Pablo y Teo, Manual de resistencia

Estamos en 2018, el presidente Mariano Rajoy cae en la primera moción de censura aprobada de nuestra democracia. El gallego decide convocar un Congreso en el que se batirán a duelo las dos principales estrellas del marianismo: María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santa María. Todo parecía desembocar en una guerra sideral en la que sólo podría quedar una.

Lejos de Génova, en el madrileño parque del Retiro, los niños corretean y gritan. Sentados en un banco se encuentran sus dos progenitores. Allí, aquella tarde de junio, Pablo y Teodoro deciden dar un paso al frente y presentar su candidatura a las primarias. Casado era entonces la eterna promesa del PP, ostentaba la vicesecretaría de comunicación, mientras que Egea, por su parte, era Ingeniero de telecomunicaciones y diputado.

Muchos pudieron pensar que estaban locos, cuenta Teodoro en una entrevista a Daniel Ramírez en El Español, que aquella tarde los dos pensaron que solo tenían un 3% de posibilidades de salir victoriosos. Sin embargo, como ustedes ya sabrán, de aquella refriega descarnada entre Cospedal y Sáenz de Santa María salió un palentino de 37 años como nuevo líder del PP. Casado consiguió cosechar el 57,2% de los votos.

Quizás ahora, al estar tan señalada su figura, se haya olvidado, pero aquellos días los periódicos señalaban a un tipo de Murcia como el principal ideólogo de aquella sorprendente victoria. Teodoro García Egea consiguió a contrarreloj recabar los apoyos suficientes para que Pablo Casado fuese nombrado nuevo presidente del PP. De hecho, el signo inequívoco de la gesta del murciano fue recompensado con la secretaría general del partido.

Volvemos a este fatídico febrero de 2022 en Génova 13, la situación parece insostenible, a Casado y a Egea les acusan de atrincherarse en la sede. La misma sede en la que el domingo pasado pidieron sus cabezas 3.500 ayusers a los que la presidenta madrileña se encargó ayer de agradecérselo. Aquella misma sede hacia la que van dirigida editoriales de periódicos, declaraciones de barones, desaprobaciones de empresarios. En esa planta séptima, en la que ayer se esperaba que Casado redactase su carta de defunción se anunció que el presidente convocaba la Junta Directiva Nacional para la semana que viene. Todo apunta a que habrá Congreso extraordinario, y ahora, puede que las posibilidades que tienen Pablo y Teo de salir victoriosos sean menores a las de ese 3% de aquel junio de 2018 en el banco del Retiro. Puede que alguien los vea hoy por allí, dispuestos a conjurarse, volviendo al punto de partida para coger impulso en esta guerra. Conviene no olvidar el cierre del discurso de investidura de Casado como presidente del PP nacional, aquella mañana citó a Machado:

“¡Qué importa un día! Está el ayer alerto 

al mañana, mañana al infinito; 

¡hombres de España, ni el pasado ha muerto, 

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ni está el mañana—ni el ayer—escrito!” 

Santi Gigliotti
Twitter: @santigigliotti

 

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