Manuel Domínguez torea por Sevilla


Que si la FIT con La Quinta, que si Jarocho fuera de Madrid, que si esto y que si lo otro. Las tretas del taurineo -que han madrugado a base de bien este año- son menos irritantes si hay una localidad como La Puebla que transmuta en centro universal del toreo durante dos jornadas… por Morante. Ascendido ya a semidiós, no se ha visto torero tan completo, tan sumamente comprometido con su mundo como el cigarrero. El vacío que dejará su marcha será tan grande como el legado que dejará a modo de ejemplo para las generaciones toreras que estén por venir. Con el pueblo roto en alegría, la temporada taurina se abre paso en Sevilla y ya todo vendrá sin tregua alguna.
Se devolvió el segundo que Fermín Bohórquez iba a lidiar en la tarde por lo que también tuvo al principio el primero del festejo: descoordinación. Sustituyó al titular otro de Espartaco. Como apunte, ni rastro del eral de Talavante que figuraba en el cartel. Ya con el frío calando hasta los huesos y con la gente a otra cosa, el tremendo gusto de Manuel Domínguez -pupilo de Pauloba en la Venta de Antequera- volvió a conectar al personal al festejo. La gracia de un toreo espontáneo y sin moldura ni artificio. Sensacional la planta de torero de un joven que torea por Sevilla, con un garbo y un aire de torero grande descomunal. Hubo fogonazos de mucha categoría. Otro nombre que apuntamos para seguir en el futuro.
Rafael de la Cueva sorteó en tercer lugar un caramelito de Garcigrande que fue para hartarse. Ralentizó el joven una embestida que fue un manjar, una delicia total. Ambos marcaron la diferencia en un festejo que, hasta ese momento, no había pasado de la intrascendencia. Pese a las huidas del novillo a mitad de la faena, todo tuvo composición y argumento -aún faltando continuidad- por parte de Rafael de la Cueva, que además se entregó en un final fulgurante por manoletinas de rodillas en el centro del platillo cigarrero. Concedió el rabo la presidenta junto a una vuelta al ruedo para el de Garcigrande.
Talones asentados, hombros relajados, mano destensada y una dosis de gusto que aportaba mucho al concepto ya bien amueblado de Diego Mateos, que fue la otra sorpresa de la tarde. El de Matilla, lidiado en cuarto lugar, fue un novillo medio que sirvió para que el joven se expresase. Ocurrió que, tras la explosión del capítulo anterior, la plaza se enfrió de una forma aplastante para las aspiraciones del joven de la Escuela Taurina de Salamanca. Nos quedamos con su nombre.
La inventiva del maestro zarpó con la concurso, y en primer lugar se lidió un eral de expresión seria que salió de “Majavieja”, finca del maestro Espartaco. ‘El Gali’ no tuvo oportunidad de saludar en condiciones y en la muleta, el comportamiento en bravo contuvo un calamocheo incómodo por el pitón derecho. No hubo fluidez por esa mano y sí algo más por la izquierda, lado más favorable del novillo. Con una faena de limitado contenido cayeron dos orejas generosas para comenzar la tarde.
Manso de ley, se arregló lo que parecía, de salida, una descoordinación absoluta en el de Fermín Bohórquez. Todo tuvo que hacerse en tablas por la querencia del de los rizos. En una faena de gran entrega así como de nulo ajuste, faltó que alguien de su entorno alertara a Alejandro González de dos factores: que se estaba pasando de faena y, tras esto, que un novillo si lo puedes matar fuera de las tablas, mejor que mejor. Dos orejas al segundo encuentro.
La concurso llevó el nombre el sensacional eral que envió Macandro a La Puebla. Recorrido, clase, humillación, profundidad, y un largo etcétera de cualidades sensacionales en una embestida. Vicente Sánchez Bermejo tardó en cogerle el aire pero cuando lo hizo pulseó bien la extraordinaria embestida del eral. El animal no dejaba de humillar y si el de Garcigrande fue premiado, este también merecía los honores. Dos orejas al novillero.
Fiestas de San Sebastián
1ª novillada | Lleno
Novillos de Espartaco, Fermín Bohórquez , Garcigrande (vuelta al ruedo), García Jiménez, Macandro, Fermín Bohórquez (devuelto) y Espartaco (bis).
El Gali: dos orejas
Alejando González: dos orejas
Rafael de la Cueva: dos orejas y rabo
Diego Mateo: dos orejas
Vicente Sánchez Bermejo: dos orejas
Manuel Domínguez: dos orejas y rabo
Galería fotográfica de Rocío Carmona:
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