Marc Roca, otro golpe cruel en el Vía Crucis del Betis


Hay temporadas que parecen escritas con tinta de gloria. Y otras, como esta, que lo están con la sangre del sacrificio. El Real Betis, que avanza con gallardía por el sendero de la ilusión europea, vuelve a ver cómo el infortunio le arrebata otra pieza clave de su engranaje. Esta vez es Marc Roca quien se despide de lo que resta de curso. El parte no es oficial, pero lo ha anunciado Pellegrini con resignación: el catalán deberá pasar por quirófano y todo apunta a una baja prolongada.
Una noticia amarga, que se suma a las ya confirmadas de Diego Llorente, con una grave lesión tendinosa que lo aparta de los terrenos de juego hasta la próxima temporada, y Chimy Ávila, que difícilmente volverá a vestirse de corto antes del verano. Tres golpes, tres hombres que estaban llamados a ser protagonistas en el tramo más vibrante del año. Y sin embargo, como si de un designio bíblico se tratase, el Betis avanza ahora con la cruz al hombro.
Una herida en el corazón del campo
La baja de Marc Roca es una puñalada al corazón del equilibrio bético. Era uno de los encargados de ordenar, de sostener y de repartir con inteligencia cada movimiento en la medular. Llegó para aportar madurez, y lo hizo creces hasta que las dichosas lesiones le empezaron a lastrar. Pero lo más doloroso es que esta baja llega justo cuando el equipo se juega una plaza en semifinales europeas, cuando los sueños de Heliópolis vuelan cada jueves por los cielos de la Conference League. Como dijo Pellegrini, con un rostro que escondía la rabia tras la compostura: “Marc Roca tiene unas molestias que no le permiten estar al cien por cien y seguramente tenga que pasar por el quirófano”.
Una defensa herida, una delantera coja
Pero el Betis no sólo pierde a una de sus brújulas en la medular. Hace apenas unos días se confirmaba la operación de Diego Llorente, el mejor defensor de la temporada y uno de los nombres más aclamados por la afición. Su baja deja a Pellegrini con apenas dos centrales sanos: Bartra y Natan, y con la obligación de improvisar soluciones entre Ricardo Rodríguez, Mendy o incluso algún canterano. Marc Roca era una posibilidad, incluso ya tuvo minutos como central la anterior campaña, pero este nuevo traspiés deja al entrenador con una variante menos.
Y arriba, la lesión de Chimy Ávila ha privado al equipo de un revulsivo feroz. Un delantero diferente, incansable que apenas había empezado a entrar en dinámica cuando el músculo dijo basta. Las piezas se caen, una tras otra, pero el equipo se niega a inclinar la cabeza.
El coraje no se lesiona
Entre tanta adversidad, el Betis sigue en pie. No hay rendición, no hay excusas, no hay lamentos que paralicen la ambición. Pellegrini lo resumía con esa mezcla de serenidad y fuego que lo caracteriza: “El plantel ha dado la cara. Veremos cuál es la mejor solución, no sólo para pasar a semifinales, sino también para seguir ambicionando ser mejor equipo”.
