¿Para cuándo el abucheo?

En la historia de braguetazos importantes aparece un yerno granujilla que no se le ató en corto: “El Marqués de Villaverde”. Franco, el suegro y mandamás de entonces no tenía necesidad (qué tontería) de hacer la vista gorda y permitió que fuera consejero de administración de 17 empresas, por ejemplo. Y a callar.
 
Hemos progresado bastante hoy hablamos todos de todo, hasta me permito apostar públicamente una cervecita a que el Urdangarin caerá de boca en la cárcel. El bobalicón mensaje navideño de Su Majestad no deja duda a que el envite me será favorable. “La justicia debe ser igual para todos” nos ha dicho en alusión al jaque mate al yerno echándolo a los leones.

Un año más D. Juan Carlos I aprovecha la debilidad emocional que produce la Navidad para poner a prueba la condescendencia de la sociedad de pan y circo hacia su persona. Y no se puede quejar. Por lo visto le respalda un importante poso de afecto de palmeros en estado de idiotez crónica que jamás encuentran un motivo para encabronarse con el Rey; lo mismo se tragan medias verdades que la mentira absoluta: “Los españoles debemos estar orgullosos de la sanidad pública que tenemos”. Esta perla la dijo tras operarse y emplear toda una planta del centro para uso y disfrute. Algún resto de anestesia le debía tener distraída las neuronas cuando no se mordió la lengua. Eché a faltar un sonoro abucheo. “¡Olé el Rey con el bastón en la mano!” se leyó en titulares a resulta del dardo que le lanzó con la vena gorda al simio venezolano (Chávez) para sedarlo: “¿Y porqué no te callas?” Una gran ovación lo arropó. La calzonería hacia el Borbón es tal, que cuando un osado periodista publique que la Reina duerme en Londres y hace más vida allí que aquí nadie se lo afeará.

En mi taberna de cabecera me entero que para recuperarse de operaciones o achaques nuestro Rey elige, desde hace años, un centro médico en Barcelona pionero en la cirugía plástica y en tratamiento antiaging (rejuvenecimiento). Nada que objetar y nada criticable si no es porque desde cualquier ventanal de dicho centro, a escasos 50 metros, se divisa un palacio de tres plantas propiedad, desde el 2005, de la pareja más posmoderna de la Casa Real, o sea: La Infanta Cristina “(teniente de los dos oídos, no se ha enterado de nada)” y el “mosquita muerta” del Urdangarin. No hablo de euros en reformas y decoración porque ya  todo se sabe. Pero una pregunta me asalta: ¿No se le llama encubrimiento a esto? Para jugar a ser tonto hay que estar listo, y ahí le han dado al nieto de Alfonso XIII.

Jugando a lo mismo, a la mentira absoluta, los jerifaltes políticos han sido más vivos. Apostados detrás de la puerta han conseguido el objetivo, que no era otro que trincar al “Rey sueco” poco espabilado. El combustible Urdangarin va a distraer en tiempos de crisis. Algo así como los ajusticiamientos medievales en medio del pueblo que calmaban los ánimos de la plebe. “Bienvenido el pararrayo de la tormenta”. Con ovaciones aparentemente fervorosas juntos brindan por un trueque tan necesario como inexcusable. Los churretes de la Casa Real se han de limpiar silenciando los enjuagues fatigosos de tantos sinvergüenzas existentes en la cata política. El caso Palma o Nóoss no es más delictivo que los Gurtel, Eres, Faisán o yo que sé… Pero ¿Políticos a la cárcel….? Será en Islandia, aquí no se ha derogado la ley del pico de la manta.

Sigan, sigan aplaudiendo.

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Antonio Moreno Pérez

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View Comments (3)
  • Corren tiempos de hipocresía. Los “padres de la patria” pregonan verduras y venden pescado. La mentira es la institución más sólida del país. Los delincuentes sientan en el banquillo a los jueces anti corrupción, los pobres dan el dinero a los bancos que son los culpables de la pobreza, se condecora a todo un equipo ministerial indiscriminadamente, cuando han engañado a su país, llevándolo a la ruina (o al menos no la han minimizado), bien por inoperancia, bien por malevolencia, estando algunos de ellos “subjudice” POR CORRUPCIÓN.
    Se indemniza a los banqueros y ejecutivos ladrones.
    Si aquí hubiera un ministro sin cartera, lo primero que se me ocurriría pensar es que uno de los otros se la había “limpiado”..
    Los señores, pueden pensar lo que quieran.

  • Pues tienes toda la razon, pero aqui el personal se queja mucho, sobretodo(de los politico) y no les faltan motivos, pero luego Van y los votan y cuando llegamos al rey ya se cambia de combersacion y lo mas probable es que derivemos hacia la copa del rey, claro. Este pueblo nuestro está anestesiado o tiene todavia metido hasta los tuetanos el miedo y la ignorancia que nos metio el que todos sabemos. Por eso te felicito, por que de tu articulo se desprende que ejerces tu derecho aexpresar libremente lo que piensas y sin miedo.Un saludo y adelante que ya es hora.

  • ¿Que la justicia es igual para todos? mentira puñetera, el está exento de cualquier responsabilidad según la vergonzante Constitución ¿Cómo que no se debe generalizar? En el fondo lo que hay es miedo en el borbón este, mucho miedo de que la sociedad española se anime. Si el urdangarín decide tirar del hilo aparecerán los delincuentes de guante blanco, políticos corruptos y chorizos banqueros. Y por supuesto la justicia hará mutis por el foro con el yernisimo, de lo contrario se sabrá la fortuna de J. Carlos (más de 1.500 millones de euros según Forbes y otras publicaciones relevantes.
    Aúnque la apuesta la pierde está bien que rulen artículos valientes como este.

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