Niña Pastori: “Puede que el público no sepa si estás totalmente afinada, pero sí percibe la verdad del artista”
- La artista gaditana, ganadora de cinco premios Latin Grammy, acaba de estrenar su disco de villancicos ‘Feliz Navidad’, con el que estará en Sevilla el día 4 de diciembre
Niña Pastori (San Fernando, 1978) siempre ha sido una artista tremendamente respetada, tanto por la prensa especializada como el público, tanto por los puristas como por los más permeables a nuevos sonidos. Un mérito admirable que le ha llevado a lograr con todo merecimiento una carrera sólida (doce discos, sin contar recopilatorios ni colaboraciones) más de dos millones de copias vendidas, una lista interminable de premios y reconocimientos y, sobre todo, un público fiel y heterogéneo.
Tras dos años girando con su tremendamente exitoso disco ‘Camino’ y una pequeña pausa de apenas un mes, la ganadora de cinco premios Latin Grammy regresa con nuevo álbum y nueva gira bajo el brazo. ‘Feliz Navidad’ se llama la criatura que ha visto la luz este pasado viernes 1 de noviembre. Con este título es fácil adivinar que se trata de un álbum de villancicos. Un anhelo que llevaba años en su cabeza y que por fin ha podido hacer realidad.
Actuará en Fibes el 4 de diciembre
Precisamente con este flamante proyecto llegará a Sevilla el 4 de diciembre, fecha en la que actuará en el Auditorio Fibes. Los interesados en disfrutar de este concierto tan especial deben apresurarse a la hora comprar sus entradas, ya que apenas queda medio centenar a la venta tras venderlo prácticamente todo en solo dos semanas.
Con tal motivo, Niña Pastori ha atendido a El Pespunte. Durante la extensa conversación es fácilmente palpable el buen momento que atraviesa la gaditana. De hecho, la propia cantaora lo define en la entrevista como “el mejor” de su ya dilatada trayectoria.
Derrocha dulzura. Acaso para añadir ternura a sus palabras, gusta de usar diminutivos. La sonrisa que esboza en todo momento y la pausa con la que arma y expone su discurso contagian paz y armonía. Sin duda, inmejorable combustible para enlazar giras y discos sin que la mente sufra un desgaste excesivo. María parece tenerlo todo controlado. Pasen y lean.
Me atrevo a decir que te encuentras en plena madurez artística, María. ¿Sientes que estás en tu mejor momento?
Estoy en mi mejor momento, sí. No tengo absolutamente ninguna duda de eso. Estoy disfrutando plenamente de lo que hago, me hace muy feliz lo que hago. Me siento muy conectada con una profesión con la que estoy totalmente agradecida y orgullosa a la vez por todo lo que estoy viviendo.
En 2025 cumples 30 años de carrera. Una trayectoria muy sólida y constante en la que has picado mucha piedra.
Así es. Tantos años de trayectoria no se consiguen con dos éxitos, hay que demostrarlo cada día y en cualquier sitio. Ser siempre la misma independientemente de si el aforo es mayor o menor, la entrega tiene que ser siempre innegociable. En este camino también tiene mucha importancia el haberme rodeado de profesionales muy buenos. No he tocado un disco con un músico, por decirlo de alguna manera, mediocre o que no dé la talla, siempre he intentado rodearme de lo mejor. Cuesta más dinero, pero hay que hacer el esfuerzo para que nuestro concepto de la música vaya a lo máximo que se pueda alcanzar: los mejores músicos, el mejor sonido, los mejores ingenieros…
“Tener personalidad y entregarse al máximo”, su receta para labrarse un camino en el arte
He seguido tu evolución artística, principalmente a través de tus conciertos. Doy fe de que has logrado una madurez y un poso en el escenario más que interesante. Dominas el directo de maravilla, pisas fuerte y a la vez se te ve relajada, disfrutando de las canciones gracias a una confianza escénica tremenda. Todo eso se refleja en la voz y en lo que se transmite, ¿verdad?
