Novatadas, un problema de todos
Hace unos días escuchábamos en la televisión como un vídeo sobre un cántico machista por parte de un Colegio Mayor en Madrid se hacía viral. A pesar del contenido desagradable y machista de los cánticos, algunas alumnas decían no haberse sentido ofendidas por dichos gritos y defendían que se trataba de una “tradición”. Este es solo un ejemplo de las millones de novatadas que se realizan cada año en las residencias y colegios mayores de todo el mundo, pero principalmente, en España.
Hablamos continuamente de la necesidad de actuar contra el Bullying, de defender los valores y derechos de la mujer y, sin embargo, permitimos y consentimos las novatadas, considerándolo algo “guay”, “divertido” y una forma “normal” de integrarse en un sitio nuevo. Tenemos tan aceptados estos comportamientos, que en la mayoría de ocasiones, la dirección o miembros educativos de las residencias están al tanto de ellos y no solo los permiten, sino que, en algunos casos, incluso, los apoyan y fomentan, resultando en vano cualquier queja de los estudiantes nuevos al respecto.
¿Cómo pretendemos entonces erradicar epidemias como el Bullying? ¿Acaso hay alguna diferencia entre las novatadas y el acoso escolar? A pesar de que las primeras suelen estar más aceptadas, en ambos casos, se infravalora y humilla a la persona, se hiere su autoestima y se le hace daño, ya sea, físico o mental, lo cual tiene múltiples consecuencias a corto y largo plazo, en la salud mental de la persona. Lo tratamos como algo divertido, sin embargo, cada vez son más las personas que viven estos comportamientos y que durante ellos o justo después, terminan llorando y pasándolo mal.
Es lógico y comprensible que queramos hacer actividades que permitan que los nuevos residentes pierdan el nerviosismo inicial y cojan confianza, no obstante, ¿dónde está el límite?, ¿Cómo hemos podido llegar al punto de llamar, aceptar e incluso defender como “tradición” unos cánticos ofensivos e insultantes sobre alguien?. En lugar de hacer estas novatadas desagradables, ¿por qué no realizamos y pensamos actividades que, realmente, hagan sentir bien a los nuevos estudiantes y que de verdad les ayuden a integrarse?
Erradicar las Novatadas, el Bullying y todos aquellos comportamientos que hieran y violen los derechos humanos, es cosa de todos. Es responsabilidad de cada uno rechazar aquellos centros y personas que permitan y realicen estos comportamientos, no hacer bromas sobre ellos y escuchar y apoyar a las personas que lo sufren y piden ayuda sobre ello. Pues, “No es cosa de niños”, “No es algo normal” y “No es guay ni divertido” que para integrarte en un sitio tengas que pasarlo mal.
Autora: Paula Morales Olivares
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