Perroflautas
En mayo hice un apetecible viaje a Osuna sin caer en la cuenta que el 22 de ese mes se celebraban las Elecciones Municipales. El error de planificar me impidió depositar mi voto en la urna correspondiente. Un contratiempo que no lamenté y me sirvió para comprobar que el desencanto que me produce la plebe política era compartido entre conocidos y amigos ursaonenses. En el norte o en el sur la mentira no es cuestión de acentos. A ellos me dirijo.
Un modo de evitar tragarse las palabras es dar prioridad al pensamiento antes que a la lengua. Los que desarrollan su vida al servicio de la política están acostumbrados a ingerir sapos ya que sobreviven con la estrategia de repetir hasta mil veces si es necesario la mentira con tal de convertirla en una verdad. “Los herederos del reino de taifas nunca corrigen errores”.
La estrategia de mentir se expone a ser descubierta cuando no se atiende al adversario. Y eso ha ocurrido con la revuelta de jóvenes indignados que han descrito el concepto de mentir de los actores políticos, que han dejado al descubierto la falsedad e hipocresía de quienes durante casi un mes fueron desarrollando un papelón insuperable omitiendo una respuesta que no tienen ni saben dar. Decidieron ser simpáticos con los jóvenes osados mirando a otro sitio. Es como si creyeran que solo se trataba de chiquillos tonteando en la edad del pavo. Incluso dejaban caer sobre ellos un cierto apoyo moral pensando que el tiempo por si solo pondría fin a la fiesta reivindicativa.
Despues vino el zarandeo a los diputados en el Parlamento Catalán: “¿cómo? ¿Qué es esto?” Ni un segundo para la conjetura, todos (izquierda, derecha, nacionales o separatístas) al unísono se abrazaron tras el cartel “Respeto por la Democracia” (en mayúsculas) al ver como el pequeño grano se ha hecho grande. Las reivindicaciones no importan, atribulan las formas y esto no tiene gracia, hay que cortar por lo sano. ¡Ah! Pero, ¿qué es lo sano? ¿Seguir falseando lavando el cerebro de la sociedad más tonta? Sí. Hay que hacer creer que estas gentes son perroflautas, gentes de mal vivir que desconocen la noción de los límites democráticos, improductivas que chupan de litronas o tetra brik de vino calentorro y de aseo distraído… Continúo: trápalas vestidos con pantalones que parecen cagados y vagos con los dedos amarillos del porro o de metérselos en el culo, vete a saber.
Son afirmaciones con síntomas de delirio persecutorio que han salido de bocas de personajes que nos representan a través de medios y cargos públicos. Por más que repitan saben que mienten. Hay más: “Usan métodos de guerrillas y tan peligrosos como la Kale Borroka”. Esta otra tiene tarea: “No eran catalanes me insultaban en español”, lo dice Alfonso López Tena, una perla de “Solidaritat Catalana per la independencia” con apellidos no precisamente de Vilanova i la Geltrú. Lástima de la Guardia Civil que ya casi no tiene competencias en Cataluña, perdón Catalunya. Lo digo refiriéndome a otra joya: el expresidente futbolero Laporta ¿Se hubiera resguardado igualmente en un furgón de la benemérita? ¿Hubiera soportado, quizás, la vieja tesis con síndrome de Peter Pan de los que aún puedan añorar que con Franco esto no pasaba…?
Jamás estaré a favor de la violencia, simplemente quiero recordar a los políticos que si no entregan lo que prometen que vayan al tanto con esta cosecha.
Una más: “Que se vayan a mear a España estos indignados” (a Osuna mismo). Firmado: Carod Rovira, o el Sr. Pérez como lo identificamos por aquí. Es que…
Antonio Moreno Pérez
El Pespunte no se hace responsable de la opinión vertida por sus lectores y/o colaboradores en esta sección de opinión y su publicación no significa que necesariamente se comparta dicha opinión, sólo somos garantes de la libertad de expresión.
Periódico joven, libre e independiente.
Fundado el 24 de noviembre de 2006 en Osuna (Sevilla).