
Estudiante de Periodismo en la US. Apasionado de la profesión y del día a día futbolístico de la mejor ciudad del mundo.
Han sido semanas en la que las oficinas del Ramón Sánchez-Pizjuán han echado humo. Todo comenzó con la destitución de un Víctor Orta que se marchó de Nervión dejando un balance de resultados difícil de contemplar en cualquier otro sitio. Antonio Cordón fue nombrado nuevo director de fútbol profesional del Sevilla FC y, desde entonces, se puso manos a la obra para finiquitar la llegada de Imanol Alguacil. Sin embargo, en el momento clave de la operación, ambas partes entendieron que no estaban en sintonía y el extremeño activó la segunda opción. Ahora, tras días de negociaciones, el Sevilla FC ya ha oficializado la llegada de Matías Almeyda para hacerse frente del banquillo sevillista.
Matías Almeyda, la nueva cara del banquillo del Sevilla FC
Ya es oficial. Matías Almeyda es la gran apuesta de Antonio Cordón para encabezar junto a este el proyecto del nuevo Sevilla FC. El técnico argentino viene de la mano del extremeño, quien tenía claro que este era una de sus opciones bajo el brazo cuando se dio su llegada al Ramón Sánchez-Pizjuán. Han sido varios días de negociaciones, pocos comparados con los que empleó la entidad para convencer a Imanol, aunque la resolución ha llegado a buen puerto y pronto. El club ya lo ha comunicado mediante todas sus redes sociales y página web. El tractorcito firma por tres temporadas en el que la tercera de ellas es opcional según el rumbo que haya tomado el equipo. Dicho contrato está lleno de aristas y cláusulas que podrían facilitar, en caso de que las cosas no vayan como es previsto, un desenlace más o menos cordial para ambas partes. Cabe recordar que el ex de River Plate, entre otros, ya vistió la casaca nervionense en el año noventa y seis como futbolista del Sevilla FC.
Se trata del mayor reto europeo, y quizás sin ese adjetivo por delante, de la carrera de Matías Almeyda. El punto a favor de cara a lidiar con la presión que sobrevuela Nervión estos últimos años fue su experiencia en River. El tractorcito pasó de descender con el club de sus amores como capitán a tenerque devolverlo a la máxima categoría del fútbol argentino desde el banquillo. Tras lograr el ascenso y no cuajar en primera, este se marchó a Banfield para construir su primer equipo de autor y volver a lograr su segundo ascenso consecutivo. En Chivas logró su obra maestra, desterrando a los grandes del fútbol mexicano y logrando cinco títulos y siete finales. Luego pasó por Estados Unidos en seguramente la experiencia menos satisfactoria de su carrera, hasta que en Grecia volvió a tocar plata con el AEK de Atenas perdurando tres años en los que fue claramente de más a menos.
