
Responsable de comunicación provincial de Adelante Andalucía Sevilla.
Fotógrafa y auxiliar administrativa.
El debate sobre el futuro de El Cabril no puede quedarse solo en su cierre. Es imprescindible hablar con la misma seriedad del desmantelamiento seguro y responsable de las instalaciones. El Cabril, ubicado en el término municipal de Hornachuelos (Córdoba), ha sido durante décadas el almacén de residuos radiactivos de baja y media actividad de toda España. Su clausura, si llega, debe ir acompañada de un proceso técnico riguroso y de una vigilancia sostenida en el tiempo.
Cerrar El Cabril sin más, dejando los residuos ya almacenados sin la debida supervisión, no solo no resuelve el problema, sino que puede agravarlo. Un cierre administrativo o político sin planificación puede traducirse en un abandono encubierto, donde las infraestructuras se deterioran, el personal especializado se reduce y la vigilancia se relaja. En un contexto así, el riesgo medioambiental y para la salud pública no desaparece, sino que aumenta.
Por eso, hablar del cierre de El Cabril debe ir necesariamente ligado a una política clara de desmantelamiento progresivo, con garantías de seguridad, control técnico a largo plazo y participación pública. No se trata solo de sellar una puerta, sino de establecer un protocolo para la gestión de los residuos ya existentes, asegurar su contención a largo plazo y, llegado el momento, su reubicación si la tecnología o las condiciones lo permiten.
Además, cualquier plan debe tener en cuenta el impacto en la comarca. No se puede pedir a una zona que ha asumido durante décadas la carga de estos residuos que se enfrente ahora al abandono económico. Es fundamental un plan de transición justa que sustituya los empleos y los recursos que El Cabril ha generado, por proyectos sostenibles que dinamicen el territorio sin ponerlo en riesgo.
En resumen, cerrar El Cabril no puede ser un gesto simbólico o político aislado. Solo será una medida responsable si va acompañada de un desmantelamiento seguro, una vigilancia continua, una solución técnica para los residuos almacenados y un compromiso serio con el futuro de la zona afectada.