Estoy completamente de acuerdo. La gente no sabe si estás totalmente afinada, si te has ido de ritmo o si hay algo que no está correcto en la percusión o la guitarra, pero sí percibe inmediatamente la verdad del artista, la entrega. El público, en ese sentido, es como los niños, que perciben cosas que a los adultos a veces les cuesta: la verdad, las miradas, etcétera. Y el público, aunque a veces no sea entendido de un género concreto, sí percibe la autenticidad. Y eso es lo más importante.
Siempre has tenido un punto innovador en su propuesta artística. Y eso, en un género casi impenetrable como el flamenco, implica un riesgo. ¿Cómo se consigue poner de acuerdo a los puristas y a los nuevos aficionados?
No hay ningún secreto, al final se resume en algo muy sencillo y complejo a la vez: tener personalidad, hacer las cosas como tú crees que las debes hacer y entregarte, algo que no todo el mundo es capaz y con lo que no se puede mentir tantos años. Cuando un artista es de verdad y se entrega en sus discos, en sus composiciones, en el escenario día tras día tiene mucho ganado. Aunque podemos tener un día malo, porque evidentemente no somos máquinas.
Y ahí radica precisamente lo bonito del arte en vivo, en que el artista no esté siempre igual.
Por supuesto. Insisto en que tú puedes tener un día malo porque estás malito con un resfriado, o por el motivo que sea. Pero sales y entregas lo que tienes ese día, sin reservarte nada. Y eso, al final, ni los puristas, ni nadie puede apagar o encender algo que no hay, tanto para lo bueno como para lo malo.
Como hemos comentado antes, tuviste que convencer a mucha gente por tu forma personal de hacer flamenco. Casi treinta años después sentaste cátedra en la gala de los Latin Grammy celebrada en Sevilla con tu genial “el flamenco no es una música de mayorías, pero sí de categoría”, una frase que, por la profundidad que entraña la reflexión y por el marco y la repercusión (delante de millones de espectadores de todo el mundo), ya forma parte de la historia de la música española.
Me escribió muchísima gente. Recibí mucho cariño por parte de la gente del flamenco, de la profesión y también de los no flamencos. La gente pensaba que yo tenía el discurso preparado y la verdad es que no tenía nada, hablé con mi corazón, fueron palabras que me nacieron de adentro. Hay veces que uno no está con las palabras sueltas y no salen las cosas tan bien, pero gracias a Dios en los Grammy me salió todo lo que yo quería expresar. En un hipotético escalafón de categoría, para mí el flamenco siempre estará en el primer lugar, porque es una música muy difícil y compleja de interpretar y de hacer, requiere muchísimo trabajo.
“Me hace muchísima ilusión cantar clásicos como ‘Noche de paz’ o ‘Blanca Navidad”
Hablemos un poco del lanzamiento de ‘Feliz Navidad’ y de la gira. ¿Qué supone para ti este disco? ¿Cómo lo defines?
Me hace muchísima ilusión poder cantar canciones que he escuchado toda la vida, reversionarlas y darles una vuelta para que brillen de una forma diferente, con otro color. Hay clásicos de toda la vida como ‘Noche de paz’, ‘Blanca Navidad’, ‘Navidad, Navidad’ y, además, hay dos inéditos muy bonitos con los que estoy muy feliz con el resultado. Estoy convencida de que el disco va a gustar.
¿Cómo ha sido el proceso de grabación? Lo has llevado todo en secreto hasta el último momento.
¡Sí! Había que callarse un poquito para que fuese una sorpresa (risas). No ha sido un proceso sencillo. Al tratarse de un álbum enfocado en una fecha muy concreta (Navidad), no podía esperar a terminar la gira para grabarlo, por lo que ha habido que hacerlo en pleno verano, entre concierto y concierto. Y eso implica un grado de complejidad considerable, porque para grabar un disco hay que estar con la garganta al cien por cien, con la voz limpia y descansada; y al estar de gira, después de trabajar una noche, además, como yo me entrego en el escenario, se ha hecho difícil conseguir eso porque después de los conciertos acabo rendida y necesito descansar, estar en silencio para recuperar. Pero mira, lo hemos podido sacar adelante gracias a Dios.
