Muere en una pelea Cobradiezmos, el victorino indultado por Manuel Escribano en la Maestranza
Cobradiezmos, el célebre toro cárdeno de la ganadería de Victorino Martín, ha fallecido a los 12 años tras una pelea en el campo con otros toros de su cercado en la finca Las Tiesas de Santa María, situada entre Portezuelo y Garrovillas (Cáceres). Este ejemplar, herrado con el número 37 y con la marca de la A coronada, es recordado por su histórica faena en la Plaza de Toros de la Maestranza, donde fue indultado el 13 de abril de 2016, elevando a la gloria al torero Manuel Escribano.
Un toro histórico en la tauromaquia
Cobradiezmos se convirtió en un referente en la historia de la tauromaquia gracias a su indulto en la Real Maestranza de Sevilla, uno de los escenarios más prestigiosos del mundo taurino. Su bravura y nobleza en el ruedo conquistaron al público y al jurado, que le concedió el indulto, un honor reservado solo a los toros más excepcionales. Este episodio marcó un hito en la carrera de Manuel Escribano, que siempre ha descrito a Cobradiezmos como un “toro soñado” que enamoró a todos los presentes desde antes de la corrida y aún más durante su lidia.
Un legado en la ganadería de Victorino Martín
Tras su memorable aparición en la Maestranza, Cobradiezmos pasó cuatro años en preparación y disfrutó de otros ocho años como semental en la finca de Victorino Martín. Durante este tiempo, ha dejado una “amplia y contrastada descendencia”, como anunció la casa ganadera en sus redes sociales, destacando la importancia de su legado genético para futuras generaciones de toros bravos.
La noticia de su fallecimiento ha sido compartida por la cuenta oficial de la ganadería, generando un gran pesar en el mundo taurino. La Fundación Toro de Lidia ha publicado un hilo en redes sociales en el que se recuerda la importancia de este toro en la tauromaquia moderna, incluyendo fragmentos de entrevistas a Manuel Escribano que subrayan la singularidad y el impacto de Cobradiezmos en los aficionados y profesionales del mundo taurino.
Cobradiezmos, más allá de su vida en los ruedos, era uno de los atractivos de la ganadería de Victorino Martín, donde aficionados de todo el mundo acudían a verlo en su entorno natural. Su muerte marca el final de una era para esta emblemática ganadería, dejando un recuerdo imborrable en la historia de la tauromaquia.