Por encima de la marca

Multitud de análisis de los resultados de las elecciones europeas nos asaltan desde el domingo. Cada uno arrima el ascua a su sardina y, como siempre, ninguno ha perdido. Estos resultados, unidos a la composición de la Mesa del Parlamento de Cataluña y las posibles propuestas de candidatos a la investidura, han copado las opiniones de esta semana.
A mí me interesa más un análisis local. Ahora que se cumple un año de la llegada de José Luis Sanz a la alcaldía, y justo tras el episodio, aún no concluido, de los presupuestos del Ayuntamiento, estas votaciones pueden ofrecernos algunos datos. Partamos de la premisa de que no son comparables las elecciones municipales y europeas, más ideológicas éstas y convertidas, además, en un plebiscito sobre el presidente del Gobierno. De hecho, muy poco se ha hablado de temas europeos, mucho más del fango, en el que tan bien se mueven algunos.
Se confirma, de José Luis Sanz, algo que ya sucedía en su etapa de Tomares: está por encima de la marca. Tanto de alcalde como de senador, sus resultados siempre han mejorado a los del partido. Y se ha repetido. Tanto en porcentaje de voto (38,18%) como en diferencia con el PSOE (6,78%), supera los datos del partido a nivel andaluz (37,87% de votos y 5,71% de diferencia) -que también está por encima de la marca y ha conseguido ganar, por primera vez, unas europeas- como nacional (34,2% de votos y 4,02% de diferencia). Otra cuestión importante es que no le ha pasado factura el posible desgaste de los presupuestos y absorbe el poco voto que le quedaba a Ciudadanos. A nivel de distrito, el dato más positivo viene de San Pablo-Santa Justa -aumenta casi un punto la diferencia con los socialistas-, un lugar sociológicamente muy interesante para los partidos y en el que el PP, poco a poco, sigue ganando espacio al PSOE. También lo hace, en menor medida, en El Cerro, donde el partido debe seguir recortando distancias.
En el debe, destaca la bajada de porcentaje de voto, quizás por el propio carácter de las elecciones -mucho más ideológicas que las municipales- y la menor participación. Partidos como Vox o el nuevo del controvertido Alvise Pérez, amortizan mejor los votos en este tipo de convocatorias, donde los temas nacionales y las polémicas están sobre la mesa -pasión frente a gestión-, lo que les permite movilizar mejor a los suyos. No es difícil deducir un movimiento hacia la derecha, que el PP consigue amortiguar con el voto naranja que antes comentábamos y el de los moderados socialistas, desesperados con la deriva de su partido. Estas circunstancias provocan que su diferencia con el PSOE se reduzca, aunque no significativamente, en 7 de los 11 distritos, siendo el más llamativo el caso de Los Remedios (4,52%), justificado por albergar el voto más de derecha de la ciudad y siendo zona propicia para partidos como Vox o el de Alvise. O Sevilla Este, donde en las municipales consiguió un buen resultado por esa política de proximidad y que ahora vuelve a un voto más ideologizado.
Entiendo la satisfacción del alcalde con los resultados. Hay margen de recuperación por la derecha y de crecimiento por el centro. Las buenas noticias superan a las malas y éstas, además, parecen tener solución, al estar en el gobierno. La gestión del día a día de la ciudad -los pilares de Sevilla, como lo llamaba en la campaña- será clave estos años, especialmente en los barrios más periféricos y, supuestamente, esa es la vitola que lo hizo aterrizar en Sevilla tras sus años en Tomares. Eso, junto a un proyecto de referencia, que aún no ha llegado, pueden ser las herramientas para consolidar los datos que estas elecciones han dejado entrever.