Tengo entendido que este ‘Feliz Navidad’ lo has grabado en El Puerto de Santa María, en el estudio que tienes en tu casa. Me estoy imaginando la situación de hacer un disco de villancicos en Cádiz durante el verano, con cerca de 40 grados. No debe ser fácil cambiar el chip.
Fíjate tú (risas), esa es otra. Imagínate, con ‘la caló’, las niñas en la piscina para arriba y para abajo…Reconozco que requirió un trabajo mental el hecho de meterme en situación. Fíjate, en octubre sacamos el adelanto del disco, y en Cádiz todavía apetecía bañarse en la playa.
Escuchando el disco me doy cuenta de que no hay excesiva instrumentación navideña. No hay zambombas, por ejemplo.
Bueno, es verdad que no hay mucho, pero sí hay cositas: hemos metido alguna pandetera, una botella de anís, cascabeles… Pero igualmente hay otras cosas que se salen de ahí y quedan muy bonitas también. Aunque es un sonido muy específico de la Navidad, tengo que decirte que la zambomba es un poquito desagradable y hay que saber tocarla muy bien.
“Cantarle al Papa Juan Pablo II el Ave María fue una experiencia única”
Aunque evidentemente no es un villancico, hay una joya en su discografía que a mí, en cierto modo, sí me recuerda a ese tipo de composiciones y a la época navideña. Me refiero a su versión del Ave María de Schubert. ¿Cómo fue cantárselo al Papa Juan Pablo II en Madrid? Hace ya 21 años de aquello.
¡Imagínate! Una experiencia impresionante y única que difícilmente se pueda repetir. Fue una verdadera maravilla ver a un millón de personas con un silencio que imponía muchísimo, ver a tanta gente y a la vez sentir como si hubiese allí solo dos personas, el Papa y yo…
La del cuatro de diciembre en Fibes será la cuarta vez que actúes en Sevilla en poco más de un año. Además, las entradas están a punto de agotarse en apenas dos semanas. El idilio es cada vez más fuerte entre Niña Pastori y Sevilla.
Totalmente. Sevilla está increíble conmigo, con una fidelidad y una cosa tan bonita que ni siquiera alcanzo a expresar con palabras lo que me hace sentir todo esto. De verdad, no te lo puedo explicar.
“En los conciertos de Sevilla hay un silencio realmente hermoso”
Estuve en el concierto que hizo en la Maestranza el pasado mes de septiembre. Fue un espectáculo.
¡Fue precioso! En Sevilla hay un silencio realmente hermoso. El público aquí tiene un respeto y una cosa tan bonita…
¿Te gusta ese silencio?
¡Por supuesto! Me encanta.
Para terminar, una sugerencia. A tenor de la respuesta del público cada vez que vienes a Sevilla y que ha tenido concretamente a este espectáculo, no es nada descabellado pensar que llenaría perfectamente dos o tres ‘Fibes’. ¿Te planteas hacer una nueva fecha en Sevilla? En Torremolinos, por ejemplo, vas a hacer doblete.
Ya me puedo plantear poco, hay demasiadas fechas. Para el añito que viene prepararemos otra gira, porque esto se nos ha ido de las manos.
La verdad es que va a ser una gira especialmente intensa. No es habitual hacer 20 conciertos en apenas 32 días. Si sacamos la calculadora sale un concierto cada 38,4 horas, una auténtica barbaridad.
Sí, son muchísimos. Incluso creo que son más, porque todavía falta alguno por anunciar. Es una locura, la verdad. Pero bueno, es lo que ha surgido, la gente lo quería ver y ahí estamos.
Vas a tener que cuidar la garganta más que nunca.
¡Puf! Ni te imaginas. Llevo un mes y medio tomando lo más grande de vitaminas para no resfriarme (risas).