Marchena celebra los 400 años del convento de las clarisas con un emotivo mensaje del arzobispo de Sevilla

El pasado sábado 10 de mayo, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, celebró la Eucaristía de clausura del IV centenario del convento de la Purísima Concepción (clarisas) de Marchena. En su homilía, monseñor Saiz Meneses destacó la trayectoria de la comunidad religiosa en la villa, subrayando la importancia de su fidelidad y labor espiritual a lo largo de los siglos.
“Cuatrocientos años de fidelidad silenciosa, de alabanza continua, de oblación escondida, de intercesión incesante, de presencia luminosa. Cuatrocientos años de vida consagrada según el carisma de san Francisco y santa Clara, siguiendo las huellas de nuestro Señor Jesucristo pobre y crucificado”, afirmó el arzobispo, quien celebraba la misa el mismo día que la Iglesia conmemoraba a san Juan de Ávila, patrón del clero español.
La ceremonia fue concelebrada por el vicario episcopal para la Vida Consagrada, José Ángel Martín, y contó con la presencia de la comunidad clarisa de Marchena. En su discurso, Saiz Meneses dirigió palabras de aliento y reconocimiento a las religiosas: “Vosotras sois ese corazón que late. Vosotras sois alimento para tantos que buscan sentido, un signo del Reino. En vuestro claustro está viva la esperanza. En vuestra celda se combate por la salvación del mundo. Vuestra pobreza es riqueza para la Iglesia. Vuestra castidad es fecundidad espiritual. Vuestra obediencia es libertad en el Espíritu”.
Además, el arzobispo recordó que el convento de Marchena se fundó hace cuatro siglos, “adelantándose en la devoción a la Inmaculada, siglos antes de la proclamación dogmática”. A lo largo de ese tiempo, la comunidad clarisa ha sido parte fundamental de la historia del pueblo, acompañando a sus habitantes en los momentos de alegría y tristeza. “Habéis rezado por sus familias, habéis sostenido a los sacerdotes, habéis ofrecido la Eucaristía por los que sufren”, señaló Saiz Meneses.
El arzobispo también destacó la importancia de la celebración, no solo como un recuerdo del pasado, sino como una invitación al futuro: “Esta celebración no es solo una mirada al pasado. Es también una llamada al futuro. A seguir caminando con esperanza, con la certeza de que Dios no abandona a los que confían en Él. Aunque los tiempos cambien, aunque las estructuras se transformen, aunque las cifras preocupen, la vida consagrada tiene un porvenir, porque es obra del Espíritu”.
Por último, Saiz Meneses exhortó a las clarisas a seguir siendo ejemplo de fe y entrega: “Seguid siendo madres espirituales. Seguid siendo antorchas encendidas. Seguid enseñándonos a vivir con el corazón fijo en lo esencial. No temáis. La Iglesia os necesita. La humanidad os necesita”. El arzobispo también hizo un llamado a la comunidad presente para que apoyen al convento: “Que no falte el aceite de la caridad para que la lámpara de la contemplación siga brillando en Marchena”.

Redactora de El Pespunte