidad.